No lo dudes: hay bastantes cosas que ver El Bosque. Una localidad que forma parte de de la Ruta de los Pueblos Blancos y de la Sierra de Cádiz y que está entre las más auténticas de esa provincia.

En el pueblo de El Bosque, en los límites del Parque Natural de la Sierra de Grazalema y al pie del monte Albarracín, tan atractivo como el núcleo urbano es el entorno natural que lo rodea: espesos bosques bañados por el río Majaceite.

Un lugar ideal para disfrutar del más puro ambiente rural, además de todo tipo de actividades al aire libre y en plena naturaleza. También para conocer los hitos más importantes de su pasado y el arte que atesoran sus principales monumentos.

Y, de paso, disfrutar en sus restaurantes de la rica gastronomía local, con productos como la carne de ternera retinta, las setas de temporada o los quesos payoyos, que son una de las principales riquezas y orgullo de la provincia de Cádiz.

  1. Historia de El Bosque
  2. El casco histórico de El Bosque
  3. Actividades en la naturaleza
  4. Jardín Botánico El Castillejo
  5. Gastronomía: qué comer y dónde
  6. Qué se puede ver en los alrededores: visita a los Pueblos Blancos
  7. Dónde alojarse en la provincia de Cádiz

Historia de El Bosque

Pese al convulso pasado que vivieron otras localidades de la Sierra de Cádiz, lo cierto es que la fundación de El Bosque es posterior a las últimas contiendas entre cristianos y musulmanes. De hecho, esta localidad está ligada al duque de Arcos, al que los Reyes Católicos cedieron buena parte de la zona como pago por su apoyo y los servicios prestados durante la Reconquista de Granada.

A finales del siglo XV el duque decidió construir aquí un palacio-fortaleza. A su alrededor se fueron levantando las casas en las que vivía el personal de servicio del duque que, junto con la construcción palaciega, supusieron el núcleo originario de El Bosque.

Hasta el siglo XIX la localidad no tuvo entidad propia como tal. Fue en 1815 cuando El Bosque adoptó el título de villa por una cédula real concedida por Fernando VII en reconocimiento por la enconada resistencia a las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia (1808-14).

El casco histórico de El Bosque

El entramado urbano es, sin duda, el lugar más interesante que ver en El Bosque, con sus calles irregulares flanqueadas por casas blanqueadas, que parecen querer trepar por la ladera del cerro Albarracinejo. El paseo por esta localidad resulta tan atractivo como fatigoso. Durante el mismo saldrán al paso sus principales monumentos y puntos de interés:

  • Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe: fue construida en el siglo XVIII por el personal de servicio de los diques de Arcos, aunque se reconstruyó casi por completo en el XIX. Su apariencia es bastante modesta y de sus tres naves destaca la central por su altura. En el interior se custodian tanto la imagen de la Virgen de Guadalupe como una talla de San Antonio de Padua, patrón de El Bosque.
  • Palacio Ducal: se levantó entre los siglos XV y XVI y, aunque debió vivir grandes momentos de esplendor, lo cierto es que hoy ha perdido su fuste y buena parte de la construcción ha desparecido o está en ruinas. Al tratarse de una propiedad privada, no se permite la visita pública.
  • Callejón de la Fragua: es una de las calles más características y uno de los lugares más agradables que ver en El Bosque, con típicas casas blanqueadas construidas entre los siglos XVI y XVII.
  • Fuente del Rodezno: esta fuente es un homenaje monumental a la actividad hidráulica, en tiempos tan importante para la localidad, cuando había varios molinos harineros repartidos por El Bosque.
  • Museo Molino de Abajo: es uno de los supervivientes de la actividad hidráulica del pasado. La particularidad es que su sistema sigue en activo y, de hecho, con las harinas que aquí se muelen se nutre el propio obrador del museo, donde se elaboran unos deliciosos molletes y otros productos de panadería.
  • Museo del Queso: integrado en la Quesería El Bosqueño, este pequeño museo permite comprender el proceso de elaboración de los quesos locales, la forma de vida de las cabras payoyas y las ovejas y la importancia de este producto en la forma de vida de las gentes de El Bosque y la Sierra de Grazalema.
  • Plaza de Toros: se construyó en los años 60 del siglo XX y hoy, aparte de ocasionales espectáculos taurinos, acoge todo tipo de celebraciones multitudinarias.

Actividades en la naturaleza

Al estar en medio de un bellísimo paraje, una de las mejores formas de conocer El Bosque es gracias a alguna de las muchas actividades de naturaleza que se pueden practicar en su entorno. Desde luego, la más evidente y asequible es el senderismo y recorren en bicicleta de montaña los muchos senderos que recorren el Parque Natural de la Sierra de Grazalema.

  • Sendero del río Majaceite: esta ruta conecta El Bosque con Benamahoma a través de algo más de cuatro kilómetros de recorrido. Por su baja dificultad es recomendable para todo tipo de caminantes.
  • Ascensión al pico Albarracín: con una dificultad media, por lo empinado del terreno, esta ruta regala las mejores panorámicas de El Bosque desde las alturas, al tiempo que permite disfrutar de la caminata por uno de los bosques más tupidos del Sur del país.
  • Ruta de la Garganta Verde: este recorrido solo se puede realizar con permiso, para lo que hay que acercarse al Centro de Visitantes de El Bosque. El punto de partida está cerca de la vecina localidad de Zahara de la Sierra y durante la ruta se pasa por un pronunciado cañón habitado en las alturas por una colonia de buitres leonados y por la impresionante cueva de La Ermita.
  • Paintball: esta divertida actividad, ideal para grupos de amigos, familiares o empresas, tiene lugar en pleno bosque y dentro del espacio protegido del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, con sus muchos escondrijos, lo que añade un punto extra de emoción e intriga al juego.
  • Parapente y ala delta: en la subida al pico Albarracín está la llamada plataforma de ala delta, que es uno de los principales puntos de actividad para los amantes de los vuelos sin motor en la provincia de Cádiz. Hay varias empresas en la zona que organizan este tipo de actividades, con una duración de en torno a media hora de vuelo.

Jardín Botánico El Castillejo

Este espacio es uno de los lugares fundamentales que ver en El Bosque, por su originalidad y por la riqueza que alberga. De hecho, aquí están representadas las principales especies vegetales que habitan en el Parque Natural de la Sierra Grazalema, agrupadas por ecosistemas y paisajes.

Así, se pueden observar desde las plantas procedentes de las cotas más altas de ese espacio natural (como los valiosos pinsapos), hasta las que crecen en la dehesa, como encinas y alcornoques. También las de zonas húmedas, como los quejigos, y alguna rareza endémica. Es el caso de la amapola de Grazalema.

El Jardín Botánico El Castillejo de El Bosque abre de martes a domingo entre las 9 y las 15 horas.

Gastronomía: qué comer y dónde

Hay dos productos estrella que convendría probar, sí o sí, en una visita a El Bosque. Por un lado, el queso payoyo, especialidad de la zona y elaborado a partir de la leche de unas cabras autóctonas de la zona (de raza payoya), mezclada o no con la de las ovejas que también pastan en este ámbito geográfico. Aunque se trata de una marca, lo cierto es que cada vez hay más productores que elaboran quesos similares, cada uno con sus propias particularidades e innovaciones.

También es El Bosque un buen lugar para degustar la carne de ternera retinta. Una raza autóctona de la zona occidental de Andalucía, criada y alimentada de forma extensiva, que da lugar a un producto especialmente jugoso y apetecible, ideal para comer sin más aderezo que su propio sabor y un poco de sal.

Junto a ellos, la abundancia de agua de la Sierra de Grazalema favorece la proliferación de setas en prácticamente cualquier temporada del año. Y, aunque se desmanteló la piscifactoría que había en El Bosque, en los ríos de la zona aún se pueden pescar (con licencia) truchas que, luego en el plato, regalan una gran experiencia gustativa.

Entre los diferentes bares y restaurantes de El Bosque se puede recomendar La Divina (Cádiz, 1), donde sirven una cocina tradicional (vincular a www.barcelo.com/guia-turismo/es/espana/cadiz/que-ver/comida-tipica-de-cadiz), vistosa y, desde luego, muy apetitosa, haciendo guiños a la estética y las combinaciones de sabor más actuales.

También está La Casa del Duende (Av. La Vega, 17), donde apuestan por el producto local de temporada, con especial protagonismo de las verduras. Todo en un ambiente como de cuento, tal y como adelanta el propio nombre del restaurante.

Por su parte el mesón-bar La Peña d’Ely (Huelva, s/n) resulta ideal para un tapeo de calidad y con raciones bastante considerables en tamaño y a muy buen precio.

Qué se puede ver en los alrededores: visita a los Pueblos Blancos

Ya hemos comentado que El Bosque forma parte tanto de la Ruta de los Pueblos Blancos como la de la Sierra de Cádiz. Ambas pasan por localidades tan atractivas como la propia Grazalema, al pie del pico más elevado de la provincia de Cádiz, El Torreón, con 1614 metros. En torno a él se encuentra el pinsapar, es decir, el bosque de pinsapos, que es uno de los emblemas naturales del Sur de España por su singularidad.

Pero antes se encuentra Benamahoma, pequeña pedanía de Grazalema fundada durante el periodo musulmán y que se encuentra en medio de espesos bosques de montaña y ribera. Muy cerca, aunque no lo parezca tanto cuando se conduce por las serpenteantes carreteras de la comarca, están los pueblos de Villaluenga del Rosario (una de las “capitales” del queso payoyo), Prado del Rey y, sobre todo, Zahara de la Sierra .

Esta localidad está, con todo merecimiento, en la lista de los Pueblos más Bonitos de España y si hubiera un listado oficial sobre los más escenográficos y vertiginosos, también debería figurar ahí. Sobre el embalse de Zahara-El Gastor y bajo el castillo de la localidad, es uno de esos lugares que permanecen para siempre en la memoria de quien lo visita.