Torre Tavira es una de las decenas de torres de vigía que tuvo la ciudad en el pasado. Hoy sobreviven muchas de ellas, pero en su momento, se calcula que Cádiz pudo tener más de 160. Se construyeron coincidiendo con el momento en que la ciudad se convirtió en el puerto más importante entre Europa y América.

Eso tuvo lugar a principios del siglo XVIII, cuando la Casa de Contratación de Indias fue trasladada de Sevilla a Cádiz (que tenía un acceso más cómodo para las naves tras la travesía oceánica). Casi a diario recalaban en el puerto de la ciudad barcos cargados con las más exóticas y ricas mercancías.

La manera que tenían de controlar esas llegadas los comerciantes y distribuidores de productos con base en Cádiz era, precisamente, esas torres de vigilancia.

  1. Torre Tavira: qué se ve desde ella
  2. La cámara oscura
  3. Las torres de Cádiz

Una de las torres de vigilancia comentadas, fue la Torre Tavira, propiedad de la familia de los marqueses de Recaño, en cuya casa-palacio se sitúa. Y, aunque esta construcción dejo de tener su función conforme el puerto de Cádiz fue perdiendo importancia en el comercio intercontinental, por fortuna ha llegado hasta nuestros días prácticamente intacta. La casa-palacio donde se encuentra alberga el conservatorio de música de la ciudad.

Vistas Torre Tavira

Torre Tavira: qué se ve desde ella

La Torre Tavira no solo es un magnífico mirador a la ciudad. Por su situación, en pleno centro del casco histórico gaditano, y por su altura, fue designada como la torre vigía oficial del puerto de Cádiz.

De hecho, la azotea de la torre es también la máxima altura de la ciudad. En concreto, 45 metros sobre el nivel del mar. Esto permite observar el resto de torres de vigía que sobreviven al paso del tiempo.

Desde aquí también se puede verificar la clara vinculación de Cádiz con el mar (prácticamente una isla rodeada por el océano Atlántico). Se observa el istmo que la une a la Península, todas las localidades de la bahía de Cádiz, desde Rota hasta San Fernando, las playas gaditanas y, por supuesto, el blanco conjunto de casas y palacios de la ciudad.

 

 

Algunos de los principales monumentos y lugares que se divisan a la perfección desde aquí son:

  • Todo el puerto de la ciudad.
  • La Catedral y la gran plaza en la que se encuentra.
  • La plaza e iglesia de San Antonio.
  • La plaza de Mina y los restos del convento que allí se encontraba.
  • La alameda Apodaca y el parque Genovés.
  • La plaza del Mercado, con el mercado Central.
  • La torre de comunicaciones (o Pirulí).
  • La playa de la Caleta con el balneario de Nuestra Señora de La Palma.
  • Castillos de Santa Catalina y de San Sebastián, que enmarcan la playa de la Caleta.

La cámara oscura

Aunque son impactantes las vistas desde el mirador y las ventanas de la Torre Tavira, su principal atracción es la cámara oscura. Esta no es sino un sistema de espejos situado en la propia azotea de la torre que se refleja, unos metros más abajo, en una pantalla cónica.

Cúpula Torre Tavira

En función de la colocación de los espejos, la imagen proyectada en esa pantalla corresponde a una zona u otra de la ciudad. También se pueden ver los diferentes elementos urbanos con mayor o menor proximidad, en función de la colocación de los espejos, siguiendo el mismo sistema que los objetivos fotográficos.

La pantalla está colocada en una habitación completamente a oscuras (de ahí el nombre con que se la conoce), lo que permite observar mejor todos los detalles. El resultado es que Cádiz entera queda atrapada en el pequeño diámetro de la pantalla circular, mientras los espectadores pueden “espiar” la vida de sus habitantes.

 

 

Buen complemento a la sorpresa de disfrutar de la ciudad desde esta perspectiva son las explicaciones de los guías. Personal muy formado en Historia y Arte y conocedores como pocos del inabarcable anecdotario de esta ciudad trimilenaria.

Las torres de Cádiz

Torre Tavira
Visión aérea de la torre

Así pues, más de 100 torres de vigía siguen desafiando al paso del tiempo en el cielo gaditano. La mayoría de ellas, reconvertidas en privilegiados espacios privados donde dejar pasar el tiempo. En general todas responden a cuatro estilos de construcción diferenciados. Estos son:

  • De terraza: la parte superior de la torre es una azotea plana. Buen ejemplo de este tipo de construcción es la propia Torre Tavira.
  • Con garita: similar a la anterior, pero culminada por una garita en la que guarecerse durante los días de lluvia o de mucho sol.
  • De sillón: la parte superior de la torre se distribuye en dos niveles en forma de escalón. De esta forma, se rebaja el peso que tiene que soportar el resto de la construcción.
  • De sillón y garita: combina ambos elementos.

En cuanto a las torres de vigía más llamativas de la ciudad, Torre Tavira aparte, estas son algunas de ellas:

  • Las del palacio de las Cuatro Torres: están en uno de los edificios más representativos, junto a la plaza de España. Una de las partes la ocupa un bonito hotel-boutique.
  • Las torres de la casa del Almirante: este edificio, de finales del siglo XVII, es el único que muestra dos torres de vigía gemelas, a ambos lados de la fachada principal.
  • Torre del actual Centro Cultural Reina Sofía (antiguo Gobierno Militar): se construyó a principios del siglo XIX y, aunque cumplió su función como vigía, fue mucho más relevante su misión como torre de telégrafo óptico.
  • La Bella Escondida: se llama así porque es imposible verla desde la calle, solo desde otras torres como la propia Torre Tavira. Además, por su forma octogonal, es una rareza en el panorama gaditano.