Un paseo por localidades de Fuerteventura como Puerto del Rosario, la capital, o Betancuria, con su rico patrimonio histórico. Un acercamiento a miradores espectaculares como el de Sotavento. Un placentero baño en alguna de sus playas extensas, bellísimas, muchas casi virginales. Este territorio paradisíaco ofrece la posibilidad de detenerse, contemplar y disfrutar del silencio. Cuatro días aquí son todo un regalo. La calma es la mejor compañía para recorrer esta isla que ofrece atractivos contrastes entre la costa y el interior, entre la suavidad de sus dunas y el carácter enjuto de sus formaciones volcánicas.
Itinerario día 1
Surf en Fuerteventura, un buen saludo a la isla
Fuerteventura es un destino privilegiado para los amantes del surf. El viento y el fuerte oleaje de esta parte del Atlántico, hacen las delicias de los amantes de las olas. Si os encontráis entre ellos estaréis deseando pisar la isla. A lo largo de toda su costa hay enclaves destacados para la práctica de este deporte.
Tanto los recién iniciados como los expertos tienen en Corralejo un magnífico rincón al que acercarse. De entre todas las playas que bordean el bello Parque Natural Dunas de Corralejo, la del Moro está considerada como una de las más visitadas por las escuelas de surf. Majanicho, una aldea de pescadores, tiene una playa con el mismo nombre que se cuenta entre las preferidas por los surfistas. Y, por supuesto, está El Cotillo, en el noroeste de la isla, que conquista con su serie de playas de elevadas olas, idóneas para los principiantes. Cerca de la capital, Puerto del Rosario, hay que apuntar Playa Blanca. En el sur, merece la pena descubrir la playa de Cofete, La Pared y Costa Calma. En Islote de Lobos aguardan las olas más potentes, de hasta cuatro metros de altura y 500 metros de longitud.
Un paseo por Puerto del Rosario, la capital de la isla
Acogedora y marinera, la actual capital administrativa y comercial de la isla bien merece un paseo detenido. Aunque la isla es una invitación a la calma, aquí es posible disfrutar de un ambiente muy animado. La ciudad ofrece una interesante oferta cultural y de ocio. Muy cerca de la casa en la que Unamuno pasó su destierro, que puede visitarse en la calle de la Virgen del Rosario, hay una escultura dedicada a su memoria. Pero no es la única que adorna el entorno. El viajero descubrirá otras piezas como “El vigía”, “El pescador de viejas” o “Equipaje de ultramar”, esta última del artista Eduardo Úrculo.
Merece la pena conocer el Ecomuseo La Alcogida, dedicado a las tradiciones majoreras. Es un buen lugar para comprar gofio, pan y otros productos de artesanía. Y también acercarse al Centro de arte Juan Ismael, donde siempre hay alguna exposición. Tiendas, restaurantes y terrazas congregan a vecinos y viajeros en la calle Primero de Mayo, corazón de la villa. Desde aquí se puede comenzar a recorrer los diferentes lugares de interés, caso de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, que empezó a construirse a principios del siglo XIX.
Muy cerca de la capital se encuentran magníficas zonas de baño: Playa Blanca, Chica, Las Caletillas, Lajas, Jarugo y Puertito de los Molinos. Probar sus aguas, si apetece, o simplemente acercarse a sus enclaves puede ser un buen colofón a la visita.
Un almuerzo en el Faro Lounge Bar
En Caleta de Fuste, situado en un faro desde el que disfrutar de vistas increíbles, se encuentra este establecimiento, parte del complejo Barceló Castillo Beach Resort. Se pueden degustar buenas tapas, platos de pescado y una generosa paella. Contemplar el atardecer mientras se toma una copa en su terraza, es toda una delicia. El entorno, de ambiente chill out, es idóneo para descansar y relajarse antes de seguir visitando la isla.
Saborear el queso majorero
Ha llegado el momento de descubrir el singular sabor del queso majorero. Se trata de uno de los productos más valorados de la gastronomía canaria. Se elabora con leche de cabra de raza majorera y cuenta desde 1996 con denominación de origen. En 2012 fue reconocido como uno de los mejores quesos de cabra del mundo en el World Championships Cheese Contest, un famoso certamen que se celebra en EEUU y que es una gran referencia en el sector quesero.
Para saborearlo en todos sus matices es recomendable acercarse al término municipal de Antigua y visitar el Museo del Queso Majorero. Aquí lo aprenderéis todo de este exquisito manjar y también de las tradiciones de Fuerteventura. Los tres espacios principales que lo conforman: el museo del queso, los molinos y el jardín, deparan al visitante un apasionante viaje a la historia de la isla.
Acercarse al Castillo de Caleta de Fuste
El castillo de Caleta de Fuste o castillo de San Buenaventura es el símbolo de la localidad turística que lo alberga. Por muy corta que sea la visita, el viajero no puede dejar de dar una vuelta por el puerto y acercarse a esta fortificación del siglo XVIII. Servía para defenderse de los constantes ataques piratas y ha sido declarada Bien de Interés Cultural.
El ingeniero Claudio de Lisle es el artífice de esta sólida construcción de planta circular. Posee una puerta de acceso a media altura a la que se llega a través de una escalera de cantería y un puente levadizo. En su parte superior cuenta con una plataforma capaz de albergar cinco piezas de artillería. Independientemente de su indudable valor histórico, es un enclave perfecto para disfrutar de espléndidas puestas de sol.
Una visita al municipio de Tuineje
Los días son largos y aún hay tiempo para acercarse al hermoso pueblo de Tuineje, un pequeño, encantador e histórico enclave. Aquí, en el año 1740, fueron derrotados los corsarios ingleses en la «Batalla de Tamasite». Cayeron rendidos a manos de osados y aguerridos majoreros, que utilizaron camellos y se enfrentaron al mayor poderío de los oponentes con mucho ingenio. Este encantador rincón de la isla cuenta con pintorescos rincones donde hay apreciables muestras de arquitectura popular. Destaca la Iglesia Parroquial del siglo XVIII y la estética árabe de muchas casas, influencia de los esclavos que se asentaron en la zona.
Cena en el Restaurante La Cabra Nostra
En Tuineje, en la plaza de San Miguel, se encuentra este local. Está especializado en salchichas,chorizos, lasañas, hamburguesas y pizzas. La carne de cabra es básica en sus platos y se puede degustar un buen queso majorero.
Itinerario día 2
Descubrir el Oasis Wildlife Fuerteventura (Oasis Park)
Un plan diferente, para empezar la segunda jornada en la isla, consiste en poner rumbo hacia la zona sur. El objetivo: descubrir un verdadero oasis, una extensión de más de 780.000 metros cuadrados donde flora y fauna se entrelazan, creando uno de los lugares más hermosos y divertidos de la isla. Se trata del Oasis Wildlife Fuerteventura (antiguo Oasis Park), uno de los parques temáticos más grandes de las islas Canarias. Cuenta con más de 3.000 animales y ofrece todo tipo de actividades, atracciones y servicios. Pero su principal objetivo es la educación, investigación y conservación de la flora y la fauna salvaje.
Difícil no dejarse cautivar por su enorme jardín tropical, con alrededor de 7.000 especies de todos los continentes. Además del Oasis Wildlife y el Oasis Botanic, este parque temático también cuenta con un centro de jardinería, mantenimiento y paisajismo (Garden Center) y un mercado agro-artesanal (Oasis Market), que se celebra todos los domingos.
El espacio merece una visita detenida. Cuenta con tres restaurantes, entre ellos el Oasis, ubicado en la entrada y rodeado por una exuberante vegetación.
El placer de un baño en Risco del Paso
No puede faltar en este segundo día un buen chapuzón en el Risco del Paso. Forma parte de la playa de Sotavento, la más extensa de Fuerteventura. En este rincón de la isla se puede experimentar una gran calma y sosiego. El paisaje del Risco cambia por completo cuando la marea baja, porque el espacio de la arena se engrandece. Y, cuando la marea es alta, se forma una especie de laguna de agua salada en la que sobresale un banco de arena como si fuera una pequeña montaña. En cualquier caso, es un auténtico espectáculo natural, una experiencia que ofrece el mayor relax.
Parada en el Mirador de Sotavento
Este lugar privilegiado permite apreciar la belleza y grandiosidad del entorno. El conjunto de la playa de Sotavento, que alberga distintas calas, es de las mejores de las Islas Canarias y de España. Situada en la península de Jandía, cerca de la localidad de Pájara, se caracteriza por sus casi diez kilómetros de longitud, su abundante arena fina y dorada y sus aguas cristalinas. Sus enormes dunas y sus zonas casi vírgenes resultan inolvidables.
Contemplar el enclave desde el Mirador, sin apenas construcciones en los alrededores y con el aire fresco del océano acariciando la piel, es una auténtica gozada.
Fin del día en la Bodega de Jandía
Ya que estamos en el sur, la mejor opción para comer después del baño, es acercarse a la Bodega de Jandía, un pequeño local tranquilo y agradable en Morro Jable, el pueblo con más habitantes del municipio de Pájara. Nunca defrauda la comida de este restaurante que apuesta por las tapas. Destaca la calidad del jamón ibérico y el queso de cabra de Fuerteventura. El cuidado de los pequeños detalles es una de sus señas de identidad.
Itinerario día 3
Explorar las Cuevas de Ajuy
Las cuevas de Ajuy, declaradas Monumento Natural en 1987, forman parte del Parque Rural de Betancuria, y representan un viaje a la historia geológica de Fuerteventura. Imposible no quedar impresionados por estas espectaculares grutas, por su tamaño y por las curiosas formas que presentan las rocas. En la entrada el mar bate con fuerza.
Pertenecen al complejo basal de Fuerteventura, la base creada por la salida submarina de lava y sedimentos que se elevó a la superficie y que comenzó a formar el territorio hace 100 millones de años, en el periodo Cretácico. Las rocas emergieron desde 3.000 metros de profundidad y empezaron a formar los cimientos que hoy sostienen esta isla y la de Lanzarote.
Acceder a las cuevas es muy sencillo. Hay que dirigirse a la población de Ajuy, a ocho kilómetros de la población de Pájara. De la agradable playa de la localidad parte un camino de unos 500 metros que lleva directamente hasta el lugar.
Recorrer Betancuria, un pueblo con historia
El pueblo de Betancuria, en la zona central de la isla, guarda una atractiva historia. Fundada en 1404 por caballeros normandos, fue capital de la isla. Perdió el título a mediados del siglo XIX, primero a favor de Antigua y después de Puerto del Rosario. En el lugar destacan estrechas calles empedradas y se conservan algunas casonas antiguas. No puede dejar de visitarse la Iglesia de Santa María, antigua catedral, reconstruida en el siglo XVI tras el ataque de unos piratas berberiscos. A la salida del pueblo se encuentran las ruinas del antiguo convento de San Buenaventura. El Museo Arqueológico también resulta interesante. En los alrededores de la localidad destacan el mirador de Guise y, sin lugar a dudas, el Parque Rural de Betancuria.
Comida en el Restaurante La Sombra
En la zona de Betancuria un buen lugar para comer es La Sombra. Bonito y agradable, es un establecimiento que ofrece cocina rústica urbana. Está elaborada de manera sencilla con la mejor materia prima que ofrece la isla. En su carta destacan las brochetas de pollo y las hamburguesas.
Parada en Aguas Verdes, un oasis
En el entorno de Betancuria en el que nos encontramos está Aguas Verdes, un charco natural de aguas cristalinas en medio del mar bravío. Es todo un placer darse un baño relajado en esta especie de oasis en medio de un entorno increíble, indomable. Hay que tener en cuenta que el lugar se puede tornar peligroso si la marea está alta.
Contemplar los Molinos de Fuerteventura
Los molinos son un elemento esencial en el paisaje de Fuerteventura. Los vientos alisios, tan característicos de la isla, han contribuido a ello. Al recorrer su geografía, las siluetas de estas construcciones y el movimiento de sus aspas, aportan singularidad al trayecto. Se estima que los molinos de Fuerteventura, muy vinculados a la actividad agrícola y ganadera, rondan los 1.000. Unos 800 dedicados a la extracción de agua y 200 a moler cereales.
Existen dos tipos de edificación: Los molinos y las molinas. Los primeros tienen origen castellano y las segundas son una adaptación local más simple. Toda la información al respecto se puede encontrar en el Centro de Interpretación de Los Molinos, situado en Tiscamanita. Allí se explican en detalle los aspectos relativos al origen, construcción y función de estos elementos tan integrados en la tierra majorera.
Visitar el lugar es un buen punto de partida para iniciar la Ruta de los Molinos de Fuerteventura. En la misma destaca el viejo molino de Antigua, dedicado al gofio y hoy habilitado para visitar su interior y aprenderlo todo de su funcionamiento. El itinerario se extiende de norte a sur, desde Corralejo hasta Tuineje, pasando por múltiples localidades, como La Oliva, Villaverde, El Cotillo, Tefia, Tuineje, la citada localidad de Tiscamanita y Llanos de la Concepción.
Degustar los platos del Restaurante El Horno
La inspiración rústica está muy presente en la decoración de El Horno, un establecimiento decorado como una antigua casa canaria en la localidad de Villaverde. Aquí se puede degustar la mejor cocina canaria. Todo un referente en la gastronomía de Fuerteventura, en su menú destacan los asados de carne de cabra y el típico puchero canario. Las raciones son abundantes y el precio ajustado.
Itinerario día 4
Empezar el día en el pintoresco Lajares
Lajares, al norte de la isla, a pocos minutos de Corralejo, es uno de esos lugares a los que hay que dirigirse para conocer la Fuerteventura más auténtica, para acercarse a las tradiciones majoreras. Es un pequeño pueblo de casas sencillas de color blanco que contrastan con la piedra volcánica. En sus rincones la vida transcurre con placidez, en comunidad.
La ermita de San Antonio, una construcción pequeña y coqueta de la que apenas se tienen datos históricos, destaca en la plaza. Y los molinos de viento asoman en la parte sur de este rincón majorero donde la artesanía es central. Los viajeros encuentran aquí tiendas pintorescas y talleres dedicados a la elaboración de piezas de seda, joyas, sombreros, cuero, pinturas o jabones. También se pueden adquirir los mejores productos gastronómicos, entre ellos un excelente queso majorero. Los sábados son un buen día para acudir al pueblo, ya que se celebra un mercadillo tradicional muy apreciado por los lugareños.
Caminata hasta el volcán Calderón Hondo
Estando en Lajares, es muy recomendable emprender camino hasta el volcán Calderón Hondo, una sencilla ruta circular de algo más de cinco kilómetros. Desde la cumbre se divisa su enorme cráter de 70 metros de profundidad. En su fondo, coloreado de trazas de azufre amarillo, se puede percibir lo que en su día fue el origen de esta parte de Fuerteventura. Situado a 278 metros de altitud, las vistas son espectaculares. Se contempla una panorámica amplia tanto del norte de Fuerteventura y su extenso malpaís (campo de lava), como de las islas de Lobos y Lanzarote en la distancia.
Parada en el Restaurante La Marisma
Muy recomendable acercarse a La Marisma, en el Cotillo, uno de los más antiguos y populares restaurantes de la isla. Famoso entre los majoreros, permite degustar la gastronomía típica de la isla mientras se disfruta de unas espectaculares vistas al mar. Es habitual ver a los pescadores de la zona acercarse al local para ofrecer los frutos de la faena. Muy recomendables el gofio escaldado, el arroz caldoso con mariscos y los platos de pescado.
Buceo en la playa de La Concha (El Cotillo)
La Playa de la Concha es de las más bellas de Fuerteventura, se caracteriza por su finísima arena de color blanco y su suave oleaje. Bañarse en sus aguas de color turquesa es todo un placer y si os gusta bucear, tenéis aquí el lugar perfecto. Protegida por un arrecife natural , cuenta con una pared de coral llena de vida en la que se puede apreciar una rica fauna. En realidad las aguas de toda la isla ofrecen una atractiva mezcla de hábitats tropicales, mediterráneos y atlánticos. En ellas conviven más de 390 especies marinas: meros, peces loro, sargos, atunes, viejas, barracudas, abades, bocinegros, morenas, mantas raya, tiburones ángel e incluso algún tiburón ballena. Quien se sumerge en sus fondos tiene asegurado un tesoro.
Atardecer en la Playa de los Lagos del Cotillo
Ya que estamos de playas, merece la pena caminar un poco y acercarse a la Playa de los Lagos, pegada a La Concha. Resulta espectacular el conjunto de calas que la conforman. Destacan por su fina arena y la transparencia y placidez de sus aguas. Alejadas de cualquier riesgo, son una buena opción para un baño en compañía de los más pequeños de la familia. Recomendable inspeccionar sus fondos con gafas y aletas y después aguardar la llegada del atardecer en su entorno.
Despedida de la isla en H 20 Juice Bar & Vegan Café
Este establecimiento se encuentra en Corralejo y es una opción diferente con la que despedirse de Fuerteventura. Regentado por una pareja italo-suiza ofrece cocina vegana preparada con productos de primera calidad. Se puede optar por hamburguesas, ensaladas gourmets, crudités con hummus casero, entre otras especialidades. Y como postre, una deliciosa tarta de pera.
Donde dormir en Fuerteventura
En el norte de Fuerteventura, en la zona de Corralejo, hay que destacar dos propuestas excelentes: El Barceló Corralejo Bay, un 4 estrellas Adults only confortable, con grandes piscinas, spa y gimnasio. Y el Barceló Corralejo Sands, un poco más pequeño, ideal para viajes en familia, con amigas o en pareja.
En el centro de la isla, en torno a Caleta de Fuste, también hay varias opciones muy a tener en cuenta. El Barceló Castillo Royal Level, con 70 habitaciones, está situado en primera línea de playa. El Barceló Castillo Beach Resort, con sus más de 400 bungalows y estudios, resulta idóneo para el público familiar o para viajeros de larga estancia. Y el Barceló Fuerteventura Thalasso Spa es el plan perfecto para quienes busquen un oasis de calma junto al mar. Cuenta con su propia oferta de bienestar.
Ya en la zona sur de la isla, junto al mar, se sitúan tres excelentes establecimientos con cuatro estrellas: el Occidental Jandía Mar, perfecto tanto para pequeños como para mayores; el Occidental Jandía Playa, que brinda un plus de diversión para la familia al completo, con sus piscinas, spa, bares, etcétera. Y, finalmente, el Occidental Jandía Royal Level, que propone un servicio exquisito y de lujo a sus huéspedes. Está indicado sólo para adultos.
