El Puertito de los Molinos es una pequeña localidad pesquera del municipio de Puerto de Rosario que no llega a la veintena de habitantes. Entre las razones para visitar esta población situada en la zona centro noroccidental de la isla, se encuentra el buen hacer gastronómico de sus restaurantes y una estupenda playa que invita a practicar surf. No se puede olvidar tampoco, una majestuosa cueva marina que sólo se puede visitar en los periodos de supermareas.

Igualmente singular es que el nombre de este pueblo hace alusión a una construcción muy ligada a la tradición agrícola y ganadería secular de Fuerteventura: los molinos y las molinas de viento. Ambos forman parte de la arquitectura tradicional de la isla que merece la pena conocer.

Qué hacer en Los Molinos, una población pequeña de Fuerteventura

En este pueblo sencillo se puede disfrutar de una playa muy poco concurrida. Si la marea lo permite es posible llegar a pie hasta la cueva marina situada en el lado sur de los impresionantes acantilados que cobijan a la localidad. Otra propuesta es realizar una excursión senderista por el cauce del barranco de Los Molinos, que finaliza precisamente en la villa. Os contaremos con detalle cada uno de estos planes.

  • Playa de Los Molinos

Esta playa se encuentra, como todas las de la isla, muy expuesta a la acción del oleaje. Así, en invierno, la ensenada se cubre de piedras y guijarros precisamente por la acción de las mareas más fuertes; mientras que en verano, periodo en el que el mar se apacigua, los cantos dan paso a un manto de arena de una tonalidad marrón.

 

 

Sus aguas son perfectas para hacer surf, un denominador común de los arenales de la isla. Sin embargo, debido al fuerte oleaje, hay que ser precavidos a la hora de bañarse.

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Puertito de los Molinos. Fuerteventura.
  • Cueva de Los Molinos

En los acantilados al sur de la playa de Los Molinos se encuentran unas cuevas marinas que se pueden visitar en bajamar, cuando el océano se retira y permite caminar sobre una lengua de arena hasta el lugar. Para ello, hay que revisar el ciclo de mareas y tener muy en cuenta el momento en el que vuelven a subir las aguas, si no queremos quedarnos aislados dentro de estas grutas (o algo peor).

De estas cuevas, interconectadas en muchos casos por arcos de los propios acantilados, destaca la llamada cueva Herminia, la más amplia e imponente, con una bóveda alta desde cuyo interior se enmarca una hermosa vista del mar y del pueblecito.

La mejor época para visitar las grutas es en septiembre, mes en el que tiene lugar la llamada marea de El Pino, una supermarea que marca el equinoccio de otoño en la zona.

  • Ruta del barranco de Los Molinos

En el Puertito de Los Molinos desemboca el barranco homónimo. Dicho desfiladero iba por el cauce de un río (hoy riachuelo por proceder de un embalse situado peñas arriba) que fue horadando durante mucho tiempo la zona hasta convertirse en un serpenteante camino de hoces y cañones con paredes de altura bastante considerable.

Paralelamente al cauce del barranco existe un camino perfecto para practicar senderismo. La ruta transcurre por ambos lados del barranco, por lo que hay que atravesar el riachuelo en varias ocasiones. Con una distancia de unos 6 kilómetros, se trata de un itinerario fácil, en el que los senderistas pueden deleitarse tanto con las curiosas y desnudas paredes del barranco, como con la exuberante y autóctona vegetación en la zona del río.

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Puertito de los Molinos. Fuerteventura.

Casa Pon y otros restaurantes donde comer en Los Molinos

El pueblo de Los Molinos tiene fama de acoger buena gastronomía a un precio asequible. El restaurante Casa Pon se ha ganado una merecida fama como local de cocina marinera. Este establecimiento es famoso por sus pescados, papas arrugadas y queso frito a la plancha, así como por su paella de pescado y marisco, y las lapas de temporada.

También se puede acudir al bar restaurante El Puertito, en el que tomar un refrigerio o unas sabrosas tapas. Es un local sumamente original y con unas maravillosas vistas a la playa.

Molinos y molinas de Fuerteventura, una arquitectura singular

En el interior de Fuerteventura se han desarrollado durante siglos una serie de construcciones tradicionales muy vinculadas a la actividad agrícola y ganadera. Son los molinos “machos” y las molinas, que han tratado de aprovechar los vientos de la isla, la más ventosa de las Canarias.

Los molinos “machos” son los tradicionales de viento, aunque con elementos autóctonos. Se trata de edificios de mampostería –realizados con piedra, barro y cal– con planta circular y forma troncocónica. Están coronados por techumbres de madera, que es donde se colocan las aspas, que suelen ser cuatro y, en ocasiones, seis. De dos o tres plantas, la parte inferior sirve para la custodia de las herramientas del molinero y del grano. En la parte superior se encuentra la maquinaria de molturación.

La molina es otro tipo de molino de viento. De dimensiones más reducidas, su finalidad sigue siendo la molienda del grano. Inventadas en el siglo XIX, disponen de una única planta cuadrangular o rectangular en la que se realiza toda la actividad y almacenaje.

  • Molino de Antigua

La localidad de Antigua es ideal para descubrir las construcciones populares de la isla de Fuerteventura. Una de estas edificaciones es el centro de artesanía Molino de Antigua, un viejo molino de gofio recuperado que muestra el interior y la maquinaria de estos edificios tradicionales. Además, las instalaciones cuentan con un vistoso jardín, y salas de exposiciones dedicadas a los restos arqueológicos del pasado aborigen de la isla así como a su tradición artesanal.

 

 

  • Ruta de los molinos y molinas

En el centro de Fuerteventura se puede trazar una ruta de los molinos tradicionales. El itinerario se extiende de norte a sur, desde Corralejo hasta Tuineje, pasando por múltiples localidades, como La Oliva, Villaverde, El Cotillo, Tefia, Tuineje, Tiscamanita y Llanos de la Concepción. Toda esta llanura interior, en torno a dispersos caseríos, está salpicada por antiguos molinos que sobresalen entre los campos y la exótica vegetación.