En el apéndice sur de Fuerteventura, en la península de Jandía, se esconde uno de los más amplios y majestuosos tesoros de esta tierra canaria: la playa de Cofete. Escondida en la parte de barlovento de la península, este increíble arenal de más de 12 kilómetros de extensión cuenta con la inestimable ayuda de las crestas del Parque Natural de Jandía como guardianes de su secreto. La cadena de montañas de la península desciende abruptamente por el lado en el que se encuentra nuestra playa, cuyo difícil acceso tiene como feliz contrapartida poder asistir a un lugar prácticamente virgen.
Sin duda, Cofete es una de las playas más especiales de Fuerteventura, y su visita es susceptible de convertirse en una experiencia inolvidable.
Una excursión a Cofete, en Fuerteventura
La playa de Cofete se encuentra en el extremo sur de la isla de Fuenteventura, en la península de Jandía, dentro del parque natural del mismo nombre. Esta península, de unos 200 kilómetros cuadrados, está separada por el istmo de la Pared, que alcanza unos 6 km de ancho. En tiempos de los guanches (antes del siglo XV) este istmo separaba las partes norte y sur de la isla con una muralla de piedra (de ahí su nombre). Dicha muralla servía para separar las dos poblaciones de la isla: Maxorata, al norte, y Jandía, en la península sur.
Esta preciosa ensenada que te recomendamos se sitúa en la parte occidental de esta península, la llamada por los lugareños: parte de barlovento. Se encuentra en una zona bastante inaccesible y alejada de núcleos urbanos, a la que sólo se puede acceder a través de vehículos adaptados para atravesar pistas forestales y carreteras sin asfaltar. Se trata de un larguísimo arenal que limita por el norte con el islote de las Siete Viudas y por el sur, con el roque del Morro.
Visitar Cofete debe plantearse como una excursión, ya que la ruta no es sencilla. Se deben invertir unos 50 minutos para recorrer los 25 kilómetros que te dejarán a sus pies. A unos 8,5 kilómetros de Morro Jable aparece el desvío hacia Cofete, donde comienza el camino forestal. Este camino atraviesa la cadena montañosa que separa la península de Jandía en dos partes: barlovento y sotavento. A unos dos kilómetros del desvío se encuentra el mirador del barranco Agua Oveja. Desde ahí ya se obtiene la impactante y conmovedora panorámica de la playa. A partir de ese momento, el camino, siempre sinuoso, baja hasta la aldea de Cofete.
Características de la playa de Cofete
La playa de Cofete impresiona. Esto es un hecho. Sus dimensiones, el entorno, la costa y el paraje salvaje en el que se encuentra hacen de esta playa un lugar de ensueño. Sus 13 kilómetros de largo imprimen esa sensación de infinito a la tan particular costa de Fuerteventura, que entremezcla el dorado de la arena con el ocre o rojizo de las rocas volcánicas. Claro que enfrente las olas baten con gusto, no estamos ante un remanso de paz. Cofete es ventosa, sin duda, y en consecuencia el oleaje es fuerte. Perfecto para los valientes del surf, más complicado para las familias. Ante todo, mucha prudencia en el baño.
Recuerda que la playa de Cofete es virgen, está alejada de la civilización y no tiene ningún tipo de servicio. Únicamente, la cercana aldea de Cofete tiene un restaurante, pero no encontrarás nada más que eso. Para todo lo demás, Jandía y Morro Jable.
- Longitud: 13,7 kilómetros
- Anchura: 50 metros
- Tipo de arena: dorada
- Servicios: no
Qué ver en la playa de Cofete
Lo primero que salta a la vista al llegar a Cofete es la espectacularidad del paisaje, un entorno estremecedor que parece propio de otro planeta: a un lado, las enormes paredes que llegan a elevarse más de 800 metros de la cadena montañosa del Parque Natural de Jandía; al otro, la inmensidad del mar acariciando la costa en un inmenso arenal. Hay que tener en cuenta que las enormes dimensiones de esta playa, así como la dificultad de acceso hace que sea un lugar poco concurrido. Una extraña sensación de soledad y, por qué no decirlo, de plenitud, termina por subyugar al visitante en este lugar.
Por las dimensiones del arenal de Cofete, cuando se llega al aparcamiento se debe elegir: ir hacia el norte, para llegar al islote, a 5 kilómetros; o bien al sur, hasta el imponente roque del Morro, a 2,7 kilómetros.
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Aldea de Cofete
Medio kilómetro antes de llegar al aparcamiento de la playa se encuentra la aldea de Cofete. Es un puñado de viviendas diseminadas cuyos orígenes se remontan a principios del siglo XIX, cuando llegaron los primeros habitantes a la zona. Estos pioneros eran campesinos que vivían en condiciones muy duras y con una marcada situación de aislamiento. Su economía se regía por la pesca, el marisqueo, la ganadería caprina y la recolección de plantas costeras para la elaboración de tintes.
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Cementerio de Cofete
Junto al aparcamiento, en plena playa, se encuentra uno de los cementerios más singulares que se pueden visitar. Este sencillo camposanto fue construido en el siglo XIX por los lugareños como alternativa a trasladar a los difuntos en dromedario hasta la iglesia de Pájara, a 40 kilómetros, como se hacía hasta entonces.
El cementerio está delimitado por un pequeño muro de poco más de 40 centímetros de alto por donde no deja de colarse la arena de la playa. En el interior se encuentran cientos de cruces de madera. También existe una puerta de madera para acceder al interior. Junto a esta puerta hay una lápida en la que están inscritos los nombres de los difuntos que descansan en tan particular lugar.
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Villa Winter, la misteriosa mansión de Cofete
A un kilómetro de la aldea se sitúa la misteriosa Villa Winter, una mansión construida en los años 40 del siglo XX por el ingeniero alemán Gustav Winter y que ha dado pie a multitud de leyendas sobre una posible “atalaya” de secretos nazis tras sus muros. La mansión Winter, de hecho, ha inspirado novelas como Fuerteventura, de Alberto Vázquez-Figueroa.
El ingeniero fue considerado, por los servicios británicos durante la Segunda Guerra Mundial, un espía alemán. Junto a la vivienda se encuentra una vagoneta Krupp y parece haber restos de metralla en sus muros. Todos estos elementos, incluida la llamativa torre blanca que corona el edificio, no hacen más que más impulsar la elucubración sobre tan singular fortaleza.
Servicios en la playa de Cofete
A tener en cuenta: no hay ningún tipo de servicios en la playa de Cofete. Como ya hemos dicho, se trata de un extensísimo arenal absolutamente virgen al que conviene venir con agua y comida suficiente para pasar la jornada. Muy importante es proteger la piel ante el sol y algún sistema que proporcione sombra y sea resistente a la fuerza de los vientos que baten la playa casi de forma permanente.
Pero, como también hemos dicho, si te apetece comer en algún establecimiento de hostelería siempre está la alternativa es acercarte a pie hasta la aldea de Cofete y visitar su restaurante, o bien tomar el coche y acercarte a Jandía o Morro Jable.
Actividades en la playa de Cofete
La principal actividad en la playa de Cofete es, sin duda, el senderismo. Ya el hecho de llegar a ella supone disfrutar de una caminata llena de atractivos paisajísticos. De hecho, es tal la belleza de este entorno que cada año vienen aquí numerosas personas amantes de la fotografía de naturaleza con la intención de capturar en sus imágenes los contrastes que regala la geología del lugar.
También su riqueza biológica, porque la playa de Cofete es un buen emplazamiento para descubrir y admirar la gran variedad de avifauna que habita o pasa por aquí en diferentes momentos del año.
Respecto a las actividades acuáticas, debes sabe que, por la constancia del viento, las corrientes y el fuerte oleaje está desaconsejado el baño. De hecho, no es recomendable nadar pues, más allá de mojarse las piernas, puede resultar peligroso. La contrapartida es que todos esos elementos adversos para la natación convierten a la playa de Cofete en un magnífico lugar para la práctica del surf y del bodyboard.
