Pájara
Dunas, barrancos e impresionantes playas se extienden a lo largo de Pájara, el municipio más extenso de la isla majorera y en el que se encuentra la cima de Fuerteventura: el pico de la Zarza (a 817 metros sobre el nivel del mar). Para visitar este distrito, podemos delimitar fácilmente dos zonas: el norte, donde se halla el pueblo de Pájara, su capital; y el sur, o lo que es lo mismo, el sector correspondiente a la península de Jandía, que antiguamente era una isla y que en la actualidad permanece unido a Fuerteventura por el istmo arenoso de La Pared. Es en la zona más meridional donde se encuentran los principales focos turísticos de la isla, como Costa Calma y Morro Jable.
Pero antes de referirnos a ellos y a sus sensacionales playas, vale la pena acercarse a la capital para conocer la iglesia de la Virgen de la Regla, un templo en el que sorprende la ornamentación de su portada, pues en ella encontramos elementos iconográficos —como serpientes, soles, lunas, aves o leones— aparentemente inspirados en el arte azteca, hecho que ha llevado a los historiadores del arte a desarrollar hipótesis diversas con el objetivo de explicar tan asombrosa influencia. Por lo demás, se trata de un templo con dos naves separadas por una arquería de medio punto —la cual se eleva sobre columnas dóricas— y cubierto por una atractiva armadura de madera. También resultan interesantes los retablos barrocos que ocupan los testeros de ambas naves.
Otro punto de interés emplazado en la zona norte del municipio, a diez minutos en coche de Pájara, es el Monumento Natural de Ajuy, un espacio protegido que presenta sedimentos oceánicos y fósiles de animales marinos ya extinguidos.
Pero si por algo Pájara es uno de los destinos turísticos de referencia es por su impresionante litoral, en el que podréis encontrar playas para todos los gustos, desde la pequeña playa de La Pared, situada en la localidad homónima, hasta las larguísimas y prácticamente desérticas playas de Barlovento y Cofete, ambas emplazadas en la costa oeste.
Por su parte, las playas de la costa este tienen una mayor afluencia de bañistas, lo que resulta lógico por hallarse próximas a las principales poblaciones turísticas. Las playas de Costa Calma resultan especialmente agradables debido a su poca profundidad, a la transparencia del agua y a su fina arena. Destaca entre ellas la playa de Sotavento, con magníficas condiciones para la práctica de deportes como el windsurf. Prueba de ello es el hecho de que haya sido sede desde 1986 del Windsurf Freestyle Grand Slam. Más al sur, frente a la localidad pesquera de Morro Jable, encontramos la playa del Matorral, que destaca asimismo por su arena blanca y su agua cristalina. Es, además, uno de los sitios de interés científico de la isla, pues se trata en realidad de un saladar, es decir, una zona que la marea inunda periódicamente y en la que viven determinadas plantas que toleran el agua salada. Asimismo, determinadas aves, como la tarabilla canaria, nidifican en ella.
Los amantes de los parajes recónditos pueden terminar este recorrido por el municipio de Pájara en el faro de Punta Jandía, uno de esos rincones mágicos situados al final de una lengua terrestre que se adentra en el Atlántico. Eso sí, en caso de aventuraros a descubrir el punto más meridional de la isla, no perdáis la ocasión de pasar por El Puertito y probar el que aseguran que es el mejor pescado de Fuerteventura.