Este bosque mágico cerca del lago de Banyoles, en Girona, es uno de esos lugares donde las leyendas se funden con la realidad. Las enormes grietas y las cuevas que jalonan este espacio verde nacen de la naturaleza del travertino, pero han sido el origen de muchos cuentos que aseguran que unas hadas del agua, llamadas Goges, se escondían entre estos recovecos durante el día y salían por la noche a respirar el aire y a hacer brillar sus vestidos. Se supone que son buenas para la fertilidad de la mujer. Por eso no es raro quienes buscan, aún hoy en día, los restos de estos seres maravillosos entre los palacios rocosos de Les Estunes.
Naturaleza
Este bosque está situado en el municipio de Porqueres, dentro de un área llena de robles y encinas. De entre todos sus árboles destaca el llamado roble Gros, un enorme ejemplar muy antiguo situado cerca del Mas Corralot.
Lo más curioso de este lugar, y que lo hace mágico, son las grietas en las rocas de travertino que abundan en la zona y que crean cuevas y recovecos excavados muy llamativos.
Estas grutas, consideradas una de las formaciones lacustres de origen cárstico más importantes en Cataluña, son enormes e incluso, en muchas de ellas, cabe perfectamente una persona dentro. De hecho, la zona está considerada como un geotopo, es decir, un área geológica de especial protección.
Los expertos consideran que estas especies de cuevas surgieron por el movimiento telúrico de la tierra o terremotos que se produjeron hace millones de años y el lugar se ha mantenido durante siglos con su fauna y su flora.
Además de estos árboles que forman el bosque podemos encontrar arbustos, enredaderas y helechos. Entre los animales que podemos encontrarnos hay una importante colonia de pájaros que hacen todavía más agradable un paseo por las rutas que lo atraviesan.
Se han encontrado fósiles acuáticos provenientes de las aguas del lago de Banyoles que hace millones de años se filtraban por estas grietas.
Rutas
Les Estunes no es un lugar peligroso pero sí hay que ir con cuidado sobre todo con los más pequeños y con las grietas que nos vamos encontrando porque algunas tienen una profundidad increíble que no se aprecia a simple vista.
La principal ruta por este paraje mágico es circular y la podemos arrancar desde varios puntos. Lo más habitual es iniciarla desde el aparcamiento, donde muchos dejan el coche para iniciar la caminata. Allí hay bastante información sobre el lugar y la leyenda de las Goges.
El camino está señalizado con unas bonitas hadas que te señalan hacia dónde ir para facilitar la caminata. Aunque merece la pena salirse un poco de la senda para disfrutar de las grietas que nos vamos encontrando, de la flora y de la fauna pero siempre sabiendo cómo volver al camino.
La ruta cruza un puente de madera y unas escaleras de piedra que es uno de los lugares más mágicos del bosque: en la señal siguiente gira a la derecha, al contrario de lo que indica, hasta dar con una grieta enorme donde parece que algo brilla en su interior. Es tan grande que se puede atravesar para salir de nuevo al bosque y a la ruta después de haber tenido una experiencia única que gustará tanto a los más mayores como a los más pequeños.
Es el mejor lugar para explicar los palacios en las rocas que, según cuentan, las hadas del agua levantan escondidos para no chocarse con los humanos.
Hay otro itinerario, calificado como ruta 2, que también es circular y que sale del centro de información, pero son apenas cuatro kilómetros y atraviesa los alrededores como el antiguo balneario de la Puda o el Estanyol d’en Montalt antes de llegar a Les Estunes.
Donde alojarse en Girona
Después de un paseo por un bosque como Les Estunes, qué mejor opción para alojarse que en la playa y en uno de los lugares más bonitos de Girona: el Hotel Roses Platja, a menos de 300 metros del centro de la ciudad pero en primera línea de mar.
Decorado al más puro estilo colonial, el complejo cuenta con todos los servicios para huéspedes que viajan con familia, con amigos o en pareja.
La mayoría de las 167 habitaciones con las que cuenta el Roses Platja tienen vistas al mar y una terraza privada donde disfrutar de uno de los mejores atardeceres de la zona y de una tranquilidad tan mágica como la de las hadas del agua.
En cuanto a la oferta gastronómica, el Roses Platja cuenta con un restaurante buffet donde hay una gran oferta de platos de cocina mediterránea y también con un snack bar y su bella terraza que resulta ideal para tomar un aperitivo o un cóctel mirando al mar.
El complejo cuenta también con una zona ajardinada, que es un paseo ideal para entrar directamente en la playa. Si no queremos pisar la arena, también dispone de una piscina con solárium.