Monells es un pequeño pero encantador pueblo medieval situado en el corazón del Baix Empordà, en la provincia de Girona, Cataluña. Rodeado de campos y paisajes que parecen sacados de un cuadro, Monells es famoso por su arquitectura bien conservada, sus calles empedradas y su ambiente tranquilo, que parece transportar a los visitantes a otra época. Este pintoresco rincón de la región saltó a la fama gracias a su aparición en la película española Ocho apellidos catalanes, lo que atrajo la atención sobre su belleza atemporal. Sin embargo, más allá de su breve momento de estrellato cinematográfico, Monells ofrece a los viajeros una experiencia genuina de la vida en un pueblo medieval catalán, con un casco antiguo fascinante y una rica historia que se despliega a través de cada piedra de sus calles.
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- Historia de la localidad: Monells, el pueblo que se ha quedado a vivir en la Edad Media
- Qué puedes ver y hacer: la Plaza Jaume I, punto de partida para perderte por el pueblo y dejarte sorprender
- Dónde comer: cocina tradicional catalana bajo los soportales de la Plaza Jaume I
- Localidades cercanas: la ruta de los pueblos medievales del Empordà
Historia de la localidad: Monells, el pueblo que se ha quedado a vivir en la Edad Media
Monells tiene sus raíces en la época medieval, y aunque hoy es un lugar pequeño y sereno, en su momento fue un importante centro comercial y administrativo. La historia de Monells se remonta al siglo X, cuando la localidad comenzó a formarse alrededor de un castillo del que hoy apenas quedan restos, salvo algunos lienzos de murallas y torres. Este castillo era el centro de poder de los señores feudales que controlaban el territorio circundante, y fue en torno a él que Monells creció y prosperó.
Durante la Edad Media, Monells fue conocido por su mercado, uno de los más importantes de la región. Este mercado se celebraba en la Plaza Jaume I, que aún hoy es el corazón del pueblo. La plaza, rodeada de edificios de piedra y arcos, es un testimonio vivo de la importancia que tuvo Monells en aquella época. Aunque el castillo fue destruido y la relevancia política del pueblo disminuyó con el tiempo, Monells logró mantener su carácter histórico y arquitectónico casi intacto, lo que lo convierte en un verdadero tesoro medieval.
La iglesia de Sant Genís, que data del siglo XI, es otro punto de interés histórico. Aunque ha sido modificada a lo largo de los siglos, todavía conserva elementos de su construcción original como la cabecera románica, mientras que la nave y el ábside son góticos y el campanario barroco. Monells también fue escenario de varios acontecimientos durante las Guerras Carlistas en el siglo XIX, y aunque estos conflictos dejaron su huella, el pueblo ha conseguido mantener su esencia a lo largo de los años.
Qué puedes ver y hacer: la Plaza Jaume I, punto de partida para perderte por el pueblo y dejarte sorprender
Monells es un lugar para pasear sin prisas y dejarse llevar por el encanto de sus calles. La Plaza Jaume I es el punto de partida ideal para explorar el pueblo. Esta plaza, con su atmósfera tranquila y sus edificios de piedra con soportales, es uno de los lugares más fotografiados del Empordà. Aquí, puedes sentarte en una de sus terrazas y disfrutar del ambiente mientras observas el ir y venir de los pocos turistas que se aventuran por este rincón.
Otra visita obligada es la iglesia de Sant Genís. Esta iglesia, con su sencilla pero hermosa arquitectura de origen románico, es un testimonio de la historia religiosa del pueblo. El interior, aunque sobrio, guarda un ambiente de recogimiento que contrasta con la luz que inunda la plaza exterior.
Y, por supuesto, no te puedes ir sin aventurarte por la preciosa Calle dels Arcs, un ejemplo de arquitectura gótica que discurre bajo varios esbeltos arcos de piedra. Esta calle te conducirá hasta la pequeña Plaza del Oli, un lugar que, con sus arcadas de piedra y enredaderas, parece haber quedado detenido en el tiempo. Aquí se celebraba el mercado del pueblo hasta los siglos XIV-XV, cuando se trasladó a la Plaza de Jaume I.
Para los amantes de la naturaleza, Monells también ofrece rutas de senderismo que conectan el pueblo con los hermosos paisajes del Empordà. Caminando por estos senderos, puedes descubrir la belleza natural de la región, con sus campos, bosques y vistas panorámicas de los Pirineos en la distancia. La ruta que conecta Monells con los pueblos vecinos de Cruïlles y Sant Sadurní de l’Heura es especialmente recomendable, ya que permite explorar otros rincones con encanto del Empordà.
Dónde comer: cocina tradicional catalana bajo los soportales de la Plaza Jaume I
Monells cuenta con varios restaurantes que ofrecen una muestra de la cocina tradicional catalana, con un fuerte énfasis en los productos locales. La oferta gastronómica es variada, desde pequeños bares y cafeterías en la plaza principal hasta restaurantes de mayor renombre que destacan por su calidad y atención al detalle.
Uno de los lugares más recomendables para comer en Monells es El Roura Blanch, un restaurante ubicado en un edificio histórico que sirve platos típicos de la cocina empordanesa. Aquí podrás disfrutar de especialidades como el suquet de peix (un guiso de pescado) o el recuit de drap (un postre lácteo típico de la región).
Otro restaurante destacado es La Neta de Ca l’Arcadi, situado en la Plaza Jaume I. Este acogedor lugar ofrece una experiencia gastronómica en un ambiente rústico y encantador. Su menú incluye una selección de tapas y platos tradicionales como la coca con escalivada y anchoas o crema catalana de postre.
Localidades cercanas: la ruta de los pueblos medievales del Empordà
Monells está rodeado de otros pueblos y localidades que merecen una visita. A solo unos kilómetros de distancia se encuentra Pals, otro hermoso pueblo medieval famoso por su casco antiguo, lleno de calles empedradas y casas de piedra. Pals ofrece un recorrido histórico y paisajístico que complementa perfectamente la visita a Monells.
Otra parada recomendada es Peratallada, quizás el pueblo medieval mejor conservado de la región. Con su impresionante castillo, sus murallas y su red de calles laberínticas, Peratallada es un ejemplo excepcional de la arquitectura medieval catalana. Aquí podrás pasear por sus callejones y descubrir rincones llenos de historia y encanto.
Finalmente, La Bisbal d’Empordà, la capital de la comarca, es conocida por su cerámica y su mercado. Una visita a La Bisbal ofrece una oportunidad para explorar su castillo, sus tiendas de cerámica y disfrutar de la animada vida local.