Cadaqués, al primer vistazo, parece una auténtica pintura costumbrista. Un lugar en el que los colores naturales y humanos armonizan a la perfección dibujando un decorado idílico en el que el blanco de las casas, el azul de cielo y mar y el verde esmeralda que tapiza el fondo de sus calas son protagonistas de la paleta de colores. 

No es de extrañar, por tanto, que un artista de la sensibilidad de Salvador Dalí eligiera Cadaqués y la pequeña bahía de Port Lligat como su residencia durante buena parte de su vida. Su casa se convirtió en el refugio de numerosos amigos artistas e intelectuales que convirtieron lo que era un pequeño pueblo de pescadores en uno de los puntos de encuentro fundamentales para el arte de mediados del siglo XX. 

  1. Paseo por el casco antiguo
  2. Cap de Creus y Faro de Cadaqués
  3. Calas y playas cercanas
  4. Dónde comer en Cadaqués
  5. Mejores hoteles en la provincia de Girona

Contexto e historia de Cadaqués 

De la belleza del lugar, en pleno Cap de Creus, ya fueron muy conscientes los íberos, que estuvieron entre los primeros pobladores de este lugar. Luego los griegos lo utilizaron como puerto ocasional para sus transacciones comerciales y uno de los puntos de conexión con lo que hoy es el complejo arqueológico Empúries (vincular a URL correspondiente?).  

En la Edad Media aquel originario núcleo de población tuvo un gran vínculo con el cercano monasterio de Sant Pere de Rodas (vincular a URL correspondiente?), al que suministraba de pescado, pero con el que también mantuvo numerosos vínculos sociales y culturales.  

El hecho de que Cadaqués estuviera rodeado de murallas, de las que hoy apenas queda una torre, se explica por los ataques de corsarios y berberiscos, tan habituales en todo el litoral mediterráneo hasta bien entrado el siglo XIX. 

El siglo XX trajo el descubrimiento de los muchos encantos de Cadaqués por parte de numerosos artistas de renombre internacional. No solo Dalí, que tuvo su primer contacto con la localidad durante unas vacaciones con sus padres cuando tenía nueve años. También pasaron por aquí Picasso, Max Ernst, Magritte, Pau Casals, Eugeni d’Ors, Federico García Lorca y Luis Buñuel, estos dos, amigos íntimos de juventud de Dalí. 

Paseo por el casco antiguo 

El casco antiguo de Cadaqués, distribuido en torno a la iglesia de Santa María y frente a la bahía y la playa Gran, es un auténtico laberinto de callejuelas, empinadas cuestas, pequeñas placitas y miradores al mar y la montaña. Todo ello pavimentado con el típico rastell, tipo de construcción a base de piedras labradas extraídas del borde del mar y flanqueado por casas de blancas fachadas. Los marcos de puertas, ventanas y balcones están pintados de vivos colores.   

Lo que se considera como el casco antiguo de Cadaqués corresponde con el trazado medieval de la localidad, antaño rodeada de murallas. De éstas solo queda en pie uno de los baluartes, que está integrado en el mismo edificio del Ayuntamiento 

Entre las calles más pintorescas están Es Call, con el colorido de las buganvillas que cuelgan desde muchos de sus balcones, y la de Santa María, cuyo trazado describe una caprichosa curva y que igualmente está decorada con numerosas flores.  

 

Iglesia de Santa María 

La iglesia de Santa María es, sin duda, el monumento más importante de Cadaqués. También es, con diferencia, el edificio que más destaca en el perfil urbano del pueblo. Se construyó a mediados del siglo XVI y es de estilo gótico tardío. El templo se levantó sobre el solar de la iglesia primigenia, destruida durante un asalto del turco Barbarroja, en 1543. 

En el interior, la pieza más llamativa es el retablo barroco del altar mayor. Se trata de uno de los mejores exponentes de la escuela escultórica de Vic, con Pau Costa y Joan Torres como autores. Pero en esta iglesia y distribuidos en diferentes capillas hay nueve retablos más, realizados en madera sobredorada.  

No menos importante es el órgano de esta iglesia de Santa María, realizado a finales del siglo XVII por el maestro Josep Boscà. Está considerado como uno de los más antiguos de Cataluña y, como tal, una auténtica joya de para la música sacra. 

 

Casa-Museo Salvador Dalí 

Como ya hemos comentado, el genial artista Salvador Dalí vivió en Cadaqués durante largas décadas. Su casa, en la que residió junto a su musa y el gran amor de su vida, Gala, es hoy un museo que está entre los más visitados de la zona.  

Desde luego la visita es obligada y conforma un recorrido cultural en torno a la figura de este pintor y escultor, en el que también figuran el Teatro-Museo Dalí en Figueres (vincular a URL correspondiente?) y el Castillo Gala Dalí de Púbol (vincular a URL correspondiente), que es donde él pasó sus últimos años de vida. 

El museo de Cadaqués se encuentra en plena bahía de Portlligat e inicialmente se trataba de una barraca de pescadores que Dalí compró, reformó y amplió hasta convertirlo en su casa y su taller. Aquí vivió y trabajó hasta la muerte de Gala, en 1982. Y aquí dejó buena parte de su legado creativo. Lo que hoy se puede admirar es parte de ese legado, además de numerosos objetos personales de la pareja. La casa, como tal es un auténtico laberinto de estancias, escaleras, patios, y puertas de caprichosas formas, siempre en relación con el encantador paraje marítimo junto al que se encuentra.  

Cap de Creus y Faro de Cadaqués 

El Cap de Creus es el accidente geográfico en el que se sitúa Cadaqués. Un gran y abrupto promontorio rocoso abrupta que se adentra en mar en el extremo Nororiental de la Península Ibérica. Está enmarcado por El Port de la Selva, al norte, y Roses, al sur, ambas localidades de más que recomendable visita. 

Cap de Creus está considerado como Parque Natural, con protección a nivel autonómico, y también forma parte de la red Natura 2000, siendo Zona de Especial Protección de las Aves (ZEPA). Esto no es más que el reconocimiento institucional a uno de los espacios protegidos más valiosos, diversos e impresionantes de esta zona del Mediterráneo.  

Un lugar también muy importante desde el punto de vista histórico, en el que se encuentra el ya mencionado complejo del monasterio de Sant Pere de Rodes. Este es uno de los principales recintos religiosos de Cataluña, construido hace más de 1.000 años, cuyo dominio, en su momento alcanzó a tener dos terceras partes de Cap de Creus. 

El cabo está repleto de lugares desde los que se dominan espectaculares paisajes naturaes. Sobre todo en su unión con el mar. Entre ellos, el conocido como Faro de Cadaqués, sobre Cala Nans, inaugurado en 1874 y convertido desde entonces en uno de los iconos arquitectónicos de la zona. Se puede acceder a él desde el centro del pueblo en una agradable ruta de unos 6 kilómetros a pie.  

 

Calas y playas cercanas 

Entre las calas situadas en el término municipal de Cadaqués y su entorno destacamos las siguientes por su belleza y autenticidad: 

 

Cala Guillola 

A Cala Guillola se accede a través de un estrecho camino que parte desde las inmediaciones de Cap d’en Roig. Pese a su reducido tamaño (apenas 10 metros de anchura y unos 50 de longitud) merece venir aquí por la sensación de estar en un lugar prácticamente virgen. 

 

Cala Culip 

Se accede a ella desde un sendero situado junto al aparcamiento del puesto de información del Parque Natural Cap de Creus. Por la transparencia y rica vida submarina de este lugar es muy aconsejable la práctica del snorkel. Es un buen lugar para ir con niños, por el suave desnivel que hay al entrar en el agua.  

 

Cala Bona 

Este refugio rocoso de apenas 8 metros de anchura es ideal para los días en que sopla fuerte el viento. También para disfrutar de una comunión casi total con el paraje natural en que se encuentra. 

 

Sa Sabolla 

Pese a la dificultad de acceso a esta cala, a través de una empinada y estrecha escalera, merece la pena el esfuerzo (y el vértigo) pues se trata de una de las más bonitas del entorno de Cadaqués. Una auténtica delicia para quienes busquen bañarse en lugares con una especial escenografía.  

 

Dónde comer en Cadaqués 

Restaurantes, bares y terrazas donde comer en Cadaqués hay muchos y muy variados tanto en temática como en precio. Entre los más valorados tanto por los usuarios como por los medios especializados está Compartir Cadaqués (Riera Sant Viçenc, s/n), primer restaurante del equipo formado por Oriol Castro, Mateu Casañas y Eduard Xatruch, que se conocieron hace años en las cocinas de El Bulli y que también están detrás del barcelonés Disfrutar, con dos estrellas Michelin. Aquí ofrecen una variada propuesta mediterránea, ideal para comer entre varios en un ambiente francamente seductor, tanto en terraza como en interior.  

Más popular es Celeste (Nou, 1), otro templo de la cocina mediterránea pero en este caso con acento italiano. Su pasta presume de autenticidad y calidad, como los ingredientes que la aderezan: salmón, atún, bacalao, bresaola, pesto, burratina, pulpo, pez espada… Su ubicación, frente al mar, resulta inmejorable.  

Quienes prefieran comer bocadillos, tapas y/o raciones tienen una buena opción en Es Bar de Dalt (Carles Rahola, 2). Triunfan sus croquetas variadas (de pollo, pan con tomate, sepia, jamón ibérico, queso gorgonzola), las anchoas con pan y tomate, las escalivadas en diferentes combinaciones y el lomo a la plancha o empanado. 

Por último, el restaurante La Sirena (Call, s/n) es ideal para degustar un sabroso arroz mediterráneo, platos de pescado capturado en el día y buen marisco mediterráneo. Todo con el acervo de la suculenta cocina marinera de la zona. 

Mejores hoteles en la provincia de Girona 

Junto al Cap de Creus y muy próximo a Cadaqués está el Hotel Roses Platja, en primera línea de costa. Muy próximo también al centro de Roses, localidad donde se encuentra, este alojamiento ofrece 167 habitaciones perfectamente equipadas para unas vacaciones o una escapada tanto para familias como para parejas.  

Entre las instalaciones de este hotel destaca su piscina con solárium, situada en una amplia zona ajardinada que permite acceder de forma directa a la playa. También muy recomendable su restaurante buffet, en el que degustar muchos de los mejores platos de la cocina mediterránea. Y, entre horas, la opción es el snack bar, con una amplia terraza al aire libre y el Mediterráneo de fondo.