Las ruinas de Empúries, datadas en su origen en torno al siglo VI antes de Cristo, tienen la particularidad de que fueron ocupadas primero por los griegos y, más tarde, por los romanos. Son un destino altamente recomendable no sólo para los aficionados a la arqueología, sino para todo tipo de visitantes, ya que el enclave tiene mucho encanto y todo el que llega hasta aquí acaba fascinado por la importancia estratégica y la belleza de este lugar. 

  1. Historia de las ruinas de Empúries
  2. Museo de las ruinas de Empúries
  3. Recomendaciones para la visita

Ubicadas en el golfo de Roses, las excavaciones de las ruinas de Empúries están exactamente a 2 kilómetros de L’Escala y a poco más de 500 metros de Sant Martí d’Empúries, por lo que se puede acceder a las mismas desde cualquiera de estas poblaciones que miran al mar.  

La entrada al recinto incluye la visita al museo donde podrás contemplar una selección de joyas arqueológicas encontradas aquí desde que comenzaron las excavaciones en 1908.  

Historia de las ruinas de Empúries 

El nombre de Empúries procede del término griego “Emporion”, que significa mercado o centro comercial. Esto tiene sentido, porque esta ciudad se levantó en el antiguo delta del río Fluviá al ser un cruce de varias rutas comerciales y tener un puerto natural que daba cobijo a los barcos. El primer asentamiento griego, en Sant Martí d’Empúries,  data del siglo VI a.C., exactamente del año 575 a.C., pero un siglo más tarde sus fundadores, comerciantes procedentes de Turquía, trasladaron Emporion hasta la localización actual de las excavaciones, convirtiéndose en uno de los puertos más importantes del Mediterráneo. 

Durante la segunda guerra púnica (principios del siglo III a.C.), Emporion pasó a formar parte del Imperio romano y cambió su denominación a Emporiae, marcando el comienzo de la romanización de la península Ibérica. Fue un lugar muy apreciado por el propio Julio César, quien construyó, en el siglo I a.C., un gigantesco barrio detrás de la antigua ciudad griega para dar servicio a los veteranos de sus campañas bélicas, con anfiteatro, gimnasio, comercios y tabernas alrededor del foro.  

Hasta que Empúries perdió su importancia en el siglo III d.C., debido a la pujanza de Gerunda (Girona), Barcino (Barcelona) y Tarraco (Tarraco), y quedó finalmente abandonada. En el siglo XVII la población de L’Escala comenzó a utilizar las piedras griegas y romanas de Emporion/Emporiae como material de construcción, hasta 1908, año en que comenzaron las excavaciones de Empúries. De momento, sólo se ha destapado el 25% de la superficie de las ruinas.  

Arquitectura y monumentos 

La visita al complejo grecorromano de las ruinas de Ampurias resulta fascinante sólo con pensar que vamos a pisar un territorio con milenios de historia. Sólo por dar un dato, diremos que aquí hay 150 mosaicos de diferente tipología y técnica si sumamos los de la ciudad griega y los de la romana. Por supuesto, también hay templos, como los de Serapíeion y Asklëpios, este último dedicado al dios de Medicina y en el que se puede ver una copia de una estatua dedicada a esta deidad, cuyo original está en el museo. Desde aquí se ve una panorámica increíble del complejo, con toda la ciudad griega y el mar como telón de fondo.  

El Foro y la Ciudad Griega 

La visita comienza con la Ciudad Griega, la Neápolis de Emporion. Aquí vamos a descubrir los restos de la muralla, del ágora, del mercado y de otros edificios públicos, como la fábrica de salazón donde se hacían las conservas del pescado. También tendremos posibilidad de visitar una casa particular con un gran mosaico que decoraba la sala de banquetes de la misma.  

El Anfiteatro Romano 

Ubicado en la ciudad romana, encontramos un espectacular anfiteatro con capacidad para 3.300 espectadores. También podremos ver el edificio reconstruido del Ambulacrum el pórtico que rodeaba el foro; el Cardo Maximus, las termas públicas y la muralla, además de los fabulosos mosaicos que decoran los suelos de las domus.  

Museo de las ruinas de Empúries 

Situado entre la ciudad griega y la romana, existe un pequeño museo donde se exhibe una colección de objetos encontrados en las excavaciones de las ciudades griega y romana y en el entorno. Hay desde juguetes infantiles -merece la pena detenerse en una muñeca articulada- hasta esculturas, joyas y diversos objetos de la vida cotidiana.  

La estructura del museo es cronológica y, por eso, podremos ver primero objetos de los primeros pobladores del territorio, de la Edad del Bronce y del Hierro; después de los griegos, y más tarde de las ruinas romanas de Ampurias, para acabar con el periodo tardorromano. Además, este museo organiza interesantes exposiciones temporales.  

La sala más importante del museo es la sala de Asklëpios, donde se exhibe el original de la estatua de mármol de Asklëpios, hallada en varios fragmentos en 1909. Mide 2,20 metros de altura y pesa unos 900 kilos. Hasta 2008, dicha estatua se mostraba en el Museo de Arqueología de Cataluña en Barcelona.  

Recomendaciones para la visita 

La entrada general a las ruinas de Empúries cuesta 7 euros, si bien hay precios reducidos para jubilados, familias numerosas, estudiantes, etc. Los desempleados tienen acceso libre. Además, el primer domingo de mes, desde septiembre hasta junio, también es gratis. La entrada incluye la visita al yacimiento arqueológico, al museo y a la audioguía. Hay que tener en cuenta que el yacimiento no tiene aparcamiento, por lo que tendrás que dejar el coche en los alrededores o en L’Escala, y después dar un paseo. 

Tanto las ruinas como el museo están abiertos todo el año y el horario es de 10 a 20 horas en temporada alta y de 10 a 17 horas en temporada baja. Eso sí, el acceso al recinto se cierra una hora antes de la clausura.  

Si deseas ver cómo podría ser una domus romana de “Emporiae”, puedes reservar, por 1,50 euros, una visita en 3D de la casa romana de los mosaicos. Una edificación de unos 1.000 metros cuadrados, con 45 habitaciones, que se amplió con la construcción del criptopórtico. Podrás sumergirte en el atrium –habitación central-, los cubicula –habitaciones-, el triclinium –comedor-, el tablinium –oficina- y el peristylium con su viridarium, un gran jardín inspirado en Pompeya. 

El tiempo que se tarda en hacer la visita es, aproximadamente, de 90 minutos. Conviene evitar las horas centrales del día en verano, porque hay pocas sombras donde guarecerse.  

Si llevas mascota, recuerda que está permitido su acceso a las ruinas Ampurias, pero deben estar convenientemente atadas durante el recorrido.