Girona es un escenario perfecto para convertir una escapada entre amigos en el viaje de la de la pandilla, en mayúsculas. Es una ciudad llena de rincones históricos donde revivir leyendas, películas y series, como Juegos de Tronos; de lugares donde practicar deportes de montaña y de calas y playas donde perderse en grupo para impregnarse de la esencia mediterránea. Tampoco nos podemos olvidar de la gastronomía porque Girona es perfecta para comérsela y bebérsela entera y si es en buena compañía, mejor.
Selección de planes
Ruta de Juego de Tronos
Muchos recordarán la escalera que se abre justo cuando arranca el camino de la vergüenza que tiene que recorrer Cersei en la temporada 5 de Juego de Tronos. La gran puerta que se mueve lentamente del Gran Septo de Baelor es la de Catedral de Girona aunque un poco customizada, la verdad.
En cualquier caso, seamos fans o no de esta famosa serie, este templo sobre una colina que tardó más de siete siglos en terminarse completamente es una visita increíble llena de secretos como la torre de Carlomagno o que la nave de más de 20 metros de altura sólo es superada en tamaño por la iglesia de San Pedro en el Vaticano.
Para sentirse un poco protagonista de Juego de Tronos habrá que ascender los 90 escalones hasta llegar a la puerta de la Catedral (la escalinata también fue Desembarcao del Rey cuando aparece la reina Margaery) para entender las vistas increíbles que enamoraron a los creadores de la famosa serie.
Pero la catedral en sí no es el único escenario que sale en la serie, callejuelas cercanas son Braavos cuando Arya Stark se queda ciega y está pidiendo como mendiga; la Plaza del Jurats es el escenario del teatro cuando busca a una actriz para matarla y hasta los Baños Árabes, otra de las atracciones históricas de Girona, es uno de los lugares que recorre en su huída.
El barrio judío
La judería de Girona es una de las más importantes de España y un lugar único para perderse con los amigos y recorrerla casi sin rumbo fijo. Sus callejuelas y patios dan una idea casi exacta de cómo era la ciudad cuando una de las comunidades hebreas más influyentes de Cataluña convivía con cristianos sin problema. De hecho, se calcula que hasta 800 familias judías se instalaron entre las viviendas de estas calles cuyas fachadas se han rehabilitado para mantener su esencia.

Girona también cuenta con un importante Museo de Historia Judío que completa la huella que ha dejado la presencia de esta comunidad en Girona, y en nuestro país, durante su presencia durante siglos.
Un recorrido por los puentes
Si hay algo que da un encanto único a Girona es su convivencia con el río Onyar, que separa el Barri Vell del Barrio del Mercadal y que ha convertido el paseo por las casas de colores en una estampa inolvidable para los que viajan hasta la ciudad catalana.
Pero algo muy divertido para hacer con amigos es recorrer varios de los puentes que se han levantado en distinta época y por distintos arquitectos. Es casi un paseo por la historia de puente en puente.
Uno de los más antiguos es el Puente Viejo. El actual fue construido en el siglo XIX, en sustitución del medieval de San Francesc, que llevaba en pie desde el siglo XII. Desde este punto la perspectiva de las llamadas casas de Onyar es increíble.

También se puede cruzar el río por el Pont d’en Gómez o por el de Sant Feliu y por el de Sant Agustí, aunque otro de los puntos más interesantes es el les Peixateries Velles o Pont de Ferro, como también se le conoce.
Fue una construcción de la compañía Eiffel de 1876, es decir, casi 10 años antes de empezar a levantar la famosa Torre Eiffel parisina, y Girona pagó 22.500 pesetas (unos 135 euros de entonces) por él.
Es una estructura de hierro pintada en rojo, muy propia del estilo Eiffel, y que se ha convertido en uno de los puentes más transitados de la ciudad puesto que va directamente a la Rambla, una de las calles que cualquier vecino o turista tiene que recorrer.
Playa
A menos de una hora de Girona capital hay pueblos increíbles donde disfrutar del mar Mediterráneo en el plan que más nos guste: playas de arena dorada más familiares o pequeñas calas donde podríamos estar casi solos, dependiendo de la época del año.
Dos de las localidades de película por las que merece la pena darse una vuelta desde Girona son Sant Martí d’Empúries o Cadaqués, la “ciudad más bonita del mundo” para Salvador Dalí.
En ambos casos podemos enamorarnos de sus calles, sus monumentos y su historia al mismo tiempo que de sus playas. Y en ambos casos son un lugar increíble para planificar una buena comida en grupo en cualquier de los restaurantes de la zona con vistas al mar.
Parque Volcánico de la Garrotxa
El Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa es uno de los espectáculos naturales más cercanos a Girona. Con una vegetación increíble, llena de robles y hayas, esta zona cuenta con rutas que recorren la riqueza de la zona y que son un plan ideal para ir con amigos. No olvidar mucha agua y una buena cámara de fotos en la mochila porque querrás inmortalizar todos los rincones a tu paso.

Algunos de los itinerarios más complicados es mejor visitarlos con un guía oficial del parque, como en el Espacio Museístico del volcán del Croscat. Estas rutas están organizadas por el Parque Natural y hay que hacer reserva previa pero merece la pena.
Parque Aventura de Sant Feliu de Guíxols
Si en vez de caminar queremos subir y bajar por los árboles o lanzarnos en tirolina, uno de los grandes planes con amigos es, sin duda, el Parque Aventura de Sant Feliu de Guíxols.
Se trata de un lugar lleno de actividades para los adultos que incluyen incluso salidas al exterior con rutas por vías ferratas, descenso de barrancos o caminos para senderismo.
Una de las aventuras más divertidas es pasar de árbol en árbol sin tocar la tierra entre puentes tibetanos, escaleras o tirolinas. Además, hay circuitos especiales para adultos, marcados en rojo y negro.
Ir a comer al König
No podemos abandonar Girona sin tomarnos una buena cerveza y las famosas patatas bravas del König. Esta cadena de restaurantes oriundos sirve una de las mejores salsa brava sin desvelar cuál es el ingrediente secreto que lo hace tan famoso.
El primer König, “rey” en alemán, abrió en 1973 y su especialidad son los bocadillos enormes y bien cargados y la cerveza. También las salchichas alemanas, sandwiches, ensaladas… Ahora se pueden encontrar hasta ocho locales en Girona, ubicados todos en lugares emblemáticos y con terrazas con vistas increíbles, como el que König Sandwich, desde donde se ve la Plaza de San Félix y el culo de la leona o el König 2, en pleno centro de la ciudad.
Recomendaciones y consejos
Si preparamos un viaje con amigos a Girona no se nos puede olvidar reservar las comidas y las cenas, porque muchos de los sitios más típicos no cuentan con grandes espacios y si somos un grupo es mejor llevarlo todo preparado.
Además, a la hora de hacer la maleta para la escapada no se nos puede olvidar ni un bañador ni unas buenas botas de trekking que nos permitan disfrutar de todas las posibilidades de diversión que ofrece la ciudad.
Girona es divertida en cualquier momento del año pero sobre todo si vamos en las fiestas de San Narciso, a finales de octubre, con conciertos y música en la calle; y durante el festival de las flores en el mes de mayo.
Dónde dormir en Girona
Una de las mejores opciones para alojarse con un grupo de amigos es el Hotel Roses Platja, situado frente al mar y muy cerca del centro de Roses, una ciudad llena de bares y restaurantes donde acabar la jornada después de recorrer Girona.
Con un diseño de estilo colonial, sus 167 habitaciones cuentan, en la mayoría de los casos, con vistas al mar y una terraza privada donde estar con los amigos tranquilamente disfrutando de las vistas y de la compañía.
Además, cuenta con una amplia gama de servicios y oferta gastronómica ideal para no moverse de ahí si no queremos ya que su restaurante buffet tiene una rica y saludable cocina mediterránea y podemos disfrutar además del snack bar, con espacio al aire libre para que el aperitivo o un cóctel se conviertan en un momento único con el mar de fondo. La zona ajardinada da acceso directo a la playa y si no queremos pisar la arena, también cuenta con piscina con solárium.
El hotel también dispone de aparcamiento (de pago) para los huéspedes.