El barrio de Vegueta es el más importante de Las Palmas de Gran Canaria. Se trata del núcleo donde se fundó la ciudad, cuando el ejército del conquistador Juan Rejón levantó en el año 1478 el Real de las Palmas, llamado así por las palmeras que había alrededor. En este lugar se sitúa todo el casco histórico de la capital y está repleto de sitios por descubrir.
Entre la plaza Mayor de Santa Ana, con la Catedral como clara protagonista, y espacios culturales como la Casa de Colón, Vegueta guarda entre sus calles más de un atractivo. En una de ellas, entre este barrio y el de Triana, nació uno de los novelistas más reconocidos de nuestro país, Benito Pérez Galdós. Hoy en día su casa natal se ha convertido en un museo para conservar la memoria del escritor y dar su figura a conocer. ¿Quieres adentrarte en el mundo del ciudadano más ilustre de Gran Canaria?
Los años de Pérez Galdós en Las Palmas
Don Benito nació el 10 de mayo de 1843 en el número 33 de la calle Cano, hoy en día el número 6. La familia llegaba así a contar con diez hijos. El padre ejercía de coronel del ejército y la madre había nacido en Guipúzcoa. El inmueble que ocupaban era de finales del siglo XVIII, una casona con arquitectura tradicional como muchas de la zona. Será en su hogar donde comience a interesarse por la Literatura, pues su padre le aficiona desde que era un niño a los relatos históricos. Le cuenta pasajes militares que él mismo ha vivido, sobre todo en la guerra de la Independencia.
Será en su barrio de la infancia donde Pérez Galdós acuda a la escuela, al colegio de San Agustín. La sociedad en la que crece es algo conservadora, no había avanzado demasiado hacia la modernidad. Comienza a escribir en la prensa local publicando algunos cuentos y poesías irónicas. El título de bachiller en Artes lo obtiene en 1862 en el Instituto de La Laguna, en Tenerife.
Su tiempo en casa con su familia no duró mucho más, pues todo apunta a que la llegada de una prima suya le produjo un fuerte trastorno emocional. Toma la decisión de marcharse a Madrid a estudiar Derecho ese mismo año. Seguirá viajando por España y Europa, pero su hogar hasta su muerte será ya la capital, donde fallece en 1920.
Está considerado uno de los más grandes representantes de la novela realista en el siglo XIX. Cambiará por completo este campo al no seguir la corriente del romanticismo. Apuesta por el naturalismo con una fuerte expresividad en sus escritos y se inspira en la realidad que vive. Los Episodios Nacionales es su producción más reconocida en todo el mundo, donde a través de cinco series ilustra la historia de España desde 1805, con la derrota de Trafalgar, hasta el principio de la Restauración borbónica. Un escrito fielmente documentado pero con una interpretación en formato de novela es el resultado de esta obra cumbre en la carrera de Galdós. La casa de su niñez quiere honrar la memoria del escritor a través de sus propios objetos y pertenencias, para ahondar así en su personalidad.
Qué podemos ver en el Museo Pérez Galdós
En 1954 el Cabildo de Gran Canaria toma la decisión de crear un museo en la casa natal de don Benito, comenzando las obras para adaptar el edificio a su nuevo uso en 1958. Se inaugura en julio de 1960 y se compromete a conservar y difundir el patrimonio del escritor.
Unos meses después de morir Galdós en la casa de su sobrino en Madrid, este ofrece al Museo Canario los muebles de la habitación de su tío. Estas pertenencias serán el germen de la colección, que tras exponerse en el Museo Canario pasarán a formar parte de la Casa-Museo Pérez Galdós cuando se abra al público, incluida la cama donde falleció el novelista. Además, se adquieren en 1959 las posesiones de María Pérez Galdós Cobián, su hija. Gracias a las generosas donaciones se logra confeccionar un espacio totalmente fiel a la figura de Galdós.
En el año 2006 se realiza una ampliación, adquiriendo el inmueble anexo para dotar al museo de mejores servicios, con nuevas salas de exposiciones, salón de actos y biblioteca. En el año 2011 todo el complejo se somete a una intensa rehabilitación. Aun así, la estructura original de la casa sigue intacta, por lo que se puede admirar como era la arquitectura doméstica canaria del siglo XIX, con dos patios centrales. Hay diversos tesoros que llaman especialmente la atención de los visitantes:
- Retrato de Sorolla. El retrato de Benito Pérez Galdós pintado por Joaquín Sorolla en 1894 es una de las joyas del museo. El novelista aparece sentado en un banco, mirando apaciblemente al espectador, sosteniendo un cigarro en una mano y un bastón en la otra. Sorolla había estado unos años antes en París, donde había entrado en contacto con el universo impresionista. Cuando vuelve a España, comienza a plasmar retratos de diferentes personajes del panorama intelectual. Nos presenta a Galdós a través de sus ojos. Ambos eran buenos amigos y en el Archivo de la Casa-Museo se conservan las cartas que se intercambiaban, apreciando sus respectivas obras. Es una oportunidad estupenda para admirar la excepcional pincelada de este maestro de la luz.
- Monumento de Victorio Macho. Tres días después de que muera don Benito se toma la decisión de erigir una escultura en su honor, en su lugar de nacimiento. El encargado de levantar esta obra será el artista Victorio Macho, que viaja a Las Palmas en 1921 para estudiar el emplazamiento del monumento. Aunque la escultura llega a la ciudad en 1926, no se colocará en el antiguo muelle hasta 1930. Desafortunadamente, la acción del mar no hacía más que deteriorarla y tras varios traslados, se decide colocar en la Casa-Museo en el año 2006, después de la ampliación. Esta no era la idea de Macho, que prefería que el océano actuara en su escultura hasta que se llegara a confundir con el paisaje. Hoy en día, el Monumento a Pérez Galdós, con el efecto de la erosión incluido, gobierna la planta baja del nuevo edificio del museo y da la bienvenida a los visitantes.
Las reconstrucciones de las diversas habitaciones en las que Galdós pasó su vida son otro de los principales atractivos de este espacio expositivo. Así, puedes conocer como era el dormitorio donde nació el afamado novelista, su despacho traído desde su casa de “San Quintín” en Santander o la habitación donde pasó sus últimos momentos de vida en Madrid.
Completan la colección una llamativa muestra de instrumentos musicales, fotografías de la época tanto de Galdós como de su círculo, libros, obras de arte y otro tipo de objetos que pertenecieron al escritor. Por todos ellos se lleva a cabo una intensa tarea de conservación y la Casa-Museo organiza además conferencias, exposiciones o congresos internacionales. Todo va dirigido a difundir la vida y la obra de Benito Pérez Galdós, para que su memoria no se pierda nunca.