Quiere la leyenda que las dos altas torres que se elevan sobre la Catedral de Las Palmas sustituyeran a las tres enormes palmeras que el conquistador Juan Rejón dejara sin talar en la zona en la que los castellanos asentaron su campamento militar en 1478 y que, a la postre, terminó por dar nombre a la ciudad de Las Palmas. El hidalgo castellano decidió talar la arboleda de la que sería la capital de Gran Canaria para ver venir a los guerreros canarios, además de usar la madera como empalizada para repeler sus incursiones. Las tres altísimas palmeras tenían como misión, a su vez, servir de rudimentario faro para los barcos que llegaran a la costa.

  1. Estilo arquitectónico de la Catedral de Las Palmas
  2. Qué ver en el interior de la Catedral de Santa Ana
  3. Curiosidades de la Catedral de Santa Ana en La Palmas

Años después, a partir de 1485, en aquel lugar se comenzó a levantar la Catedral de Santa Ana, en Las Palmas, y las enormes torres sustituirían a las palmeras como guías a las naves que se aproximaban al litoral de la ciudad. Pero la historia del templo no se acaba ahí: si bien fue consagrada en 1871 por el obispo Urquinaona, se considera que la original y peculiar catedral blanca de Las Palmas se encuentra aún sin finalizar. A lo largo de sus más de 500 años de historia la basílica ha atravesado una gran cantidad de desafíos y sinsabores hasta convertirse en el símbolo que es hoy para los palmenses. Pero no adelantemos acontecimientos y repasemos antes, aunque sea someramente, cómo es y qué peculiaridades tiene esta bella edificación que vertebra el viejo barrio de Vegueta.

 

Estilo arquitectónico de la Catedral de Las Palmas

En una construcción tan prologada en el tiempo como es la de la Catedral de Santa Ana resulta lógico que se solapen diversos estilos arquitectónicos. Con una planta basilical de más de 7.000 metros cuadrados, en su interior –de estilo gótico tardío– se superponen motivos platerescos propios del primer Renacimiento. Consta de tres naves en las que 10 columnas, así como 22 pilastras, sostienen bóvedas con nervaduras estrelladas y palmeriformes, guiño a la vegetación autóctona por parte del gran arquitecto Diego Alonso de Montaude, encargado de proyectar la catedral.

 

 

El exterior del edificio, en cambio, parece que pertenece a otro templo. El estilo imperante es el neoclásico de sus fachadas. El único resquicio “gótico” en el exterior son los seis arbotantes que vuelan desde las naves laterales hasta la central. El color blanco imperante de las paredes encaladas del exterior subraya la singularidad de la arquitectura religiosa grancanaria, que también puede contemplarse en el exterior de la cercana y vieja ermita de San Antonio Abad.

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Interior de la Catedral las Palmas. Gran Canaria

La fachada principal, la que da a la plaza de Santa Ana, se eleva 100 metros y está diseñada en estilo neoclásico. Las enormes torres se levantaron en el siglo XIX. La fachada que da a la plaza del Pilar Nuevo, también neoclásica, sí que fue proyectada en una época propia para este estilo, finales del siglo XVIII, por el arquitecto Diego N. Eduardo.

En el lateral izquierdo de la catedral, desde la fachada principal que da a la plaza de Santa Ana, se encuentra un solar que está dentro de la planificación para finalizar este templo. Dicho solar es materia de debate, pues hay disparidad de opiniones sobre cómo se debería erigir: si siguiendo el plan original del proyecto del templo o según los gustos actuales, incluso convertirlo en plaza o parque. En cualquier caso, las obras se encuentran paradas por haberse encontrado en el lugar restos arqueológicos de los orígenes de la ciudad.

 

Qué ver en el interior de la Catedral de Santa Ana

Se puede decir que el interior de la Catedral de Las Palmas es de una belleza muy singular. Con su estilo gótico tardío, lo que más llama la atención es la luminosidad del interior, subrayado por el blanco de las paredes, algo que contrasta con buena parte de las catedrales góticas peninsulares, en las que dominan las tonalidades oscuras de su sillería.

Y todo ello, a pesar de que la catedral cuenta con pequeños vanos y un rosetón en su fachada principal por los que entra tímidamente la luz y no con enormes vidrieras propias del gótico clásico. Las esbeltas y elegantes nervaduras, que se proyectan desde columnas y pilares y que configuran caprichosas formas estrelladas y palmeriformes en las bóvedas de crucería del templo, son sin duda el elemento más destacado de su interior.

Según se accede a la catedral desde el frontis, a mano derecha se encuentra la capilla de la Inmaculada, cuya imagen data de 1696. Hace años se descubrió en esta capilla una pintura al fresco que representaba a un San Cristóbal de gran tamaño. Al parecer, esta imagen fue tapada deliberadamente por ser sospechosa de tener un significado mítico, pues la imagen siempre ha estado vinculada a rituales iniciáticos de corte alquimista. De hecho, como veremos más adelante, parece ser que el templo se proyectó con un criterio algo “pagano”.

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Patio interior de la Catedral las Palmas. Gran Canaria

En cualquier caso, el templo no cuenta con grandes tesoros artísticos, pues a lo largo de su historia la iglesia ha sido repetidamente saqueada por las razias piratas que asolaban las Islas Afortunadas. La más devastadora fue, sin duda, la del corsario holandés Van der Does el 30 de junio de 1599. Teniendo esto en cuenta, entre lo más destacado que ha sobrevivido está el púlpito de madera tallada del siglo XVIII de la gran nave, obra de Jerónimo de San Guillermo; así como el retablo gótico de la capilla Mayor, que procede de la catedral de la Seo de Urgell (Lleida). En la capilla de los Dolores se puede contemplar la talla de la Virgen Dolorosa trabajada en madera de cedro que es la obra maestra del importante imaginero grancanario Luján Pérez.

 

 

 

También puede contemplarse un Cristo de enorme belleza del mismo artista en la sala capitular del Museo Diocesiano, al que se accede por la parte lateral sur de la catedral. Las instalaciones, que fueron la sede del tribunal de la Inquisición entre 1507 y 1820, albergan hoy multitud de objetos, figuras y cuadros de arte sacro. Tal vez lo más destacado por su valor testimonial sea el archivo musical de la catedral, con obras de entre los siglos XVI y XVIII, que “milagrosamente” fueron salvadas del saqueo de los corsarios.

 

El patio interior del Museo Diocesiano, conocido como patio de los Naranjos, es un hermoso espacio adornado con una espléndida balconada típica canaria. La belleza del lugar contrasta con los desagradables acontecimientos que allí se vivieron: El patio de los Naranjos fue el escenario de los procesos inquisitoriales que sufrieron unos 2.000 canarios entre los siglos XVI y XIX. De todos aquellos procesos ha quedado constancia en unos archivos que consiguió rescatar el insigne historiador grancanario Agustín Millares Torres, al comprar los documentos al carretillero que habían contratado para arrojarlos al mar.

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Exterior de la Catedral de Las Palmas.

Curiosidades de la Catedral de Santa Ana en La Palmas

La Catedral de Santa Ana goza, como toda gran obra de arte, de un buen puñado de enigmas, comenzando por la propia santa a la que está consagrada. En Jerusalén existe la iglesia primigenia de Santa Ana que fue reconstruida por los cruzados cristianos en Tierra Santa, allá por el siglo XII. El culto a esta santa siempre ha estado envuelto en el misterio pues no estaba reconocido por Roma, al estar vinculado con los evangelios apócrifos.

Tal vez este extraño culto está detrás de la orientación de la propia Catedral de La Palma. Al contrario que la gran mayoría de las basílicas cristianas, el templo de Santa Ana no “mira” a Jerusalén, al Este, sino que está orientada “atípicamente” hacia el Noreste. Estudios recientes muestran que esta orientación marca un eje perfecto con el sol en el solsticio de verano, en torno a la festividad de San Juan, por otro lado, es la fecha en la que se conmemora la fundación de Las Palmas. Durante el amanecer del solsticio de verano el sol atraviesa perfectamente el enorme vano central que remata la fachada principal. Se ha querido ver en esta disposición alguna relación con cultos prehispánicos en la isla, además de con los rituales secretos y pretéritos consagrados a Santa Ana.