Viajar a Gran Canaria es estar dispuesto a sorprenderse en cada recodo del camino. La exuberancia de su naturaleza abruma, sus pueblos están llenos de encanto, las playas te dejan sin palabras y la gastronomía deja un grato recuerdo en el paladar. Sin embargo, hay que reconocer que la historia y la cultura son las que te dejan sin palabras más a menudo. Entre las visitas que sí o sí debes incluir en tu agenda viajera se encuentra el Cenobio de Valerón.

Impresiona mucho cuando ves por primera vez la imagen de más de 300 huecos abiertos en la ladera de la montaña del Gallego, y más aún cuando sabes que se trata de una construcción realizada hace más de 800 años. El ingenio de los aborígenes canarios dio forma a esta estructura ideada para salvaguardar las cosechas frente a ladrones, animales hambrientos, lluvias y otras inclemencias meteorológicas. Estas oquedades se localizan en el norte de la isla, dentro de los límites del municipio de Santa María de Guía.

No en vano, esta zona arqueológica fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1974, y hoy en día es uno de los yacimientos arqueológicos canarios más visitados. Pero antes de poner rumbo hacia allí, conozcamos mejor esta curiosa despensa primitiva.

  1. ¿Qué es un Cenobio?
  2. Un granero comunal en una montaña
  3. Por qué visitar el Cenobio de Valerón, en Gran Canaria
  4. Otros yacimientos de Gran Canaria

¿Qué es un Cenobio?

El diccionario de la Real Academia Española recoge el término cenobio como una palabra de origen griego que se utiliza como sinónimo de monasterio, es decir, la casa donde vivían los monjes.

El Cenobio de Valerón tomó esta denominación a causa de una leyenda: se contaba que los silos construidos para almacenar granos, semillas o forraje eran, en realidad, cámaras donde dormían las jóvenes casaderas de clase alta hasta el momento de la celebración del matrimonio. Estas eran recluidas bajo la tutela de las harimaguadas o sacerdotisas mientras se preparaban para la nueva etapa. Esta idea, aunque se demostró que era falsa, no parece tan descabellada cuando se observa el tamaño de los huecos en la piedra.

 

Un granero comunal en una montaña

La realidad es que este falso cenobio cumplía su función como granero comunal. Fue construido a mano por la población aborigen aprovechando el abrigo de una pared vertical en un barranco, situación que lo colocaba bajo la protección de un arco natural de unos 25 metros de altitud.

Por aquella época, el cultivo de cereales como la cebada o el trigo era uno de los grandes pilares de la economía isleña y, por tanto, era de vital importancia conservar el grano entre cosecha y cosecha para garantizar la supervivencia del pueblo. Prueba de ello son los otros graneros que se conservan en la isla, como las cuevas del Pósito, las de las Palomas, el Álamo o la Montañeta.

cenobio de valeron
Cenobio de Valeron

La posibilidad de observar con detenimiento y detalle las dimensiones y la morfología del Cenobio de Valerón bien merece la visita: los silos son de distintos tamaños y formas, y algunos se comunican entre sí. Existen, además, escalones para subir a los huecos más altos: hasta ocho pisos de cuevas labradas en lava solidificada –una piedra blanda y porosa– se conservan en la pared llamada Cuesta de Silva.

En su día, el interior de estos silos se recubría de mortero y, una vez almacenado el grano, se cerraban con puertas, de piedra o de madera, y se sellaban con barro. Algunas personas permanecían día y noche en las inmediaciones realizando labores de vigilancia.

 

Por qué visitar el Cenobio de Valerón, en Gran Canaria

Aunque se encuentra en un territorio muy escarpado, el Cenobio de Valerón está perfectamente habilitado para visitarlo de forma segura. Es un recorrido al alcance de cualquiera que pueda subir y bajar rampas y escaleras.

El cenobio da buena muestra del modo de vida de los antiguos aborígenes canarios, su economía y arquitectura. Acercarse hasta allí, además, tiene un premio extra ya que brinda una impresionante panorámica del entorno.

Si se desplaza el viajero hasta el Cenobio de Valerón, no debe desperdiciar la oportunidad de visitar el municipio de Santa María de Guía, uno de los pueblos más bonitos de Gran Canaria, con lugares de interés como su casco antiguo, la iglesia Matriz de Santa María de Guía o las casas natales del canónigo Gordillo o del músico Néstor Álamo.

Otros yacimientos de Gran Canaria

Además del Cenobio de Valerón, el patrimonio histórico de la isla de Gran Canaria cuenta en su haber con otros yacimientos abiertos al público, que harán las delicias de los aficionados a la Historia y a la Arqueología. Aprovecha tus excursiones para ir visitando al manos los más importantes, como el Parque Arqueológico Maipés, la Cañada de los Gatos, la Necrópolis Arteara, la Cueva Pintada, y otros que te mencionamos a continuación.

 

Parque Arqueológico Maipés

Este es uno de los espacios arqueológicos de visita ineludible en Gran Canaria, con la ventaja añadida de que se puede visitar. Fue reconocido en 1974 como Bien de Interés Cultural debido a su alto valor arqueológico. Uno de sus aspectos más interesantes es que alberga un cementerio con 700 tumbas excavadas en lava solidificada, túmulos de gran tamaño (8 metros de diámetro y 3 metros de alto). Las tumbas más antiguas se han datado en más de 1.300 años. Para visitarlo tendrás que dirigirte a la población de Agaete.

 

 

 

Cañada de los Gatos

Cenobio de Valerón
Cuevas en el Cenobio de Valerón

En Mogán tenemos una recomendación muy especial si eres aficionado a la arqueología prehispánica insular. Allí encontrarás la Cañada de los Gatos, una zona declarada Bien de Interés Cultural por su valor científico. El conjunto está formado por los restos de un poblado costero integrado por casas construidas con la técnica de la piedra seca, y planta cruciforme, con algo más de 1.300 años de antigüedad. También merece la pena conocer ‘Las Crucesitas’, una necrópolis formada por túmulos y cuevas naturales que se usaban como enterramientos.

Necrópolis Arteara

Para conocer este interesante yacimiento funerario prehistórico tendrás que dirigirte a San Bartolomé de Tirajana. En este cementerio se han encontrado 809 estructuras tumulares ocupadas por una o varias personas, datadas en unos 1.300 años de antigüedad. Una de sus singularidades es que está construido sobre rocas desprendidas de la ladera de la montaña de Gitagana. El espacio de la necrópolis ocupa 137.570 m2. Se encuentra localizada junto al caserío de Arteaga, y ofrece unas amplia panorámica de los riscos de Amurga.

Cueva Pintada

En el centro histórico de Gáldar se sitúa el Museo y el Parque Arqueológico Cueva Pintada, una parada imprescindible en Gran Canaria. En una cómoda visita se puede observar tanto pinturas murales de los antiguos canarios como aprender sobre el mundo prehispánico antes de su incorporación a la Corona de Castilla en 1483. Todo ello con recursos tecnológicos avanzados.

La historia de esta cueva es muy curiosa ya que fue decorada de forma artificial en 1862, pero bastantes años después, ya en 1987, se encontró un poblado prehispánico con casas y cuevas.

 

 

Barranco de Guayadeque

Entre los municipios de Agüimes e Ingenio se sitúa un entorno natural impactante que esconde centenares de casas-cuevas excavadas en la montaña. El llamado barranco de Guayadeque también cuenta con un centro de interpretación que permite entender mejor los valores naturales de esta zona y cómo vivían sus antiguos pobladores. Anímate la ruta circular si estás en buena forma porque te esperan unos paisajes sorprendentes.

Dónde alojarse cerca del Cenobio de Valerón

A unos 22 kilómetros del Cenobio de Valerón se encuentra la capital de Gran Canaria, un lugar excepcional para alojarse y disfrutar de su vida cultural. Desde Las Palmas de Gran Canaria, además, se pueden realizar excursiones a todos los puntos de la isla.

Dos hoteles excelentes en Las Palmas de Gran Canaria son el Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel, un cinco estrellas Gran Lujo con 204 habitaciones donde no te faltará ni un solo capricho; y el Occidental Las Palmas, que tiene cuatro estrellas, y 70 confortables habitaciones. Combinar hoteles urbanos con escapadas en plena naturaleza es una de las opciones más gratificantes para quienes buscan al mismo tiempo animación y actividad en sus vacaciones.