Ubicado en Las Palmas de Gran Canaria, justo en la mitad del istmo que conecta La Isleta con el resto de la isla, se encuentra desde hace más de un siglo el Parque de Santa Catalina, uno de los puntos de encuentro más activos de la capital insular. Su ubicación, equidistante respecto a la playa de las Canteras, la terminal de cruceros del Puerto de la Luz y el intercambiador de guaguas, convierte al Parque de Santa Catalina en un lugar de paso obligado tanto para locales como para turistas.
- Santa Catalina, el parque de Las Palmas de Gran Canaria
- Un paseo por el actual Parque de Santa Catalina
- Eventos en el Parque de Santa Catalina
Además, en el mismo parque y sus alrededores se despliegan hoy en día una serie de edificios, algunos de ellos históricos, dedicados a la celebración de actividades culturales de muy distinta índole. Por ejemplo, los decimonónicos edificios Elder y Miller, ambos pertenecientes en su origen a antiguas navieras británicas, acogen en la actualidad el Museo de la Ciencia y la Tecnología; y un espacio de dominio público y cultural, respectivamente. Las compras, la gastronomía y el ocio nocturno también están presentes en las inmediaciones del Parque de Santa Catalina, gracias, entre otros, al Mercado del Puerto, con sus puestos y restaurantes; o al centro comercial El Muelle, con sus tiendas y discotecas. A continuación, te desvelamos la historia de este parque, sus secretos mejor guardados y todos los eventos que acoge cada año.
Santa Catalina, el parque de Las Palmas de Gran Canaria
El animado e inagotable Parque de Santa Catalina —más bien una plaza, por su disposición ajardinada, sus palmeras y sus parterres—, oculta una interesante historia centenaria que merece la pena conocer. Hubo un tiempo, a finales del siglo XIX, en el que el parque no era tal cosa, sino un depósito de aguas dedicado a la actividad portuaria del muelle vecino. Llamado así en homenaje a la primitivísima ermita que los expedicionarios mallorquines del siglo XIV edificaron en la zona bajo la advocación de dicha santa, el depósito, poco a poco, fue convirtiéndose en rincón de recreo para los niños de la ciudad y, finalmente, en parque privado del puerto.
En los albores del siglo XX, Gran Canaria en general —y su capital, en particular—, conocieron un auge económico sin precedentes, que vino acompañado del tránsito incesante de comerciantes extranjeros por su puerto. El Puerto de la Luz, la puerta de entrada a la isla, se convirtió también en el eje comercial de la misma; y el originario Parque de Santa Catalina en su testigo de primera línea. Grandes edificios —como los de Elder y Miller—, junto a diversas instalaciones portuarias, fueron levantados alrededor del parque; y como consecuencia, los trabajadores del puerto pasaron a ocuparlo día y noche. Muchas veces, el ambiente se tornó festivo, y otras veces cultural. La modernización de la ciudad trajo, más tarde, la instalación de los primeros quioscos en la zona —dedicados a la venta de cigarrillos, dulces y chocolates, o incluso, artesanía local—; y después, la aparición de los primeros bares con sus terrazas. Finalmente, en los años 50 la Junta de Obras del Puerto cedió el espacio al Ayuntamiento, lo cual terminó por convertir al Parque de Santa Catalina en el centro activo y polivalente que es hoy.
Un paseo por el actual Parque de Santa Catalina
Hoy en día, el Parque de Santa Catalina destaca por su gran dinamismo, gracias a su ubicación privilegiada y a la presencia de innumerables puntos de interés turístico. Su cercanía al Puerto de la Luz convierte al parque en la puerta de entrada para aquellos viajeros que llegan por mar a la ciudad, siendo, además, el lugar desde donde los autobuses (guaguas) turísticos inician su ruta.
Una vez en él, asistimos a un abanico interminable de opciones de entretenimiento a nuestro alrededor. En el mismo parque encontramos la Casa del Turismo, un edificio representativo de la arquitectura canaria que fue levantado en 1945 y que, en la actualidad, presta información de interés a los recién llegados. En el mismo parque también podemos visitar, tal y como mencionábamos al inicio, el Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología, cuyas colecciones habituales se complementan con exposiciones y actividades temporales acerca de temas específicos. Asimismo, enfrentado a este museo encontramos el Edificio Miller, un espacio público polivalente que, además de acoger regularmente exposiciones culturales y de ocio, presume de acomodar a los elencos artísticos de las galas, murgas y comparsas durante el Carnaval. Por su valor lúdico, ambos lugares están altamente recomendados para las familias con niños.
A menos de 5 minutos andando de la plaza seguimos descubriendo lugares que merecen nuestra visita. Es el caso de la playa de las Canteras, una lengua de arena de 3 kilómetros de longitud que muchos consideran la mejor playa urbana de la capital insular. Su característica “barra”, una extensa formación rocosa ubicada a escasos metros de la orilla, protege la playa del oleaje y la convierte en un escenario de baño perfecto para los más pequeños.
También en las cercanías del parque, concretamente al sur, encontramos lugares tan atractivos y estimulantes como el Centro de Arte La Regenta, esto es, una institución municipal dedicada al arte contemporáneo —artes plásticas y escénicas, diseño, imagen, arquitectura o música—, cuyas puertas están abiertas al público desde su fundación en 1987. Y al norte, pegando al muelle, también podemos visitar el Poema del Mar Aquarium, un gran acuario de más de 12.000 metros cuadrados que, distribuido en tres zonas temáticas —jungla, arrecife y océano profundo—, nos acerca de manera fascinante al mundo animal submarino en distintas partes del mundo.
Por último, cabe destacar el moderno centro comercial El Muelle, un complejo de ocio ubicado a escasos metros del Parque de Santa Catalina que aúna, desde su apertura en 2003, tiendas de moda, tecnología, restauración y ocio por el día; y pubs y discotecas por la noche. Tal es la oferta de este centro, que el mismo nos permite ver una película por la tarde, cenar a medianoche y salir de fiesta hasta el amanecer, todo en el mismo día.
Eventos en el Parque de Santa Catalina
Además de la oferta cultural y de ocio que existe de manera permanente en el Parque de Santa Catalina, debemos saber que allí mismo también se celebran distintos eventos, de manera puntual, durante todo el año. El más famoso de ellos quizá sea el Carnaval de Las Palmas, una gran fiesta con conjuntos musicales, payasos y acróbatas, fuegos artificiales y cabalgatas; y que normalmente dura todo el mes de febrero.
A su vez, el Parque de Santa Catalina también acoge, desde hace ya muchos años, la celebración del WOMAD (World of Music, Arts and Dance), un festival promocionado en su origen por el cantante británico Peter Gabriel, que conjuga durante 3 días diferentes estilos de música, arte y danza. También suele acoger diferentes actividades y talleres, degustaciones gastronómicas y cursos para los más pequeños. Lo mejor de todo es que la entrada es gratuita. Y si lo vuestro es la cerveza, entonces os alegrará saber que el Parque de Santa Catalina también alberga, durante los primeros días de junio, la celebración del LPA Beer & Music Festival, una fiesta en la que se congregan bandas de rock e indie del panorama musical español; y muchas, muchas marcas de cerveza de todas las partes del mundo.