Desde siempre, la abrupta geografía de Gran Canaria —y del archipiélago, en general—, ha resultado famosa por no disponer de ríos. Con el paso de los siglos, la endémica escasez de aguas y la ausencia de lluvias regulares han ido generando en la personalidad canaria un cuidado escrupuloso por el ahorro de los recursos hídricos. Tal es así que, a día de hoy, este esfuerzo por aprovechar el agua de las lluvias se puede constatar en innumerables obras hidráulicas —cerca de 140 presas— presentes a lo largo y ancho del paisaje grancanario.
En la vertiente sur de la isla, enclavada en el municipio de Tejeda, encontramos la Presa de las Niñas, una de esas obras hidráulicas que nos permiten rastrear con admiración la antigua lucha canaria por el agua. Este embalse artificial, situado en el Parque Rural del Nublo, a 900 metros de altitud, alberga un área recreativa provista de todo tipo de servicios: mesas y barbacoas, baños y aparcamientos… Además, la presa dispone de numerosas rutas de senderismo y zonas de acampada en sus alrededores, lo cual la convierte en un lugar muy visitado durante los meses de primavera y verano. A continuación, te contamos un poco más acerca de este increíble paraje.
- La Presa de las Niñas de Gran Canaria, una encantadora sorpresa
- Qué hacer en el área recreativa Presa de las Niñas
- Qué visitar cerca de la Presa de las Niñas
La Presa de las Niñas de Gran Canaria, una encantadora sorpresa
A la Presa de Las Niñas, localizada a 55 km de la capital insular, se puede acceder fácilmente tanto desde el pueblo de Tejeda —considerado uno de los pueblos más bonitos de Gran Canaria y de España —, como desde el pintoresco Puerto de Mogán.
Una vez allí, un encantador lago, rodeado de pinos autóctonos y palmeras canarias, nos recibe y nos envuelve con su tranquilidad y su hipnótica belleza. También asoman, muy cerca de la orilla, especies arbóreas como el escobón o la retama amarilla, muy características del norte de África. Y, si primero aguzamos el oído, también podremos localizar visualmente al pinzón azul y al pico picapinos, coloridas aves endémicas de los bosques grancanarios.
Además del alto valor natural que posee la Presa, cabe destacar también el aura de fábula que arrastra desde hace siglos. Uno de esos puntos misteriosos lo encontramos en el llamado “árbol de Casandra”, un colosal pino de cuatrocientos años de edad cuya historia se entremezcla con la leyenda. Según dicen los más ancianos, este pino hereda su nombre de la joven Casandra, una niña de 15 años que, enamorada de su novio (Iván), fue acusada por sus vecinos de bruja y quemada viva junto al árbol. Los más románticos de la zona aseguran que, cada noche de luna llena, un gran corazón resurge tallado sobre la corteza.
Qué hacer en el área recreativa Presa de las Niñas
El área recreativa Presa de las Niñas ofrece prácticamente todos los servicios que uno pueda imaginar. Por esto, el área está considerada una de las más emblemáticas de Gran Canaria, y su visita resulta ideal tanto para familia y amigos, como para parejas y viajeros solitarios. Además de una zona de aparcamiento dónde estacionar el coche; y de numerosas mesas y braseros dónde celebrar un picnic, el área recreativa también nos ofrece varias fuentes de agua potable y unos aseos.
Por su parte, las aguas del lago nos brindan la posibilidad de realizar numerosas actividades deportivas, tales como kayak o paddle surf. Hay empresas locales especializadas en turismo activo que permiten alquilar el material e incluso, contratar los servicios de un monitor profesional que nos acompañe en nuestra aventura.
Asimismo, el área recreativa cuenta con una zona de acampada. Señalizada y delimitada de manera clara con letreros. Recuerda pedir permiso al Cabildo Insular con al menos 3 días de antelación, según marca la normativa vigente.
Qué visitar cerca de la Presa de las Niñas
Por último, la zona de acampada de la Presa de las Niñas también resulta conocida por servir como punto de partida para numerosas rutas senderistas. Uno de estas rutas recibe el nombre de Ruta de las Tres Presas (S-60), debido a que conecta las presas de Soria, Las Niñas y Chira a lo largo de un recorrido circular de 12 kilómetros de longitud. Si la realizamos, cruzaremos el Parque Rural del Nublo y el Parque Natural de Pilancones; y descubriremos algunos ejemplos de las tradicionales casas-cueva que los aborígenes de Gran Canaria empleaban hace más de mil años.
Y si preferimos un plan más relajado, otro lugar de interés que podemos visitar si queremos aprovechar nuestro día en la presa es el monumento natural de roque Nublo, una impresionante formación de roca volcánica situada a escasos kilómetros del pueblo de Tejeda. Para llegar allí, siempre podemos tomar el coche y dejarlo en el aparcamiento de la Degollada de La Goleta. Desde allí, deberemos tomar un sendero de un kilómetro de longitud que, en unos escasos veinte minutos, nos situará a los pies del roque Nublo.