Desde su inauguración en enero de 1890, el Hotel Santa Catalina de Las Palmas ha sido el emblema del lujo y del bienestar de las islas Canarias. Es el hotel más antiguo de la ciudad y su historia está salpicada de grandes nombres propios que hablan del glamour que han destilado, a lo largo de los años, sus magníficas instalaciones. Porque aquí pasaron días y noches memorables personajes de la realeza, de la aristocracia, del ámbito intelectual, del cine, de la ópera, de la política… Y ahí están, para corroborarlo, los registros de huéspedes tan ilustres como Ava Gardner, Agatha Christie, Gregory Peck, Carlos de Inglaterra, María Callas, Winston Churchill y numerosos jefes de Estado y de gobierno.

La historia del Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel ha dado mucho de sí. Si recorremos su larga trayectoria, descubriremos que el primer inmueble se levantó con capital inglés y fue construido entre 1888 y 1890 siguiendo el proyecto del arquitecto escocés James M. MacLaren, aunque las obras las dirigió el inglés residente en Las Palmas Norman Wright.

 

De manos inglesas a canarias

Gran parte de la estructura de aquel edificio era de madera y fue tan bien acogido entre los sectores más selectos de la ciudad que, desde el principio, estuvo envuelto en un halo de intenso glamour y lujo. Hasta que en 1914 la Primera Guerra Mundial, y la consiguiente recesión económica, provocaron la quiebra de la compañía inglesa. Por eso, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se vio obligado a intervenir y se hizo con el edificio en 1923, aunque sus instalaciones iban a permanecer cerradas hasta 1946.

Para entonces, el hotel ya estaba en un estado tan lamentable que prefirieron derribarlo y reconstruirlo, ahora según el proyecto del arquitecto Miguel Martín-Fernández de la Torre, que fue bastante conservador y respetó el anterior estilo colonial inglés. Desde entonces ha sufrido mejoras y la última y más importante fue la acometida, entre 2018 y 2019, por el Grupo Barceló, siempre respetando su arquitectura tradicional. Fue entonces cuando se renovó completamente el Bar Carabela, el Salón Arencibia y el emblemático Salón García-Escámez, que pasó a llamarse Salón Miguel Martín-Fernández de la Torre, en honor al arquitecto canario que había convertido el hotel en el emblema de lujo que es hoy.

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Royal Hideaway Hotel

Y desde el 1 de noviembre de 2019, tras una remodelación integral, pasó a denominarse Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel, una de las categorías más exclusivas de la cadena de alojamientos del Grupo Barceló.

 

 

 

Coctelería con los “influencers” de su tiempo

Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel rinde continuamente homenaje a los grandes “influencers” de su historia. En la actualidad, bartenders de referencia han creado cócteles exclusivos inspirados en sus huéspedes más ilustres. Se trata de la iniciativa “Coktails Boutique, a feast for drinks”, que se ha inaugurado recientemente con el Cóctel Ava Gardner, que puede disfrutarse tanto en el sofisticado roof top Alis como en el bar Carabela del centenario hotel. Porque la célebre actriz de Hollywood, todo el mundo lo sabe, era una gran amante de la coctelería y por eso, en su homenaje, el barista internacional Yeray Monforte ha abierto con ella esta línea de “guest-bartendering”, en la que también participan otros reconocidos bartender, como Patxi Troitiño o Alfredo Pernia. Son tragos de autor que pondrán la nota sofisticada a las célebres puestas de sol canarias y que serán motivo de encuentro para los amantes de la mixología.

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Royal Hideaway Hotel

Muy posiblemente el hotel rendirá también homenaje al actor Gregory Peck, quien se quedaba todo el tiempo posible en el interior del Santa Catalina después de meterse en la piel del Capitán Ahab durante el rodaje de Moby Dick, bajo la dirección de John Huston. O al estadista Winston Churchill, cuyos puros dejaron su huella y su aroma allí por donde pasaba; o a María Callas, que seguramente recibió el reconocimiento como la diva del canto lírico que era; o a Agatha Christie, que añadió misterio y literatura a la historia del hotel.

Referente del éxito turístico de Gran Canaria

Ubicado en la zona residencial de Ciudad Jardín, junto al muelle deportivo de Las Palmas de Gran Canaria, en el parque Doramas, el Hotel Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel tiene 204 habitaciones, con vistas a la ciudad o al jardín de palmeras, y siempre ha sido una referencia del éxito turístico de Gran Canaria, especialmente a finales de los años 50 y 60.

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Royal Hideaway Hotel

Como no podía ser de otra manera, el hotel cuenta con un fascinante área spa & wellness y tiene numerosas obras de arte, algunas de ellas icónicas, que, por cierto, han sido restauradas recientemente. Una de las piezas que se ha recuperado es “Procesión de ciegos en torno a Santa Lucía”, del pintor canario Jesús Arencibia, uno de los murales realizados con la curiosa técnica de “marouflage” (tela pintada que se adhiere a los muros con adhesivos fuertes, para crear un mural).

 

 

 

En el Salón Arencibia –donde se encuentran otras piezas del artista, entre ellas el mural “El amanecer de las brujas”-, las obras han recibido también los cuidados de restauradores profesionales, al igual que los murales del Salón Miguel Martín-Fernández de la Torre, que acogió en 1951 la primera cena de gala del hotel, para el presidente de Liberia, en su segunda nueva etapa.

Ejemplo de elegancia clásica y lujo

Bajo la gestión del Grupo Barceló, este hotel de cinco estrellas sigue siendo un ejemplo de elegancia clásica y lujo, gracias a la conservación y rehabilitación de sus zonas más buscadas, como el Patio de las Tortugas, uno de sus espectaculares espacios exteriores que “abrazan” el Salón Miguel Martín-Fernández de la Torre y donde los clientes pueden disfrutar de un área de relajación en medio de un agradable entorno natural.

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Royal Hideaway Hotel

Hay que recordar que Barceló Hotel Group, la división hotelera del Grupo Barceló, es la segunda cadena de España y la número 29 más grande del mundo. Actualmente cuenta con más de 250 hoteles urbanos y vacacionales de 4 y 5 estrellas, y más de 57.000 habitaciones, distribuidos en 23 países y comercializados bajo cuatro marcas: Royal Hideaway Luxury Hotels & Resorts, Barceló Hotels & Resorts, Occidental Hotels & Resorts y Allegro Hotels.

 

Royal Hideaway Luxury Hotels & Resorts, la marca del Hotel Santa Catalina, está integrado por hoteles-destino en localizaciones exclusivas, fuertemente vinculados a la cultura a través de la creación de momentos únicos e irrepetibles. Estos alojamientos están posicionados en el segmento del lujo y sus experiencias genuinas convierten sus 12 establecimientos urbanos y vacacionales, ubicados en España, Emiratos, México y República Dominicana, en un escenario perfecto para vivir una experiencia inolvidable.