Granada también es para los niños. Algunos padres no saben muy bien qué hacer cuando viajan con sus hijos por miedo a que se aburran, pero esta ciudad ofrece un amplio abanico de actividades para que disfruten tanto niños como adultos, y todo ello sin renunciar a descubrir su amplio legado histórico y cultural. Solo se trata de encontrar formas de adaptar las visitas al espíritu inquieto, juguetón e imaginativo de los más pequeños. En este artículo os ofrecemos cinco planes para descubrir la bella ciudad milenaria de La Alhambra desde los ojos de un niño.
- Descubrir Granada en tren
- La Alhambra para niños
- De picnic en el Parque Federico García Lorca
- Diversión en el Parque de las Ciencias
- Sierra Nevada con niños en montaña rusa
Descubrir Granada en tren
Desplazarse a pie por toda la ciudad con niños puede resultar complicado, especialmente si son muy pequeños. Pero existe una alternativa ideal: el tren turístico de Granada. A los niños les encanta descubrir la ciudad a bordo de los vagones adaptados a las estrechas calles de algunos barrios granadinos de este medio de transporte. El tren ofrece una ruta diurna de 11 paradas, que pasa por el Albaicín y el centro de la ciudad para subir hasta la Alhambra, y otra nocturna, más breve, que no llega hasta la fortaleza nazarí. Cuenta con techo panorámico para no perderse ni un detalle, audioguías en 12 idiomas y, lo más interesante, un billete hop on/hop off que permite a los viajeros subir y bajar cuantas veces quieran durante el día. Volver a cogerlo es fácil: pasa uno cada 20 minutos.
La Alhambra para niños
Pasear por la Alhambra es como sumergirse en uno de los cuentos de Las mil y una noches… ¿Y qué mejor que un cuento para un niño? Una visita a esta milenaria fortaleza nazarí puede convertirse en una fuente de estímulos para desarrollar la curiosidad, el pensamiento propio y el aprendizaje sobre el patrimonio de los más pequeños. Eso es precisamente lo que intentan en La Alhambra en familia, un programa del Patronato de la Alhambra y el Generalife que ofrece visitas guiadas por educadores expertos en interpretación del patrimonio. Los recorridos, diseñados para el disfrute de pequeños y mayores, desvelan la historia del monumento como si de un cuento se tratara o se centran en temáticas concretas, como el agua que fluye por acequias, fuentes y albercas o los sonidos, poemas y música de la Alhambra nazarí. Las visitas se organizan los sábados y domingos por la mañana y admiten un máximo de 30 personas por itinerario.
Si no es posible reservar una de esta visitas en familia, en el mercado existen audioguías educativas infantiles para móvil (La Alhambra: El Castillo Rojo) y libros ilustrados (La Alhambra contada para los niños, Los cuentos de la Alhambra para niños) que pueden hacer el recorrido mucho más ameno para los menores.
De picnic en el Parque Federico García Lorca
Si los niños están cansados de ver monumentos, podéis organizar un picnic familiar en el Parque Federico García Lorca, un lugar tranquilo de agua y jardines que ofrece múltiples opciones. El recinto cuenta con el parque de columpios más popular entre el público infantil de la ciudad, un lago con patos y hasta una tirolina que vuelve locos a los más pequeños. Padres, no os preocupéis: al lado de los columpios hay un kiosko desde donde vigilarles cómodamente con una cerveza y una tapa. Estos jardines también ofrecen la posibilidad de visitar la Huerta de San Vicente, la casa de veraneo de la familia del poeta Federico García Lorca, quien pasó aquí muchos veranos escribiendo algunas de sus mejores obras. De hecho, el parque actual se construyó sobre los antiguos terrenos de la finca familiar. La casa-museo suele ofrecer actividades para niños como talleres de danza, poesía o teatro.
Si vuestra visita tiene lugar en verano, podéis plantearos ir al cine al aire libre que se organiza en el parque cada miércoles por la noche o al tradicional espectáculo infantil de la Verbena con Títeres, que se celebra a principios de junio.
Diversión en el Parque de las Ciencias
Este museo interactivo, todo un referente de divulgación científica en Europa, ofrece innumerables experiencias con las que cualquiera puede aprender disfrutando, ya tenga tres o cien años de edad. Sus múltiples exposiciones permanentes, temporales y talleres son un gran estímulo de la curiosidad sobre el origen del universo, la vida en la Tierra, los fenómenos físicos o la robótica, entre otros muchos temas. Los niños de entre tres y siete años lo pasarán en grande en la sala Explora, un sugerente espacio donde los pequeños pueden moverse libremente entre más de 20 actividades que les permiten ver, tocar, experimentar y jugar con diferentes materiales y objetos. Los mayores, en cambio, suelen disfrutar especialmente con el Planetario, donde es posible viajar desde las insondables profundidades del universo en 360 grados hasta el microscópico reino de las bacterias, hongos e insectos visto en 3D desde el punto de vista de una nanocam.
Sierra Nevada con niños en montaña rusa
La estación de esquí de Sierra Nevada ofrece alternativas igualmente divertidas para los no esquiadores. Si tus hijos aún son demasiado pequeños para esquiar, en el parque recreativo Mirlo Blanco, situado en Pradollano, también podéis patinar sobre hielo, lanzaros por toboganes de nieve, deslizaros en trineo o en rosco neumático y practicar bici-esquí, entre otras actividades. La atracción estrella es el Trineo Ruso, una montaña rusa sobre nieve con la que descenderéis por la ladera de la montaña en un trineo sobre raíles a 40 kilómetros por hora.
En el área de Borreguiles, encontramos hasta tres espacios dedicados al disfrute de la nieve en familia. La Pista de El Mar está decorada con animales marinos, un submarino y un faro con los que los niños pueden jugar mientras esquían. Un poco más abajo, en la zona de principiantes, está la Pista del Bosque, un tramo en el que se esconden varias estatuas de animales de montaña y un camino que lleva a una pista de iglús donde se suelen organizar actividades infantiles. Por último, los pequeños riders que se inician en el snowboard y el freestyle pueden aprender filigranas sin riesgo en el Kidspark del snowpark Sulayr.
Los más pequeños, en todo caso, siempre pueden quedarse en el centro lúdico infantil de la estación de esquí, una guardería para niños de entre cuatro meses y ocho años en donde se entretendrán con juegos, películas, música y talleres de manualidades. También ofrece servicio de comedor e incluso horario nocturno hasta las 02:00 de la madrugada los fines de semana.