Cada vez son más los que deciden disfrutar de una experiencia relajante en un spa. Se ha convertido en una de las actividades más comunes, y acudir a unos baños termales a olvidar el estrés del día a día, es algo que se ha incorporado en la rutina.
Granada tiene una gran tradición en este ámbito, durante la conquista árabe en España se asumieron muchas tradiciones de la cultura nazarí, entre ellas acudir a los hammam, o baños turcos, como lugar de reunión.
No sólo los circuitos termales y las piscinas, también todos los tratamientos que ofrecen basados en las enseñanzas tradicionales de los baños árabes. En Granada puedes disfrutar de esta experiencia.
Hammam
Purificar el cuerpo y el espíritu de todos los pecados es el objetivo principal de estos baños. La cultura musulmana hace especial hincapié en esto, por eso los baños eran lugares de reunión muy frecuentes. Los hombres se juntaban en los hammam para discutir sobre los temas más relevantes del momento. Era tal la importancia de este ritual, que las mujeres también lo tenían permitido en lugares y horarios diferentes al de los hombres.
Los baños árabes tienen una estructura propia, al tratarse de lugares de reunión, cuentan con una piscina central que se comunica con las demás mediante ramificaciones. La decoración de estos lugares se caracteriza por los motivos geométricos y la iluminación es tenue, creada por pequeñas aberturas con forma de estrella en el techo, lo que genera un ambiente de relajación y un espacio social donde conversar.
Entre los años 600 y 800, los expertos calculan que había una gran cantidad de baños árabes en la ciudad de Granada, y en la actualidad puedes seguir disfrutando de este placer en cualquiera de los hammam de la ciudad.
Situado detrás de la iglesia de Santa Ana, justo enfrente de la Alhambra, se encuentra el Hammam Al Andalus, el primero que se hizo en España. Se reconstruyó sobre un antiguo baño turco, utilizando las propias piscinas. Recomiendan siempre empezar por un baño relajante en sus termas, pasando por las diferentes piscinas a varias temperaturas; y finalizar la experiencia en la sala de vapor recreando el hammam andalusí originario.
Además, entre sus servicios, cuentan con masajes relajantes y rituales propios de la tradición nazarí, con aceites esenciales y piedras calientes.
También están los baños Aljibe de San Miguel, donde todos los productos cosméticos que utilizan provienen del cultivo ecológico. La aromaterapia es una parte fundamental en la experiencia de estos baños, los aceites esenciales cuentan con múltiples beneficios, tanto si se adquieren mediante la inhalación como por la absorción de la piel a través de los masajes.
Otro de los más populares en Granada son los Baños Elvira. Con una arquitectura tradicional nazarí para darle la auténtica esencia de los hammam. Los arcos, bóvedas y azulejos recrean el ambiente de los antiguos baños turcos.
Además, después del recorrido en las termas y la posibilidad de disfrutar de cualquiera de sus masajes, en estos baños puedes retomar fuerzas con un té, un zumo natural o fruta fresca.
Spa
Los spa se componen de varias partes, con el objetivo de conseguir encontrar de nuevo la armonía entre cuerpo y mente. Están las piscinas, las saunas, los baños, y los circuitos. Gracias a la combinación de estos elementos se consiguen los objetivos deseados.
Las piscinas están a diferentes temperaturas para conseguir una mejora de la circulación, por eso una de las recomendaciones siempre es que después de estar en el agua templada, como por ejemplo en el jacuzzi, hacer una visita a la fría para activar el organismo.
Una segunda parte es la sauna, aquí se eliminan las toxinas y se depura la piel. El baño turco tiene un efecto similar, pero además se utilizan aceites esenciales. Luego además, encontramos circuitos como el pediluvio para la relajación de los pies y las piernas.
Y, como norma general, suelen tener también un área de relax donde pasar la última parte de la experiencia disfrutando de un té, un zumo o incluso una copa de cava para reponer energías y salir lo más revitalizado posible.
En pleno centro de Granada, encontramos un oasis de relajación para los cinco sentidos: el Spa Five Senses. Este espacio termal combina tratamientos bitérmicos con la relajación del cuerpo y la mente. Los contrastes entre las diferentes temperaturas o texturas, ayudan a encontrar de nuevo el equilibrio. Además ofrecen masajes, tanto relajantes como drenantes, para completar la experiencia.
A las afueras de la ciudad, en El Barrichuelo, encontramos el Spa Granada Palace. Es uno de los espacios termales más grandes, cuenta con una superficie de hasta 900 metros cuadrados dedicados al bienestar y la relajación. Tienen una gran variedad de servicios como cascadas laminares, jets de hidromasaje, circuitos de micro burbujas…
Los masajes también están entre su carta de servicios, se puede disfrutar de masajes con hierbas aromáticas, aceites esenciales, piedras volcánicas, e ingredientes naturales como la miel, el chocolate o las algas.
Una de las experiencias más curiosas que podrás vivir en Granada es un Spa de cerveza. El Beer Spa es una de las atracciones turísticas más comunes en la ciudad, además de ser una actividad muy diferente, la cerveza tiene propiedades que son beneficiosas para el cuidado de la piel.
Además de relajarnos por dentro, también lo hace por fuera, cuenta con terapias formuladas a base de componentes básicos de la cerveza, como la levadura, el lúpulo o la cebada. La aplicación de estos componentes sobre la piel ayuda a su regeneración, gracias también a las vitaminas del grupo B, presentes en esta bebida.
En Granada son expertos en relajación, toda la tradición nazarí de los hammam avala sus resultados. Sin duda, un plan perfecto para ir en pareja o con amigos que la ciudad te ofrece.