Pocos lugares del territorio español pueden estar tan vinculadas al turismo saludable como Alhama de Granada cuyo nombre ya deriva del árabe ‘al-hamman’, que se puede traducir como baño termal. La historia de esta zona granadina y su vínculo con el uso de sus aguas prodigiosas se remonta a época romana, un pueblo que conocía y aprovechaba sus propiedades. De aquella etapa quedaron restos de termas, al igual que lo hicieron de la calzada o del puente romano. Pero no sólo los romanos conocían y disfrutaban del contacto con el agua, sino que fueron los árabes los que al fundar la ciudad, incluso decidieron que su nombre sería el de “baño termal o manantial de agua caliente”.
La naturaleza fue generosa con Alhama de Granada y le regaló el don de tener aguas terapéuticas que aflorasen al nivel del suelo, quizás sin ellas los árabes hubiesen pasado de largo y hoy día no se disfrutaría del laberíntico trazado del barrio árabe. Por desgracia, muchas construcciones de aquel momento, como mezquitas, sinagogas o palacios, fueron sustituidas tras la reconquista cristiana en 1482. Incluso así y con un posterior terremoto en 1884, su patrimonio es muy rico y su casco antiguo ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico.
- Qué son las termas de Alhama
- Información de interés y consejos para la visita
- Otras opciones de relax en Granada
Combinar una visita a las pozas de agua termal de Alhama con un paseo por la población es realmente la mejor opción en este caso. Y si te quedas a comer no dejes de pedir algún plato local con garbanzos, migas o la famosa olla jameña, todo ello acompañado de los mostos de la zona. Y como postre, o recuerdo gastronómico, la repostería de las monjas Clarisas de San Diego.
Qué son las termas de Alhama
Tras esta pequeña introducción, ya podemos comenzar a disfrutar de los baños termales de Alhama. Debes saber que tienes dos opciones muy interesantes en esta localidad granadina: gozar de los privilegios del balneario de Alhama o bien aprovechar las pozas gratuitas al aire libre situadas junto al río Alhama.
Si optas por el balneario te quedarás maravillado por la excelente conservación de estos baños árabes del siglo XII. Por aquí pasaron entre los siglos XIII y XV las personalidades más importantes del momento para aprovechar los beneficios calmantes de sus aguas.
Disfrutar de las aguas termales en el balneario no es gratuito pero se puede comprar una entrada de medio día. Lo que sube un poco el precio son los tratamientos específicos que ofrecen en el mismo. El agua de los manantiales que surten al balneario están indicadas para la artrosis, artritis, asma, alergias, secuelas de traumatismos, rinitis, bronquitis, apnea del sueño y fibromialgia, entre otras dolencias. El circuito termal más básico en el balneario consta de un baño en una terma romana (el Baño de la Reina) y un recorrido por distintos jacuzzis.
Si sólo quieres optar por el baño y no quieres gastar dinero, acércate a las 3 pozas públicas al aire libre del río Alhama. Las piscinas naturales son de distinto tamaño y temperatura por lo que lo ideal es ir probando y quedarse en la que estés más a gusto. En la poza superior, la más pequeña, apenas entran tres personas con comodidad y su temperatura se sitúa por encima de los 40ºC. En la segunda, que es ovalada, pueden estar sin apretarse 8 o 10 personas, su temperatura es un poco más templada y el fondo es de hormigón. Y la tercera piscina natural, que es la que vierte su agua al río, es la más fresquita aunque el fondo es más bien arenoso-fangoso. En esta última es donde las personas del pueblo lavaban la ropa, los enseres o se bañaban ellos mismos. La composición del agua termal está formada por sulfatos, bicarbonatos, magnesio, calcio, etc. y son perfectas para enfermedades óseas o respiratorias.
Información de interés y consejos para la visita
Las aguas termales de Alhama de Granada son de sobra conocidas así que, como comprenderás, disfrutarlas en soledad es harto complicado. Nuestra recomendación es intentar ir entre semana, a primera o última hora, y evitar fines de semana, puentes o festivos. Como el agua brota caliente, si el verano es muy caluroso puede que tampoco sea muy agradable permanecer dentro mucho tiempo. Llévate agua fresca para compensar la subida de temperatura corporal.
Por otro lado, el suelo de alguna poza es fangoso, si eres aprensivo quizás pueda resultarse un poco incómodo y debas elegir otra piscina. Si visitas las termas de Alhama de noche puede que encuentres alguna poza rodeada de velas, no sucede a diario pero no es mal sitio para dar sorpresas románticas a las parejas.
Por último, prepara una mochila con lo necesario para una tarde de relax: toalla o albornoz, agua y algo de fruta para picar. Eso sí, no lleves champú o geles contaminantes (o incluso mejor, no te asees allí). Y, por supuesto, llévate la basura de vuelta a los contenedores adecuados.
Otras opciones de relax en Granada
Además de conocer las aguas termales de Alhama, te recomendamos probar la oferta de bienestar del balneario de Lanjarón. Dispone de 6 manantiales donde brotan aguas mineromedicinales con distintas propiedades que pueden aprovecharse en un baño, como en El Salado, donde este uso resulta sedante. O bien bebiendo el agua como en los manantiales de Capuchina, que es depurativa; Salud II, facilita la digestión; Capilla, ayuda en la digestión y estimula el apetito; Salud I, mejora la digestión; y San Vicente, tiene efecto diurético. Dicho centro de bienestar también cuenta con numerosos tratamientos como parafango, quiromasaje, reflexología o presoteropia.
Otros espacios de bienestar de carácter termal que te pueden interesar en la provincia de Granada son el Balneario de Alicún de las Torres (en Villanueva de las Torres), Balneario de Graena (en Cortes y Graena), Balneario de Zújar (en Zújar), Baños Termales de La Malahá (en La Malahá).