Aracena es uno de esos hermosos pueblos ocultos en los muchos pliegues de la Sierra de Aracena. Su valor natural es evidente, pues es parte del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Su fortificación del siglo XIII, el Castillo de Aracena, o la iglesia de la Asunción han sido tradicionalmente reclamos para el turismo.

No obstante, más allá de su castillo, Aracena ha visto incrementadas sus visitas gracias a la Gruta de las Maravillas. Porque mientras el ser humano se esforzaba por adornar y cubrir el cerro del castillo, la naturaleza iba formando en sus profundidades un palacio de estalactitas, estalagmitas y lagos subterráneos. Más de dos kilómetros de galerías de una belleza impresionante.

  1. Castillo de Aracena. Conoce su peculiar historia
  2. Visita el Castillo de Aracena
  3. Qué más ver cerca del Castillo de Aracena

Aracena también ha sido catalogada como la reserva ‘Starlight’ más grande del mundo. Esto es, una reserva lumínica desde la que poder ver las estrellas sin contaminación alguna. Es por eso que todos los años se celebran en Aracena actividades relacionadas con la observación astronómica, convirtiéndose en un lugar predilecto de los “astroturistas”.

 

Castillo de Aracena. Conoce su peculiar historia

 En 1212, con la batalla de Navas de Tolosa, se marcaba un antes y un después en la lucha entre cristianos y musulmanes en la Península. Al-Ándalus se derrumbaba a grandes pasos y, tras ese enfrentamiento, los cristianos conquistaron en muy poco tiempo casi todo el sur peninsular, salvo las tierras del Reino de Granada.

A mediados del siglo XIII, en ese avance implacable, las tropas portuguesas conquistan el territorio musulmán conocido como Qartrasana, al que pertenecía Aracena. Es entonces cuando se levanta el castillo sobre una antigua fortificación musulmana. Y es que, mucho tiempo antes, almohades y almorávides habían pensado lo mismo: defender sus fronteras, entonces contra los cristianos, aprovechando las ya rocosas murallas naturales de la Sierra de Aracena.

campanas del Castillo de Aracena
Campanas del Castillo de Aracena

Así pues, una vez derrotado el enemigo común musulmán, las viejas guerras entre vecinos volvían. Portugal buscaba entonces fortificar lo que eran ya sus fronteras con el Reino de Castilla. El Castillo de Aracena, sin embargo, sería “tomado” por la Corona de Castilla de manera más diplomática.

Gracias al Tratado de Alcañices, en 1297, que fija las fronteras entre Portugal y Castilla y León, tierras como Ayamonte o Aracena pasaron a ser parte de la Corona de Castilla. Castilla renunciaba al Algarve y, sin saberlo, ambos reinos estaban firmando la que acabaría siendo una de las fronteras más antiguas del mundo. Todavía hoy se conserva casi intacta.

 

 

Más tarde, el Castillo de Aracena sería incluido dentro de la Banda Gallega, el cinturón defensivo configurado por Sancho IV el Bravo para protegerse de incursiones militares desde Portugal. De nuevo, Aracena volvía a tener un lugar preeminente como puesto defensivo fronterizo, esta vez de manos de la Corona de Castilla.

La Banda Gallega sería llamada así, precisamente, porque fue este rey el que decidió animar a leoneses y gallegos a repoblar la zona en que se encuentra Aracena. Las conquistas cristianas habían sido rápidas y vastos territorios quedaban ahora bajo sus dominios. Era el momento de volverlos a poner en funcionamiento.

Visita el Castillo de Aracena

torre del Castillo de aracena
Torre del Castillo de aracena

El Castillo de Aracena se dotó en su día de un doble perímetro amurallado, del cual hoy conserva el interior. Ahora es posible caminar por el adarve de la fortificación para apreciar la región en toda su amplitud. Las torres defensivas, que van siendo acondicionadas y a las cuales se les empieza a asignar paneles informativos, son auténticos miradores naturales, y un motivo suficiente para realizar la visita.

El Castillo de Aracena fue, como hemos dicho, construido sobre una antigua fortificación musulmana. Durante la conquista cristiana, todos los edificios anteriores fueron destruidos. No obstante, gracias a la arqueología, muchos de ellos han sido recuperados. Así, uno de las zonas que primero podremos visitar es una vivienda musulmana, organizada en torno a un patio central (como muchas casas andaluzas hoy día), siguiendo el estilo de otras viviendas de Al-Ándalus.

Aparte de las murallas y sus torres defensivas, el recinto contaba también con dos aljibes para recoger el agua. Uno de ellos, de gran tamaño, lo podremos inspeccionar de cerca en una de las entradas al recinto. La torre Mayor, como un esqueleto, sigue esperando su recuperación en lo más alto del cerro. Ella era el último bastión defensivo, en caso de conquista, para los señores del castillo.

El Castillo de Aracena lleva desde 2015 abierto al turismo, pero su proceso de rehabilitación ha sido lento. Ya en 2019 fue anunciado un plan con el objetivo de recuperar las fortificaciones de frontera con Portugal, con especial atención a las que componen la Banda Gallega. Por ello, dentro de muy poco tendremos no sólo el exterior del castillo rehabilitado, sino también sus estancias interiores, además de poder contar con nuevos recursos informativos, audiovisuales, etc.

 

 

Qué más ver cerca del Castillo de Aracena

 El entorno de Aracena es el del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. En este marco natural incomparable, las excursiones y escapadas que uno puede realizar por sus alrededores son altamente recomendables. Sin embargo, el propio pueblo de Aracena guarda unos cuantos tesoros que no podemos perdernos:

  • Plaza Alta:

    iglesia de la Asunción
    Iglesia de la Asunción

Esta plaza, del siglo XVI, se construye una vez se ha extendido el pueblo más allá del antiguo recinto amurallado. Antigua Plaza Mayor, a lo largo del siglo XIX fue perdiendo su lugar preeminente en la vida de la ciudad. Hoy día, su pendiente empedrada nos conduce a la maravillosa iglesia de la Asunción y al pequeño jardín que hay en su frente. Además, aquí tenemos el Cabildo y, muy cerca de su extremo, el Ayuntamiento diseñado por Aníbal González, el mismo que realizó la Plaza de España de Sevilla.

  • Cabildo viejo:

Este edificio consistorial renacentista acoge hoy el Centro de Interpretación del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. De planta cuadrada, en el siglo XVI confirmaba el cambio del pueblo medieval y amurallado a una villa acorde con los nuevos gustos. En su portada, diseñada por Hernán Ruiz II en 1563, se lee el siguiente salmo en latín: “Brota de la tierra la verdad, y la justicia se asoma desde el cielo”. En su interior podremos conocer el entorno de la Sierra de Aracena, su geología, su clima… pero también sus costumbres, artesanía o gastronomía.

  • Iglesia de la Asunción:

Si en la Plaza Alta se iban a representar los nuevos tiempos renacentistas del siglo XVI, no podía faltar en ella, además del centro del poder político, el del religioso. Y la iglesia de la Asunción es seguramente su monumento más

espectacular. Su fachada queda dividida en tres partes por un majestuoso arco central. Y si el exterior es colosal, un bloque poderoso y macizo de piedra, en su interior las estructuras de madera y la decoración de las bóvedas son puro refinamiento. Sin duda, estamos ante una iglesia especial por su forma y diseño, de dimensiones más cercanas a las de una catedral.

  • Gruta de las Maravillas:

Si Aracena se ha convertido en un lugar relativamente turístico es, además de por sus riquezas culturales, por la que fue la primera cueva abierta al público en España, en 1914. Su fama es merecida: lagos de aguas turquesa y cursos subterráneos de agua; columnas, estalactitas, estalagmitas y muchas otras formaciones que adoptan formas fantásticas, como si fueran mares de coral pendiendo del techo o pilares pesados como patas de elefante. Es recomendable reservar con antelación, pero la visita merece mucho la pena.