A tan solo un corto trayecto de la provincia de Huelva, la costa del Algarve en Portugal despliega una impresionante colección de playas que combinan la belleza virgen del Atlántico con la serenidad de paisajes prácticamente inalterados por el t3iempo. Las playas de esta región, cercanas a la frontera hispano-portuguesa, ofrecen un refugio perfecto para quienes buscan arenas doradas, aguas cristalinas, y un ambiente más relajado y auténtico que el de las zonas más concurridas del Algarve. Desde la inmensa y serena Praia da Alagoa hasta el encanto rústico de Cacelha Velha, estas playas son el destino ideal para una escapada tranquila pero llena de aventuras. Aquí te presentamos algunas de las mejores playas de Portugal cerca de Huelva que no puedes perderte.
- Praia da Alagoa, un oasis de serenidad y horizontes infinitos
- Praia da Manta Rota, la mezcla perfecta de naturaleza y modernidad
- Praia Verde, un refugio de aguas verdiazules en medio de un bosque de pinos
- Praia de Santo António, el secreto mejor guardado junto al Guadiana
- Playa del Barril, un cementerio de anclas al que se accede en tren por las salinas
- Playa de Cacelha Velha, belleza rústica en el alma del Algarve
Praia da Alagoa, un oasis de serenidad y horizontes infinitos
Praia da Alagoa, a 45 minutos en coche de Huelva capital, es una de esas playas del Algarve donde la vista se pierde en el horizonte y la tranquilidad se convierte en la protagonista indiscutible. Separada de la pintoresca localidad portuguesa de Altura por una extensión de dunas bajas coronadas de matorrales, rodeadas de jaras y pinares, esta playa destaca por su extensa franja de arena dorada y su ambiente familiar. La Praia da Alagoa es, sin duda, ideal para aquellos que buscan descansar y desconectar del ajetreo diario, con aguas cálidas y tranquilas que la convierten en un destino perfecto para familias con niños pequeños.
A lo largo de su costa, se pueden encontrar varios chiringuitos y restaurantes locales, como el Restaurante Das Marés y el UCA Altura, que ofrecen pescados frescos y mariscos típicos de la zona, complementando así la experiencia de playa con una excelente propuesta gastronómica. El arenal de 2,3 kilómetros de longitud, que se pierde de vista en todas direcciones, está equipado con campos de fútbol y voley playa en perfecto estado. Además, la playa cuenta con amplias instalaciones y servicios, como duchas, aseos y alquiler de sombrillas, que hacen de la visita una experiencia cómoda y relajada. Durante la temporada baja, la Praia da Alagoa se convierte en un paraíso de serenidad, perfecta para largas caminatas junto al mar o para disfrutar de un espectacular atardecer en la inmensidad del Atlántico.
Praia da Manta Rota, la mezcla perfecta de naturaleza y modernidad
A unos pocos kilómetros al oeste de Praia da Alagoa se encuentra la Praia da Manta Rota, una playa que combina la belleza natural del Algarve con un toque de mayor modernidad y dinamismo. Este extenso arenal es conocido por sus aguas poco profundas y cálidas, características que lo hacen muy popular entre los turistas que buscan una experiencia de playa más activa. Además, es el lugar ideal para practicar deportes acuáticos como el windsurf, el kitesurf o el paddle surf, además de ofrecer alquiler de equipos y escuelas que enseñan a los principiantes a dominar las olas del Atlántico. Cuenta con dos parkings separados por una plazoleta donde suele instalarse un pequeño mercadillo, y hay un par de chiringuitos que sirven deliciosa comida portuguesa de mar, destacando el restaurante Chá com Água Salgada.
En el pintoresco pueblo de Manta Rota, los visitantes encontrarán una amplia oferta de alojamientos, desde acogedores apartamentos hasta modernos hoteles, además de restaurantes y bares donde disfrutar de la gastronomía local. Con un paseo marítimo que bordea la playa, los días en Manta Rota pueden terminar con un relajante paseo mientras el sol se pone en el horizonte, pintando el cielo con tonos rosados y dorados. Para aquellos que buscan explorar más allá de la arena, las dunas que rodean la playa son el hogar de una rica flora y fauna autóctonas, con plantas como el enebro de las dunas, la camarina y el alhelí de mar, y diferentes tipos de aves y reptiles como el chorlitejo patinegro y la lagartija colilarga.
Praia Verde, un refugio de aguas verdiazules en medio de un bosque de pinos
Praia Verde, cuyo nombre significa «Playa Verde» en portugués, es considerada una de las playas más bonitas del Algarve por su combinación perfecta de mar y naturaleza. Flanqueada por un frondoso bosque de pinos piñoneros, esta playa es un refugio de serenidad que parece alejarse del bullicio del mundo moderno. Su acceso es a través de un encantador camino de madera que atraviesa el bosque, preparando al visitante para una experiencia donde el verde de los pinos se encuentra con el azul verdoso del océano. La Praia Verde es famosa por sus aguas cristalinas y su suave oleaje, convirtiéndose en un lugar idóneo para quienes buscan relajarse y disfrutar de un día de sol y mar.
La playa cuenta con una buena oferta gastronómica, con el Restaurante Panorámico Infante y dos restaurantes/chiringuitos a pie de playa, Pezinhos N’Areia y Well, donde es posible degustar platos de mariscos frescos y disfrutar de cócteles al atardecer en un ambiente sofisticado pero relajado. Para aquellos interesados en actividades más dinámicas, Praia Verde también ofrece servicios de alquiler de kayak y paddle surf, así como la posibilidad de realizar caminatas por las colinas cercanas que ofrecen vistas panorámicas de toda la costa.
Praia de Santo António, el secreto mejor guardado junto al Guadiana
Praia de Santo António es, sin duda, una de las joyas menos conocidas del Algarve oriental. Situada muy cerca de la desembocadura del río Guadiana, que marca la frontera entre España y Portugal, esta playa se caracteriza por su ambiente tranquilo y sus espectaculares vistas al estuario y al océano Atlántico. Con un acceso algo más restringido que otras playas, Praia de Santo António se mantiene como un rincón prácticamente virgen, ideal para quienes buscan paz y contacto directo con la naturaleza.
El entorno de esta playa es único, pues permite combinar la experiencia de mar con la del río, y es posible realizar paseos en barco a lo largo del Guadiana para descubrir la fauna y la flora de la zona. Además, su proximidad al pueblo de Vila Real de Santo António ofrece al visitante la posibilidad de explorar sus calles empedradas, conocer su arquitectura típica portuguesa y disfrutar de la hospitalidad local. Praia de Santo António es, sin duda, una opción ideal para quienes buscan una playa alejada del bullicio y cargada de autenticidad.
Playa del Barril, un cementerio de anclas al que se accede en tren por las salinas
La Playa del Barril, ubicada en la Isla de Tavira, es famosa no solo por sus arenas doradas y aguas cristalinas, sino también por su legado histórico. El acceso a esta playa se realiza a través de un pintoresco tren turístico que cruza las salinas de la isla, o bien mediante un agradable paseo a pie. Una vez en la playa, los visitantes quedan impresionados por el llamado ‘Cementerio de las Anclas’, una colección de enormes anclas oxidadas alineadas en las dunas como homenaje a la historia pesquera de la región.
Playa del Barril es una excelente opción tanto para familias como para parejas, con una oferta de servicios que incluye restaurantes como el Museo do Atum, donde destacan el atún y el pulpo, alquiler de tumbonas y actividades acuáticas. Además de disfrutar del sol y del mar, los visitantes pueden explorar los senderos que serpentean entre las dunas y las marismas, donde abundan las aves migratorias, convirtiendo la playa en un destino ideal para los amantes del birdwatching y la fotografía de naturaleza.
Playa de Cacelha Velha, belleza rústica en el alma del Algarve
Por último, pero no menos importante, la Playa de Cacelha Velha es el epítome de la belleza natural y la tranquilidad. Rodeada por amplios sistemas dunares y bosques de pino piñonero, es uno de esos lugares del Algarve que mejor ha sabido conservar su legado natural, su patrimonio arquitectónico y la esencia del pueblo portugués. Situada en el pequeño y encantador pueblo del mismo nombre, esta playa destaca por su ambiente casi místico, donde el tiempo parece haberse detenido. Las dunas que rodean Cacelha Velha crean piscinas naturales cuando baja la marea, ofreciendo una experiencia única para nadar y explorar. La playa, accesible a pie tras un corto paseo desde el pueblo, es perfecta para aquellos que buscan un retiro apartado del bullicio turístico.
El propio pueblo de Cacelha Velha es digno de exploración, con su iglesia blanca encalada, su antiguo fuerte y unas vistas impresionantes sobre la Ría Formosa. Aquí, el viajero puede disfrutar de la autenticidad del Algarve más tradicional, donde las casas de pescadores se mezclan con pequeños bares locales, como Casa da Igreja y Casa Velha, que sirven delicias frescas del mar. La playa de Cacelha Velha es un destino ideal para quienes buscan la belleza natural en su estado más puro.