Situado en la comarca Somontano de Barbastro, el pequeño municipio de Alquézar está considerado uno de los pueblos más bonitos de España. Muestra todo el encanto de una villa medieval y numerosos atractivos naturales al visitante que se acerca a descubrir sus secretos. Hay que decir que hay mucho que hacer en esta pequeña población de calles estrechas y empedradas, de poco más de 300 habitantes. La villa se encuentra en un precioso enclave natural junto al encantador río Vero, al pie de las sierras de Balcez y Olsón. Es un destino muy recomendable si estás disfrutando de una escapada turística por Huesca y su provincia.
Historia de Alquézar
Este pequeño pueblo situado a un paso del Pirineo aragonés, cuyo casco urbano ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico, debe su nombre al castillo o “al-qasr” que se construyó en el siglo IX para defender Barbastro de los cristianos del Sobrarbe. La localidad cuenta con una larga e intensa historia en la que han tenido mucho que decir reyes tan importantes como Sancho Ramírez de Aragón (siglo XI) o Alfonso I el Batallador (siglo XII), que concedieron fueros y privilegios a la villa.
Desde que se levantó el castillo de Alquézar en el siglo XI, la localidad es un lugar monumental y hoy es un destino ideal para una escapada turística, ya que conserva numerosos puntos de interés para el viajero, que vamos a enumerar a continuación.
Qué ver en Alquézar
De Plaza Mayor a plaza Rafael Ayerbe
También conocida como la plaza de Mosén Rafael Ayerbe, la antigua Plaza Mayor de Alquézar es el corazón de la villa. Se trata de un encantador espacio porticado, bajo cuyos soportales se colocaban en otro tiempo los comerciantes y artesanos para vender sus productos. Alquézar pueblo tenía un privilegio desde 1528, concedido por Carlos V, para celebrar un mercado semanal y una feria anual, lo cual ayudó a que la villa se convirtiera pronto en un núcleo próspero económicamente.
Colegiata de Santa María la Mayor
Encaramada sobre una gran mole de roca, la majestuosa Colegiata de Santa María la Mayor se levantó sobre la antigua fortificación árabe. Hoy el conjunto está rodeado por una doble muralla con varios torreones, uno de los cuales fue utilizado por la colegiata como campanario. Su claustro, del siglo XIII, tiene planta trapezoidal y en el mismo destacan seis capiteles que relatan temas del Génesis. Desde este espacio de la colegiata de Alquézar, se accede a varias capillas, como las de San Antonio o la de San Fabián y San Sebastián. Y en los muros existen pinturas murales que van desde el siglo XV al XVI y que están dedicadas a la infancia y la Pasión de Jesús.
Fue en el siglo XVI cuando se tuvieron que acometer obras de remodelación, debido al mal estado de la edificación. Se aprovechó para ampliar longitudinalmente la iglesia y añadir más capillas a lo largo de su única nave. Del siglo XVII son, por ejemplo, la capilla de San Nicostrato, excavada en la roca, y la de la Virgen del Rosario. El retablo Mayor está dedicado a la Asunción de la Virgen.
Las impactantes Pasarelas del Vero
Si has llegado de turismo a Alquézar (Huesca) y dispones de tiempo, tienes que admirar la belleza que desprende el último tramo del Cañón del Río Vero, en la sierra de Guara de Alquézar. Quedarás impactado. Las Pasarelas del Vero de Alquézar conforman una ruta de montaña de 3 kilómetros de naturaleza idílica donde se concentran las esencias del vecino Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. En esta ruta de las pasarelas, ideal para hacer senderismo en Alquézar, pasaremos por el frondoso barranco de la Fuente, encajonado entre paredes calizas; por la cueva de Picamartillo, una extraña oquedad formada por la erosión del agua; y por la infraestructura de la antigua central hidroeléctrica antes de llegar al mirador del Vero y disfrutar de unas espectaculares vistas. Apto para niños y mayores.
Mirador Sonrisa del Viento
Desde este mirador tendrás unas vistas espectaculares sobre la monumental villa de Alquézar y el último tramo del cañón del río Vero, antes de que sus aguas se escondan entre las fértiles tierras de los somontanos. Aquí descubrirás una escultura del artista Gabriel, realizada en 1990, que representa una oquedad con forma de sonrisa por la que se cuela el viento. De ahí el nombre del mirador. Una obra que recuerda un dolmen o un arco de triunfo.
La iglesia de San Miguel, del siglo XVII
Esta iglesia monumental de Alquézar se construyó en estilo barroco en el siglo XVII sobre una estructura anterior que fue derribada. Se trata de una edificación robusta y sobria desde el exterior, que conserva de su decoración original sólo la parte superior del gran retablo Mayor de estilo barroco. Todo lo demás, incluso los objetos litúrgicos, quedaron destruidos durante la Guerra Civil.
Dónde comer en Alquézar
Si quieres comer en Alquézar y tienes interés en conocer la comida típica de Huesca, puedes adentrarte en cualquiera de los muchos restaurantes con que cuenta la villa. Los más reconocidos son Casa Pardina, Cueva Reina, Mesón del Vero y La Marmita. Son locales con una tarifa media algo elevada, pero que ofrecen una experiencia culinaria de éxito (casi garantizado). También son interesantes otros restaurantes de precio más moderado, como Las Melias, Mesón de Colungo, o Pena Aman.