En el valle del Ara se asienta esta pequeña población que enamora desde el primer instante tanto por su pintoresco casco antiguo como por el entorno donde se halla enclavada. Boltaña, callada y sencilla, es el lugar idóneo para descansar, disfrutar de la naturaleza, hacer rutas por los pueblos cercanos y comer de maravilla. Pocos rincones de la provincia ofrecen un abanico tan amplio al viajero. Te contamos unas pinceladas sobre la historia de Boltaña y sus propuestas turísticas. Ve reservando un fin de semana porque querrás ir a Huesca.

  1. Boltaña, una villa histórica privilegiada
  2. Castillo de Boltaña, siempre vigilante
  3. Colegiata de San Pedro, una obra monumental
  4. Casco antiguo de Boltaña
  5. Pueblos de los alrededores de Boltaña
  6. Dónde comer en Boltaña

Boltaña, una villa histórica privilegiada

Cuando paseamos por pueblos o ciudades a veces no somos conscientes de que tras cada edificio histórico hay una trayectoria única y singular. En el caso de Boltaña, cuyo nombre inicial fue Boletania, su pasado nos habla del Imperio Romano, que optó por nombrarlo como Municipium Boletanum. También nos recuerda invasiones musulmanas, de las que queda una buena prueba: un castillo en la cumbre del monte de San Martín. Desde allí trataban de frenar la Reconquista. Incluso se conoce el nombre del gobernador, Amrus ibn Muhammad, que Abderramán III decidió colocar en este puesto estratégico. Nos les fue demasiado bien porque existen documentos que atestiguan que en el siglo X ya formaba parte de las posesiones de un rey navarro, García Sánchez I. A este le siguieron Jimeno Garcés, y Sancho Galíndez, ya en el reinado de Ramiro I de Aragón. En siglos posteriores su importancia fue decayendo al tiempo que aumentaba la importancia de Aínsa, otra villa que se debe visitar en un viaje a esta comarca.

Puestos ya en contexto histórico sólo nos queda comenzar a recorrer esta bonita población enclavada en la comarca oscense del Sobrarbe, en el valle del Ara. El Ara es uno de los ríos salvajes de la Península, espectacular en todo su curso y que se presta a los deportes activos. Todo el entorno de Boltaña, rodeado de altas cumbres, reúne las condiciones necesarias para hacer disfrutar a los amantes de la naturaleza y el aire puro.

Castillo de Boltaña, siempre vigilante

Aunque Boltaña no es una población muy monumental, sí que cuenta con algunos exponentes arquitectónicos que hay que conocer. Empezamos por el castillo de Boltaña, que se encuentra sobre una colina y que es una de las primeras construcciones del Reino de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza. Fue construido en el siglo X, por artistas y artesanos de formación lombarda, con objetivos defensivos. Actualmente se encuentra en ruinas pero se puede adivinar que su estructura es militar y formada por una muralla y una torre vigía. En su interior también se identifica un aljibe, donde se acumulaba el agua. La fortaleza se comenzó a descuidar ya en el siglo XVI, cuando se edificó la de Aínsa. Además de curiosear por las ruinas y admirar las vistas, debes saber que el conjunto está envuelto en leyendas que hablan de brujería y aquelarres.

Colegiata de San Pedro, una obra monumental

En el casco histórico de Boltaña se sitúa otra visita monumental de interés, la Colegiata de San Pedro, uno de los templos de mayor tamaño del Pirineo aragonés. Exteriormente puede no parecerlo pero cuando traspasas el umbral aparece ante ti una enorme nave central con bóveda de crucería. Está datada en el siglo XVI y es de estilo gótico aragonés con detalles renacentistas, aunque hay que señalar que se levantó sobre una ermita románica del siglo XIII.

Antes de entrar hay que fijarse en sus portadas románicas y en la torre campanario. Y una vez dentro, en la sillería del coro, que tiene unos bonitos asientos de nogal de estilo barroco, del siglo XVIII; la pila bautismal de una iglesia de Burgasé, y el retablo de la iglesia de San Lorenzo de Morillo, de la localidad de Sampietro

Casco antiguo de Boltaña

Si ya has recorrido los cascos antiguos de otras poblaciones de la comarca, el de Boltaña te parecerá incluso grande. Su trazado radial se remonta a los siglos XV, XVI y XVII y muestra un entramado callejero que se retuerce abriéndose a plazoletas y callejones. En un paseo se descubren curiosas estructuras como sus “casas patio” y sus “casas bloque” que se adaptan  a los desniveles del terreno. Fíjate en los blasones y arcos de las casas, o en viviendas de Don Jorge y Carruesco, ambas del siglo XVI. Las chimeneas también son dignas de atención con sus “espantabrujas” que actúan como protectores del hogar.

Antes de marcharte también es aconsejable acercarse a la Noria de agua, situada enfrente de la piscina natural Gorga de Boltaña, una escena muy fotogénica.

Pueblos de los alrededores de Boltaña

Son muchos los pueblos de los alrededores de Boltaña que bien merecen una visita. La comarca de Sobrarbe, con sus 19 municipios, guarda muchos lugares con encanto pero como en una escapada hay que elegir, te recomendamos visitar Aínsa, Broto y Torla. Las tres poblaciones son indispensables en un viaje por el Pirineo aragonés y perfectas para hacer excursiones desde Boltaña.

Aínsa

La villa de Aínsa, cuyo casco histórico fue declarado Conjunto Histórico-Artístico, ha logrado conservar su esencia medieval. Es un placer recorrer sus calles empedradas, su preciosa Plaza Mayor, su fortaleza con la torre del homenaje y la iglesia románica de Santa María. Todo el pueblo está tan cuidado y tiene tanto encanto que te costará dejar de hacer fotos de sus muchos rincones de postal.

Y es que Aínsa forma parte de la red de Pueblos más Bonitos de España. A orillas de los ríos Ara y Cinca, el conjunto del siglo XV se eleva sobre un alto a modo de atalaya que mira hacia los Pirineos.

ainsa
Aínsa

Broto

Otro pueblo de interés es Broto, no sólo por las visitas que se pueden hacer, como sus ermitas de San Blas y San Clemente, la iglesia fortificada de San Pedro o la Casa del Valle, sino por la gran cantidad de excursiones y actividades de aventura que parten de este lugar. Anímate a hacer al menos la vía ferrata de la cascada de Sorrosal, que es adecuada para todos los niveles. Este imponente y fotogénico salto de agua se hace presente desde prácticamente cualquier lugar de la villa, por lo que vivirlo desde cerca es una experiencia única.

Broto está a las puertas del principal sector del Parque Nacional de Ordesa, por lo que tu paso por aquí es innegociable.

broto huesca
Broto

Torla-Ordesa

Torla-Ordesa, principal entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, es también otra de las paradas obligatorias. Como en Broto, los viajeros no acuden tanto por su casco histórico como por la abrumadora naturaleza que se puede descubrir en los alrededores.

Te animamos también a pasear por su trazado medieval, descubrir sus casas con los blasones en las fachadas, a visitar la iglesia románica de San Salvador que tiene unos bonitos retablos, y el castillo que acoge el Museo Etnológico.

Torla-Ordesa
Torla-Ordesa

En Torla podrás dejar tu coche particular para coger el autobús que te conducirá al valle de Ordesa, ya dentro del Parque Nacional, para comenzar la ruta a pie hasta la famosa Cola de Caballo.

Dónde comer en Boltaña

El restaurante Marboré, emplazado en el interior del Barceló Monasterio de Boltaña, constituye una buena opción para comer en la localidad pirenaica. El establecimiento aparece referenciado en la Guía Michelin por sus platos creativos.

A mayores de este, Boltaña ofrece muchas más opciones. Una de ellas es el Asador Zabrín, donde podrás degustar excelentes carnas a la brasa. Tampoco se puede descartar Casa Coronel, situado en el casco antiguo, otro clásico de la localidad.