Situado junto a la población oscense de Escalona, el Cañón de Añisclo se halla en uno de los enclaves más bonitos del Pirineo Aragonés. Con sus atractivas cascadas, su frondoso bosque y su espectacular entorno natural, forma parte de un paisaje de gran belleza dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido de Huesca. Esta garganta profunda fue generada primero por la erosión glaciar y después por la erosión fluvial del río Bellós.

Con una orientación norte-sur, el Cañón de Añisclo tiene en su entorno más cercano otros escenarios muy recomendables para visitar, como la cueva del molino de Aso, también conocida como Cueva del Moro; el mirador de Buerba o los encantadores pueblos de Puyarruego, Vió, Nerín o Fanlo.

Y si lo que te apasiona es el senderismo, acércate hasta el Punto de Información de Escalona (teléfono 974 505 131), porque allí te informarán de todas las rutas de senderismo que existen en torno al Cañón de Añisclo y que están adaptadas a todos los niveles de dificultad. También aptas para hacer una escapada de turismo familiar con niños.

  1. Recorridos y rutas por el Cañón de Añisclo
  2. Qué se puede ver en los alrededores
  3. Cómo llegar
  4. Dónde comer cerca del cañón

Relevancia y características del Cañón de Añisclo

El cañón de Añisclo discurre durante más de 10 kilómetros desde el Circo glaciar de Añisclo, a los pies del Monte Perdido, hasta desembocar en la confluencia del valle del río Aso. En su camino, genera bellos toboganes y cascadas, entre los que hay que destacar la Fuen Blanca o Fon Blanca, una cascada que se produce en el Pico de Añisclo y que se desploma verticalmente sobre el valle. Un lugar que buscan especialmente los amantes de los toboganes y las cascadas. Junto él, en las zonas que permiten el crecimiento de vegetación, se producen bosques tupidos, como la Selva Plana, donde podrás admirar una flora exuberante.

Cuando el Cañón del Bellós llega a la altura de la ermita de San Úrbez, se encajona mucho más y cambia de dirección hasta llegar a la localidad de Escalona. Hay que aprovechar para ver esta ermita del siglo VIII que tiene una estructura de cueva santuario, porque parece más un pequeño cobijo artificial en la montaña.

Hay que decir que el Cañón de Añisclo cuenta con una flora muy particular y que su altitud mínima es de 700 metros en la Fuente de los Baños y la máxima es de 3.022 metros en la Punta de las Olas. Y que es una parada obligada para los amantes de la naturaleza en estado salvaje.

El Cañón de Añisclo
Paso del Río Bellos

Recorridos y rutas por el Cañón de Añisclo

La ruta del Cañón de Añisclo no entraña ningún tipo de dificultad, por lo que resulta un plan muy atractivo para ir con toda la familia. Lo mejor es tomar como punto de partida el aparcamiento del Cañón de Añisclo, en Escalona.

Desde el aparcamiento, hay un circuito circular, de alrededor de dos horas de duración y de baja dificultad. Hay que cruzar el puente románico para llegar a la ermita de San Úrbez, un lugar de peregrinación para pedir la lluvia, y seguir por el camino que desciende hasta el río Aso.

A lo largo del recorrido disfrutarás de un territorio cambiante en el que podrás admirar paredes de piedra, pozas de agua cristalina y llanuras preciosas y que te enseñará cómo la fuerza del agua puede erosionar las rocas más duras.

Si deseas visitar el Molino de Aso, tienes que desviarte cuando encuentres una señalización, aproximadamente 15 minutos después de comenzar el recorrido desde el aparcamiento. Y en apenas cinco minutos podrás descubrir las ruinas de este antiguo molino y, otra vez de regreso al camino principal, en pocos minutos te encontrarás con las cascadas del río Aso.

Paso por el Cañón de Añisclo
Paso por el Cañón de Añisclo

Hay que recordar que el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, donde se encuentra el Cañón de Añisclo, fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1997. Un conjunto natural que está compuesto por cuatro valles de extraordinaria belleza: el Valle de Ordesa, el Cañón de Añisclo, el Valle Pineta y las Gargantas de Escuaín. Todos ellos cuentan con rutas de senderismo ideales para disfrutar de una naturaleza en estado puro. Y en las que no faltarán cascadas, desfiladeros y grandes paredes verticales que conforman unas vistas de auténtica postal.

Ruta circular al Cañón de Añisclo

No hay una única ruta circular por el Cañón de Añisclo, sino varias. Para llegar al punto de partida desde  la localidad de Escalona, hay que tomar el desvío que indica Cañón de Añisclo hasta llegar al aparcamiento de San Urbez. Desde allí, se pasa por el desfiladero de Cambras y tomamos un camino que desciente hasta el punte de San Urbez (a 30 metros sobre el río). A partir de este punto, se pueden hacer dos rutas circulares:

Puente del río Bellós – Río Aso

Se trata de una travesía circular corta, de unos 45 minutos. Discurre por diferentes miradores hasta llegar al río Aso. En este último punto, merece la pena observar las cascadas.

Sercué

Esta es una ruta circular más larga, de entre tres y cuatro horas de duración. El destino es el pueblo de Sercué, que está deshabitado porque quedó vacío tras el éxodo rural que se vivió hace años en aldeas de las montañas del Altoaragón. Una vez en el pueblo, no hay que dejar de ver su iglesia románica.

Qué se puede ver en los alrededores

Además de realizar rutas de senderismo por este enclave natural de gran belleza del Pirineo Aragonés, cerca del Cañón del Añisclo hay dos localidades históricas que merecen la pena realizar una visita.

Jaca

La localidad de Jaca fue la primera capital del Reino de Aragón. Hoy, se considera como la ciudad más importante del Pirineo Aragonés, o la más conocida por su valor histórico y ritmo de vida, y es la capital de la comarca de La Jacetania. Está muy vinculada a los deportes de invierno; de hecho, muchos esquiadores que van a las pistas de Astún o Candanchú escogen a Jaca como lugar donde hospedarse.

Del patrimonio histórico y cultural de Jaca, caben destacar diferentes monumentos y edificios. La Catedral de San Pedro de Jaca (siglo XI) constituye todo un referente del estilo románico español. Fue un templo relevante por su conexión al Reino de Aragón y el Camino de Santiago. Su interior alberga un Museo Diocesano donde se puede admirar una colección de pintura medieval de prestigio internacional.

Vistas de la Ciudadela de Jaca
Jaca

Compite en protagonismo la Ciudadela o Castillo de San Pedro, una fortaleza con forma pentagonal de estrella de cinco puntos que fue ordenada construir por Felipe II a finales del siglo XVI. Constituía uno de los puntos fuertes de la red defensiva del Pirineo Aragonés junto con la ciudadela de Pamploa o el fuerte de Santa Elena (Biescas), entre otros. De su exterior, llama la atención el foso en el que se pueden ver ciervos, su muro y torres de aspecto macizo. Del interior, destaca un gran patio central y el Museo de Miniaturas Militares, que alberga una colección de 32.000 figuritas de plomo.

No hay que dejar de pasear por el casco antiguo, un espacio histórico y lleno de vida en el que se ubican su ayuntamiento de estilo renacentista o templos como la iglesia de Santiago, la del Carmen o la de San Salvador y San Ginés -aquí está el sarcófago de la infanta Doña Sancha, auténtica joya de la escultura románica-.

Sabiñánigo

A 55 kilómetros de Huesca y a 18 de Jaca, se sitúa Sabiñánigo, localidad considerada como la puerta de entrada al Pirineo Aragonés e importante centro industrial y de servicios. Esta localidad oscense ha conseguido mantener su legado histórico y tradiciones a pesar de su desarrollo industrial.

Sabiñánigo pasó de ser una aldeta de poco más de 100 habitantes dedicados a la agricultura y ganadería, a convertirse en una localidad de servicios e industrial gracias a la llegada del ferrocarril y la creación de servicios para acoger a los turistas que se acercaban al Balneario de Panticosa. En cuanto a industria, el aluminio y la industria química florecieron y dieron trabajo a mucha gente.

A nivel turístico, merece la pena visitar alguno de sus museos, como el Museo Ángel Orensanz y Artes de Serrablo, que recoge la cultura material y espiritual de una gran área del Pirineo aragonés, o el Museo de dibujo Julio Gavín-Castillo de Larrés, que muestra miles de dibujos de artistas contemporáneos como Dalí, Zuloaga o Antonio Saura, entre otros.

Cómo llegar

Para llegar hasta el Cañón de Añisclo, debes tomar la carretera que conduce hasta Bielsa para después tomar el cruce que conduce hasta Escalona y el Parque de Ordesa. Hay que continuar por la carretera del valle de Añisclo durante 13 kilómetros hasta llegar a la zona de aparcamiento del Cañon de Añisclo, que es gratuito. Aquí tienes que dejar el automóvil y desde comenzar a pie la ruta para descubrir esta maravilla natural. Si vas en temporada alta, debes saber que tienes que madrugar para tener sitio, porque el aparcamiento es pequeño y se llena con facilidad.

cañon de añisclo
Cañón de Añisclo

Si vas desde la localidad de Aínsa, tienes que conducir 10 kilómetros aproximadamente hasta llegar a Escalona y, después, continuar otros tantos kilómetros hasta el aparcamiento del Cañón de Añisclo.

Dónde comer cerca del cañón

Además de optar por comer en alguno de los restaurantes de localidades como Jaca, Sabiñánigo, hay varios restaurantes de calidad cerca del Cañón de Añisclo.

Uno de ellos es el restaurante Casa Fracua (Avenida de Ordesa, Sarvisé), muy conocido en toda la zona del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido por los senderistas que, tras un día de ruta, paran aquí a comer y reponer fuerzas.

Otro es el Balcón del Pirineo (Calle Vita 47, Buesa). Situado en Buesa, una aldea pirenaica, ofrece a los comensales unas bellas vistas al valle del Broto. De su carta de platos, destacan las carnes de ternera pirenaica a la brasa.