¿Vuestros planes estrella en familia implican naturaleza y montaña? Entonces no lo penséis dos veces, Huesca es el destino perfecto para visitar con los peques de la casa. Fortalezas medievales, encantadores pueblos románicos, reservas de animales, impresionantes estaciones de esquí con multitud de actividades, parques naturales de ensueño en medio de los Pirineos y una capital llena de atractivos completan la oferta. Recorrer el territorio de Huesca con los críos es de lo más sencillo, por lo que te destacamos los mejores planes para conocer su cultura, su patrimonio y su entorno.

  1. Esquí en familia
  2. Rutas fáciles de senderismo en Huesca
  3. El Parque Faunístico de Lacuniacha
  4. La Casa de los Títeres de Abizanda
  5. Visitas históricas con niños en Huesca

Esquí en familia

Son de sobra conocidas las fantásticas estaciones de esquí que podemos encontrar en Huesca. ¿Hay algo mejor que pasar un día junto a los peques en la nieve? Puede que sea el mejor momento para aprender a esquiar o para disfrutar en las zonas de trineos. Las estaciones de esquí de Huesca están llenas de fantásticos servicios que se adaptan a todas las edades.

Una de las más recomendables es Candanchú, situada en el término municipal de Aísa. Cuenta con una pista grande adaptada para niños y un jardín de nieve para que jueguen en un entorno seguro. Hay una zona lúdica para usar trineos y una cinta remontadora para llegar a lo alto de la pista infantil. También dispone de una escuela especializada para los pequeños.

Candanchú

La estación de Cerler, en Benasque, es la más alta del Pirineo Aragonés y una de las mejores de la zona sur. Dispone de 76 kilómetros esquiables para todos los niveles, donde los críos tendrán a su disposición jardín de nieve, cinta remontadora, toboganes, iglús, paseos en trineo con perros y circuitos de habilidad. Una oferta de lo más completa.

En Formigal, una de las estaciones que forma parte de Formigal-Panticosa, se encuentran algunas de las mejores pistas para aprender el deporte blanco, con una zona para debutantes. ¿Qué tal construir todos juntos un muñeco de nieve o un iglú después de una buena jornada de esquí?

Niños divirtiendose en la nieve
Huesca es el lugar perfecto para esquiar en familia

Rutas fáciles de senderismo en Huesca

Hablar de Huesca significa, sobre todo, naturaleza. Aquí se encuentran algunos de los parques naturales más bellos del país. Si una excursión al aire libre es uno de vuestros hobbies favoritos, estáis en el lugar indicado. Los innumerables itinerarios que existen hacen que sea posible encontrar el nivel apropiado para todas las edades.

Uno de los lugares más famosos es el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, donde el senderismo es el verdadero rey para descubrir sus espectaculares paisajes. Entre las rutas más recomendables para hacer con los peques, cabe mencionar la Cola de Caballo, que recorre el cañón de Ordesa entre saltos de agua escalonados, con una duración de tres horas aproximadamente. La ruta circular para conocer las cascadas del Estrecho, Arripas y La Cueva, permite entrar en contacto con la magia del agua. Adentraros en el cañón de Añisclo, dentro del parque, y realizad el itinerario que lleva hasta la ermita rupestre de San Úrbez, en el que cruzaréis un emocionante puente. La ruta de los miradores de Revilla también es una excursión recomendada para niños, con unas impresionantes vistas de los valles.

Actividades en la naturaleza
Huesca también es perfecto para disfrutar de la naturaleza

Dejando a un lado Ordesa y Monte Perdido, otro camino muy popular es el de las Pasarelas del Vero, en la localidad de Alquézar. Es una ruta circular de unos 90 minutos, indicada para todas las edades. A la diversión de ir sobre las pasarelas encima del río, hay que añadir la posibilidad de avistar buitres.

El valle de Tena es uno de los más encantadores para recorrer con los pequeños de la casa, pues hay una gran cantidad de actividades que se pueden realizar con ellos. Una jornada de senderismo hasta el Ibón de Espelunciecha y el de Piedrafita, o los lagos de origen glaciar que se sitúan en los Pirineos, dejarán a los críos impresionados. Además, la fauna está muy presente en este valle, con marmotas o sarrios que os acompañarán por el camino. Si estáis cansados de andar, podéis subir al telecabina de Panticosa, que funciona en verano, para hacer un recorrido panorámico por el valle de Tena y alcanzar incluso 1.900 metros de altitud. Toda una aventura.

Espectacular cascada en Huesca
Espectacular cascada en Huesca

El Parque Faunístico de Lacuniacha

Este parque faunístico es un bosque situado en el corazón del Pirineo de Huesca, en el pequeño pueblo de Piedrafita de Jaca. Los verdaderos protagonistas del lugar son la flora y la fauna, que convierten el espacio en una auténtica sensación para los niños. Es una oportunidad privilegiada para que entren en contacto con los secretos de la naturaleza. En función de la época del año, varían las actividades programadas.

Un total de 15 especies habitan el parque en estado de semi-libertad, situadas en diferentes recintos que os iréis encontrando en vuestro recorrido, de poco más de 4 kilómetros, por Lacuniacha. Ciervos, renos, bisontes europeos, muflones, linces boreales, osos y hasta lobos ibéricos aparecerán ante los asombrados ojos de los peques. A lo largo del camino también hay un itinerario botánico, con las especies vegetales más importantes de la zona, para aprender los diferentes ecosistemas que conviven en este bioparque, que forma parte de la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala.

Las sillas de bebés, a no ser que sean todoterreno o especiales, no circularán bien por el sendero. Así que en ese caso lo mejor es utilizar una mochila. 

Parque Lauchiana
Disfruta de la fauna de los Pirineos en el Parque Faunístico de Lacuniacha

La Casa de los Títeres de Abizanda

Esta casa tan especial en pleno Pirineo, en la comarca del Sobrarbe, la arreglaron los propios Titiriteros de Binéfar para contar con un teatro propio en el que ofrecer sus espectáculos. Asimismo, crearon un museo con marionetas y títeres de todo el mundo, en el que hoy los niños pueden jugar con ellas.

En el pequeño teatro se hacen representaciones que harán las delicias de los pequeños. También hay una gran era con espectaculares vistas, en las que se hacen funciones al aire libre cuando el tiempo acompaña, para disfrutar del bello entorno pirenaico. Aprovechad la ocasión para conocer esta actividad artística, la cultura popular teatral y el festival que supone el mundo de los títeres, gracias a esta compañía que aboga por su continuidad.

Visitas históricas con niños en Huesca

Siempre hay tiempo para un poco de turismo, tan importante cuando se viaja con los peques. De esta manera, abrirán su mente a los valores culturales del destino elegido. En el caso de Huesca, hay que empezar por su capital, que cuenta con una gran riqueza patrimonial: su imponente catedral gótica, la colorida plaza Luis López Allué, el bellísimo monasterio de San Pedro, la arquitectura modernista del Casino, y el pulmón verde que supone el parque Miguel Servet os harán pasar una jornada redonda. Haced un alto en el camino para probar la exquisita repostería de la Pastelería Ascaso, un verdadero templo para los amantes del dulce. También podéis acercaros al planetario del Centro Astronómico Aragonés, a las afueras de la ciudad, para despertar el espíritu científico de los niños.

Vistas de la localidad de Aínsa
Aínsa es una de las localidades más bonitas de Huesca

Por supuesto, no podemos olvidar los pueblos oscenses más encantadores que encontraréis en vuestro viaje. Aínsa, en el Sobrarbe, es uno de los más hermosos, con un casco histórico medieval, un castillo fortaleza que data del siglo XI, una imponente Plaza Mayor y unas calles empedradas que os trasladarán a otra época. Si decidís hacer la ruta de las Pasarelas del Vero, antes tenéis que conocer Alquézar, el pueblo donde se encuentran, sobre todo la Plaza Mayor y la Colegiata de Santa María la Mayor. Jaca es uno de los pueblos más impresionantes, conocido como “la Perla de los Pirineos”. Su Ciudadela es una fortaleza militar del siglo XVI, con una llamativa planta pentagonal, y tiene un puente levadizo, un foso con ciervos y numerosas zonas verdes. Muy cerca de Jaca se halla el monasterio de San Juan de la Peña, donde se les dio sepultura a muchos reyes de Aragón. El excepcional Castillo de Loarre es la fortaleza románica mejor conservada de Europa, a más de 1.000 metros de altura. Ansó o Roda de Isábena, una verdadera joya románica, tampoco pueden faltar en vuestro recorrido.

Son muchas las experiencias que se quedan en el tintero. No dejéis de subir al tren que parte del pueblo de Tramacastilla de Tena y atraviesa todo el valle, mientras os cuentan sus leyendas y tradiciones; en el embalse de Lanuza podéis practicar pádel-surf o alquilar hidropedales; en Biescas hay un parque de aventuras con tirolinas y otras actividades entre los árboles pirenaicos.

¿Aún tienes dudas de que Huesca sea un destino estrella para los niños?