¿Estás pensando en sorprender a tu pareja con una escapada romántica? La provincia de Huesca ofrece un sinfín de rincones para crear esa atmósfera, pues aquí la magia flota en el ambiente y hay actividades para todos los gustos. ¿Os apasionan los deportes de invierno? Aquí se encuentran algunas de las mejores pistas de esquí de España. ¿Deseas hacer una ruta de senderismo en un paraje espectacular? Los parques naturales de Huesca son una parada más que obligatoria. ¿Preferís perderos en algún pueblo medieval? Algunos de los más bonitos del país se encuentran en esta provincia. ¿Una deliciosa gastronomía para una cena especial? Si sois amantes del buen comer y beber, los exquisitos manjares oscenses os están esperando. Seguid leyendo y apuntad todas las experiencias.

  1. Los mejores balnearios de Huesca
  2. Una cena para dos en Huesca
  3. Los pueblos medievales más encantadores de Huesca
  4. Sumergirse en la naturaleza de Huesca
  5. Esquiar juntos en Huesca

Los mejores balnearios de Huesca

Es difícil encontrar un plan más romántico que una sesión en un balneario. Si a ello le sumas un entorno tan especial como el que hay en Huesca, el momento será inolvidable. Uno de los más reconocidos es el Balneario de Panticosa, que cuenta con una larga tradición y está enmarcado por un paisaje excepcional, en el pirenaico Valle de Tena, a más de 1.600 metros de altitud. Sus aguas medicinales brotan del manantial de Tiberio, a unos 53ºC de temperatura.

Balneario de Panticosa

Estas ejercen un efecto terapéutico por su alta composición mineral. El manantial fue descubierto en época romana y hoy abastece a todo el balneario. ¿Qué tal un tratamiento para que la piel se regenere mientras observáis la nieve en el exterior?

Una cena para dos en Huesca

Si os gusta la buena mesa, estáis en una región llena de intensos sabores, con una cocina que conquistará vuestro paladar. ¿Qué tal una velada en uno de los mejores restaurantes de Huesca? En la capital son varios los establecimientos que han demostrado sus grandes dotes gastronómicas, y que incluso cuentan con estrellas Michelin. Uno de los más destacados es Las Torres, que tiene una cuidada y elegante decoración, a la par que una cocina de autor con productos oscenses de primera calidad. El restaurante Lillas Pastia, situado en un impresionante edificio modernista en el centro de la ciudad, apuesta por platos con la trufa como protagonista. Otra referencia es Tatau Bistro que brinda una experiencia diferente, con espectaculares tapas gourmet en un ambiente de diseño. Sorprende a tu pareja con una cena de alto nivel.

Hablando de experiencias gastronómicas, no podemos olvidar del fabuloso vino de Somontano, la denominación de origen cuyas viñas se sitúan a los pies del Pirineo. Más de 4.000 hectáreas y 32 bodegas que crean vinos espectaculares. Una ruta por las bodegas más conocidas, como Fábregas, Viñas del Vero o Laus es de lo más recomendable para todas las parejas aficionadas al enoturismo. Además, algunas de estas bodegas cuentan con restaurantes propios, con unos menús degustación totalmente pensados para acompañar con una copa de Somontano. Todo un viaje para los sentidos.

Una comida con vistas a los Pirineos
Una comida con vistas a los Pirineos

Los pueblos medievales más encantadores de Huesca

Es indudable que la capital de Huesca ofrece numerosos atractivos que no os podéis perder, comenzando por su fantástica catedral gótica, y pasando por el claustro románico de San Pedro el Viejo y el modernismo del Casino. Sin embargo, es en los pueblos donde se respira el ambiente más medieval.

Perderse en una de las preciosas poblaciones oscenses aporta el escenario necesario para una romántica jornada. El Alto Aragón es una tierra llena de tradiciones, que se conservan en muchas de sus poblaciones. La villa de Aínsa, en el Sobrarbe, es una de las que mejor ha conservado su casco antiguo y toda su esencia. Declarada, en 1965, Conjunto Histórico-Artístico es un placer descubrirla paseando por sus calles empedradas. No os perdáis su gran Plaza Mayor, que conserva los edificios originales y tiene una planta trapezoidal. El castillo fortaleza y su imponente torre del Homenaje es otro de sus mayores tesoros. Rematad la jugada probando la cocina tradicional de la montaña aragonesa, por ejemplo en el estupendo restaurante Callizo Aínsa o en el Bodegón de Mallacán.

Alquézar es uno de los pueblos que mejor muestra su pasado medieval. Al pasear por su casco antiguo contemplaréis el castillo y la colegiata de Santa María, ambos estupendos ejemplos de arquitectura románica. El atractivo de esta villa aumenta gracias al paisaje del río Vero, así que no dejéis de recorrerlo gracias a las famosas Pasarelas del Vero, una de las actividades más famosas de la población.

Una visita a Alquezar
Una visita a Alquezar, una de las localidad más encantadores de Huesca

Graus aún conserva parte de su muralla, enmarcada entre casas de piedra y puentes. Su lugar más destacado es la Plaza Mayor, donde se dan cita varios estilos, como la arquería mudéjar que tiene el Ayuntamiento. Roda de Isábena se ubica sobre un promontorio, un pequeño enclave en pleno Pirineo que presume de su bella Catedral románica. Disfrutad juntos del atardecer que ofrece el paisaje de Pueyo de Araguás o viajad al pasado por las silenciosas calles de Montañana, con apenas tres decenas de habitantes.

 Sumergirse en la naturaleza de Huesca

En el caso de que seáis una pareja a la que le vuelve loca el senderismo, estáis en una de las mejores regiones para practicarlo. Hay innumerables rutas para descubrir los tesoros naturales de Huesca. El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera, es la joya del Pirineo oscense. Hay senderos para todos los niveles y gustos. Desde itinerarios sencillos como el de Cola de Caballo, para pasar entre cascadas; hasta otros de más altura como las increíbles Fajas de Pelay, que ofrece un panorama aéreo del valle realmente abrumador. El mayor reto es recorrer el cañón de Añisclo, que llega al corazón del parque, la Fon Blanca. Si sois expertos en montaña, será toda una experiencia.

Espectacular cascada en Huesca
Espectacular cascada en Huesca

Si os van las emociones fuertes y no tenéis vértigo, tenéis que hacer la ruta de las Pasarelas de Montfalcó, una de las más impresionantes. Atravesaréis paredes de más de 80 metros de altura, puentes colgantes y senderos que forman profundos cañones, mientras recorréis la cola del embalse de Canelles. Tendréis la sensación de que flotáis.

Los valles de Benasque, Tena, Pineta o Hecho ofrecen un sinfín de posibilidades a los amantes del senderismo. Parajes montañosos, miradores que cortan la respiración, espectaculares ibones e incluso atractivos históricos por el camino. Todo un paraíso natural al alcance de la mano. 

Esquiar juntos en Huesca 

¿Qué decir del deporte blanco por antonomasia en Huesca? Todos los apasionados del esquí tienen que visitar las pistas oscenses en algún momento. Si sois una pareja esquiadora, seguro que practicar este deporte juntos es una de vuestras actividades favoritas. Una escapada en pleno invierno a las excelentes estaciones de la región es un plan perfecto, en un entorno de lo más romántico entre la nieve.

Cerler ha sido calificada varias veces como la mejor estación de España. Es la más alta del Pirineo Aragonés y cuenta con un total de 79 kilómetros esquiables. La belleza de su paisaje la podréis contemplar en el conocido como “telesilla del amor”, un viejo remonte de dos plazas que te pasea lentamente entre sus principales tresmiles.

Formigal es también una buena elección, en pleno Valle de Tena, sobre todo si queréis iniciaros en la práctica del esquí, pues cuenta con varias pistas para principiantes. Nunca es tarde para empezar algo nuevo. Lo mejor será acabar el día acurrucados frente a una chimenea, mientras veis la nieve por la ventana. ¿Se os ocurre un escenario más romántico?