El Parque Natural de Posets-Maladeta representa lo más majestuoso de los Pirineos. Ubicado en la zona más oriental del Pirineo Aragonés, se trata de un área de enorme valor ecológico en el que confluyen las cumbres más altas de este sistema montañosos, con imponentes valles, saltos de agua e inmemoriales lagos glaciares que nos hacen transportarnos a una zona que recuerda el escenario de novelas de fantasía épica.
QUÉ VER Y HACER EN EL PARQUE NATURAL DE POSETS-MALADETA
Picos como el mítico Aneto, el Posets, el Pico Maldito o el Monumento Natural de los Glaciares Pirenaicos con la sucesión de ibones a cual más sorprendente son algunos de los múltiples encantos que aguardan al visitante, que deberá mostrar su buen estado de forma para recorrer el Parque, pues la zona cuenta con una altitud que va de los 1.500 del fondo del valle hasta los 3.404 metros del pico Aneto. El parque combina, sin duda, lo más hermoso y lo duro de la alta montaña. Recorremos los lugares más increíbles de Posets-Maladeta que no te puedes perder.
Aiguallut
Arrancamos nuestra visita al Parque Natural con un paseo accesible y especialmente pensado para toda la familia. Por lo monumental del lugar y la facilidad de recorrerlo, se trata de una de las zonas más visitadas del Parque. Se encuentra próxima a Benasque. La ruta más conocida arranca en el refugio de La Bersuta. La zona destaca por seguir el cauce de las aguas del Aiguallut, procedente de las cumbres del Aneto, hasta desaparecer en una sima para posteriormente reaparece en el Valle de Arán.
Durante el recorrido tan sólo hay que salvar un desnivel de 130 metros. La ruta circular hasta la gran pradera de Auguallut se realiza en un tiempo máximo de hora y media. Durante el recorrido contemplamos la vistosa cascada de Aiguallut, justo antes se perderse en la sima, hasta alcanzar la gran pradera de Aiguallut, un lugar bucólico presidido por las gráciles aguas que forman divertidos meandros, el verdor de las praderas y el imponente pico Aneto.
Ibones en Posets-Maladeta
En el Alto Aragón a los lagos de alta montaña se los llama ibones. En el Pirineo hay escondido entre las cumbres maravillosos ibones de aguas claras y transparentes. Tal vez los más célebres son, de hecho, los que se encuentran en el Parque de Posets-Maladeta. Destacamos algunos de los más conocidos.
Ibones de Barbarisa
Los ibones de Barbarisa se encuentran en el extremo sur del macizo de Posets. Su ruta más accesible arranca en el puerto de Sahún, a 2002 metros de altitud. La ruta para visitarlo está debidamente señaliza y resulta accesible para familias con algo de experiencia en senderismo de montaña. Durante la excursión se pasa por la llamativa cascada dels Prats, así como por el ibón Chico hasta ascender al amplio ibón Grande con el bello circo de Barbarisa al fondo.
Ibones de Villamuerta
Los ibones de Villamuerta se encuentran muy cerca de Aiguallut, y se han convertido en una alternativa de ruta senderista algo menos masificada en los meses de verano. La excursión se inicia en el área recreativa de La Besurta. A esta zona sólo se accede por pista desde el parking de Los Llanos del Hospital. En temporada alta un autobús recorre este tramo cada media hora. El mismo bus se puede tomar desde Benasque. La ruta es muy accesible, perfecta para iniciar a los más pequeños en las excursiones por la naturaleza. La ruta circular se realiza en menos de hora y media y se salva un desnivel de sólo 170 metros. En sólo 10 minutos de ruta se alcanza el ibón bajo y en 40 minutos el ibón superior. Las increíbles vistas de los ibones con los picos Aneto, el macizo de la Maladeta o el del Perdiguero al fondo nos regalan postales inolvidables.
Ibones y Solana de Gorgutes
Se trata de otra excursión algo más exigente que la anterior. Arranca al final de la carretera A-139, pasado los Llanos del Hospital. La ruta salva un desnivel de más de 500 metros y sus 6 kilómetros se realizan en no más de tres horas. El sendero, debidamente señalizado se encuentra en buen estado y es fácil de seguir. La ruta pasa por el agradable barranco de Gorgutes y Solana del mismo nombre, una coqueta lagunilla que brinda una preciosa panorámica del macizo de la Maladeta. El trayecto continúa en ascensión hasta el ibón de Gorgutes, un lago grande y escondido desde donde se divisa el puerto de La Glera, que separa la parte española de la francesa.
Ibón de Escarpinosa
Otro ibón que es un reclamo del Valle de Benasque. Tiene todo lo que se le puede pedir: ruta entre frondosos bosques de hayas y pinos y verdes valles, refrescantes lagos y sobrecogedores picos como telón de fondo. Eso sí, la ruta es algo exigente, pues en los 13 kilómetros de recorrido hay que salvar un desnivel de 700 metros. La ruta arranca a 4,5 kilómetros de Benasque, en el Valle de Estos. Durante la primera parte del recorrido de ascenso se alcanza los bellos llanos de Batisielles en el que divisa entre un manto verde el recoleto ibonet de Batisielle. Tras dejarlo atrás, la ruta comienza el ascenso al ibón de Escapinosa, en un sendero entre pinos y rocas. Una vez alcanzado el ibón podemos disfrutar de una panorámica magistral: la laguna enclavada entre pinares y picos de los que se divisan sonoras cascadas de agua.
Cascada de Ardonés
La cascada de Ardonés, también conocida como cascada de Bom, se encuentra en las proximidades de Cerler, convirtiéndose en uno de los principales atractivos turísticos de la localidad. La ruta se puede iniciar desde el propio pueblo siguiendo las marcas amarillas de la PR. En no más de hora y media se llega a la monumental y ruidosa cascada del barranco de Ardonés.
Valle de Eriste
El salvaje valle de Eriste ha sido esculpido por las aguas que se precipitan del pico Posets hasta el río Eresa. Su recorrido no es complejo, aunque sí algo exigente, pues hay que salvar 500 metros de desnivel en una ruta de unos 7 kilómetros y tres horas de duración. Desde el pueblo de Eriste se accede en vehículo por pista hasta la cascada de Espantigosa. Una vez ahí comienza el camino a pie que coincide con la ruta PR-36. El primer tramo de ascenso es agradable, con pinares, ríos y zonas abiertas que invitan a descansar y reponerse. La segunda parte arranca con bastante desnivel hasta llegar al refugio Ángel Orús, donde contemplamos una inolvidable panorámica del valle antes de regresar.
Valle de Estós
El valle de Estós es un valle verde, salpicado de bosques y rodeado de gigantescas montañas. Recorrerlo es regalar a la vista toda la grandiosidad del paisaje pirenaico aragonés. Se puede recorrer el valle iniciando el recorrido en la zona de aparcamiento al comienzo del mismo y continuando el sendero que nos lleva primero al Ibonet de Batisielles para luego alcanzar el impresionante ibón de Escarpinosa.
Valle de Vallibierna
El valle de Vallibierna se encuentra entre la estación de esquí de Cerler y el macizo de La Maladeta. En su ladera se alternan pinos negros y praderas. El sendero GR-11 recorre los 9 kilómetros de valle. Se alcanza un refugio de montaña y desde ahí la ruta puede llevarnos al ibón de Vallibierna y otro más algo más arriba.
Pico Aneto
El rey de los Pirineos tiene un nombre: el pico Aneto, la cumbre más alta de este sistema montañoso, con 3.404 metros de altitud. No solo eso, esta montaña alberga el mayor glaciar de los Pirineos que, tristemente, va menguando cada año. Para hacer cumbre se arranca la ruta a pie desde el parking Llanos del Hospital. Es una ruta muy exigente, no tanto por la dificultad técnica sino porque se trata de una ruta larga, de unos 21 kilómetros y más de 12 horas de duración que precisa de un buen estado físico para superarlo. Pero tras el esfuerzo, tras alcanzar las cumbres y sentirse el amo y señor del Pirineo, bien merece la pena.