Ubicado en la comarca de Sobrarbe, en pleno Pirineo de Huesca, el Valle de Otal es un enclave privilegiado muy apreciado por los amantes de la alta montaña y de la naturaleza en estado virgen. Además, se halla en las puertas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, y de las localidades de Jaca, Biescas, Sabiñánigo, Panticosa y Sallent de Gállego, donde se encuentra la estación de esquí de Formigal.

El valle tiene una morfología glaciar en forma de U y uno de sus extremos está delimitado por el circo de Otal, donde nace el río del mismo nombre. Desde aquí, y a través del collado de Tendeñera, se puede pasar hasta Panticosa y el Valle de Tena.

El lugar donde se encuentra el Valle de Otal es, lógicamente, ideal para los apasionados de los deportes de aventura. Incluso para los que practican el esquí, pues no están muy lejos las estaciones de esquí de Biescas y Formigal. Y los que quieran practicar esquí de fondo, pueden dirigirse a Pineta.

  1. Contexto Natural en el Valle de Otal
  2. Por qué visitar el Valle de Otal
  3. Senderos en la zona
  4. Qué mas ver en los alrededores

Contexto natural de Valle de Otal

Rodeado de altas montañas, el Valle de Otal es célebre por su belleza y singularidad. Sus picos más sobresalientes son el Pico Otal, el Pico de Tendereña y la Peña de Ordiso, por cuyas inmediaciones discurren bonitas rutas de senderismo bien señalizadas. Son itinerarios sencillos, sobre todo el que nace en San Nicolás de Bujaruelo, que transcurre por praderas situadas en la orilla del río. Este camino permite contemplar marmotas, vacas y la flora silvestre típica del Pirineo a lo largo del itinerario. Son senderos sencillos aptos para todo tipo de niveles, pero hay que tener en cuenta su longitud, sobre todo si se hace con niños pequeños. Junto con los de Ordiso y Bujaruelo, el Valle de Otal forma parte de la Reserva de la Biosfera de Ordesa-Viñamala.

Por qué visitar el Valle de Otal

Además de disfrutar de la belleza y la tranquilidad del valle de Otal, existen numerosas opciones para pasarlo muy bien con las actividades de turismo activo que proponen algunas agencias de aventura. Es posible descender por los barrancos, navegar por los ríos de la zona, realizar bonitas rutas de senderismo y, así, desconectar de la rutina durante tu escapada por este paraje del Pirineo de Huesca.

Senderos en la zona

Son muchos los senderos trazados en el entorno del valle de Otal, pero el más célebre es que el parte de San Nicolás de Bujaruelo y llega hasta el circo de Otal. Su longitud es de 13,5 kilómetros y es bastante cómodo. Hay que subir hasta el collado de Otal y pasar por el refugio de Bujaruelo y la fuente de la Femalla, todo ello arropados por el abrazo de las increíbles montañas de esta zona del Pirineo de Huesca. También se puede ascender hasta la mítica Brecha de Roldán, conocer el Ibón de Bernatuara, recorrer la senda ornitológica del río Ara o visitar el vecino Valle de Ordiso.

Qué más puedes ver en los alrededores

Son muchos los atractivos turísticos y actividades deportivas que se pueden realizar en esta zona del Pirineo aragonés. El Valle de Otal está rodeado por bonitos pueblos y espacios naturales que bien merecen ser visitados. El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido está a un paso de este valle y es una tentación evidente para realizar excursiones, pasear por sus espacios de naturaleza virgen y llegar hasta la cascada conocida como “Cola de Caballo”. A pocos minutos del valle de Otal, se encuentra el Valle de Ordiso, donde hay un refugio para montañeros y una cabaña. Además, existe un puente colgante que permite cruzar el río Ara. Y si quieres disfrutar de una gran poza natural y refrescarte, dirige tus pasos hasta La Gorga de Boltaña. No te arrepentirás. Recuerda también que tienes a un tiro de piedra las bonitas localidades de Jaca, Biescas, Sabiñánigo, Panticosa y Sallent de Gállego.

Jaca