El pequeño y encantador pueblo de Sallent de Gállego es una de las postales pirenaicas que no te cansas de mirar. Ese conjunto de casas con tejados de pizarra se recorta contra la montaña con timidez pero con determinación. Si crees que esta localidad resulta atractiva en primavera, espera a verla cubierta de nieve y con las chimeneas desprendiendo ese olor a leña quemada que tanto nos gusta a los que vivimos en la ciudad. Si eres aficionado al deporte blanco, seguro que lo conoces porque se encuentra muy cerca de la estación de Aramón Formigal – Panticosa, el dominio esquiable más grande de España.
A continuación te hablaremos de todo lo que puedes hacer en Sallent de Gállego, cuáles son sus mejores restaurantes y algunas actividades recomendables en sus alrededores. ¿Estás preparado? ¡Nos vamos a Huesca!
- Entorno natural de Sallent de Gállego
- Qué puedes ver en Sallent de Gállego
- Estación de esquí de Aramón Formigal-Panticosa
- Restaurantes de Sallent de Gállego
- Qué ver en los alrededores del pueblo
Entorno natural de Sallent de Gállego
Sallent de Gállego se sitúa exactamente en la parte más elevada de la comarca del Alto Gállego, un bonito valle de alta montaña donde se dan cita cumbres de hasta tres mil metros. En esta tierra peinada por torrentes y riachuelos, los bosques, los lagos y los pastos se combinan de una forma armónica para ofrecer al viajero una gratificante experiencia en la naturaleza.
Si te consideras un amante de los espacios verdes encontrarás en el entorno de Sallent de Gállego bastantes rutas para realizar. De momento, toma nota de que podrás visitar la Reserva de la Biosfera Ordesa y Viñamala, donde se hallan dos monumentos naturales de los glaciares pirenaicos. Si te gusta observar aves, además, aquí se encuentra la ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) de Viñamala. Y, por último, en caso de que tu viaje coincida con el otoño, el espectáculo de color está asegurado, ya que en las Sierras Interiores de Partacua y Tendeñera existen numerosas hayas.
Puerto de Portalet
Continuando por la carretera A-136 y una vez superada la estación de Formigal, el último hito es el Puerto de Portalet, el paso fronterizo entre España a Francia. Un puerto de montaña a 1.794 metros de altitud que une los valles de Tena y Ossau. Las viejas aduanas fronterizas todavía resisten allí, junto con varios negocios. Aquí termina la subida que comenzaba en Biescas, configurando uno de los puertos de montaña más largos de España, con 27 kilómetros de recorrido hasta la cima. Un enclave que en invierno se cubre de una profunda capa de nieve, pero que en verano nos sirve para emprender magníficas rutas de senderismo.
Respomuso
A espaldas de Sallent de Gállego, en la zona alta, se abre el ibón de Respomuso, a más de 2.100 metros de altitud. Si bien el ibón fue modificado artificialmente para convertirlo en embalse, la ruta hasta aquí no ha perdido su singular belleza. Los picos que lo rodean, algunos de más de 3.000 metros de altitud como el Balaitous (3.144 m) marcan un paisaje formidable. Respomuso cuenta con un refugio a 2.200 metros de altitud. Un lugar mágico donde pasar la noche en una ruta de montaña. La ruta a pie hasta Respomuso comienza en el embalse de La Sarra, donde se puede aparcar.
Collado de Pondiellos
También en las espaldas de Sallent se encuentra el Collado de Pondiellos, destino de una de las principales y más espectaculares rutas que se pueden emprender en el valle de Tena. Del balneario de Panticosa parte esta la ruta circular de 10 kilómetros ida y vuelta con desniveles superiores a los 1.000 metros, hasta alcanzar las afiladas cimas del collado, desde donde se divisan los ibones de Pondiellos.
Qué puedes ver en Sallent de Gállego
Imagina que viajas en coche y te has ido acercando poco a poco a Sallent de Gállego, que aparece a los lejos custodiado por la mirada de la montaña Foratata. Habrás ido percibiendo que tiene un tamaño reducido, que en la construcción predomina la piedra y que sus tejados, a dos y cuatro aguas, están cubiertos de pizarra. También habrás intuido un campanario recortado contra la montaña. Pero esa fría imagen de postal cobra vida nada más dejar el vehículo aparcado y comenzar a pasear por su trazado urbano. Recuerda que estás en el Pirineo, así que no olvides coger una chaqueta antes de lanzarte a sus calles.
Un buen lugar para iniciar el paseo y donde palpar la vida del pueblo es la plaza de Sallent de Gállego, situada entre el frontón y el río Aguas Limpias. Es peatonal y se suelen ver personas mayores buscando los rayos del sol y niños correteando. A su alrededor se pueden observar algunas viviendas con blasones que hablan de otros tiempos donde el linaje se exhibía con orgullo. También querrás hacer alguna foto al ‘Gigante de Sallent’, una escultura a tamaño natural de un vecino muy querido de la localidad, Fermí Arrudi, que medía 2,29 metros.
Mientras callejeas te llamará la atención la torre de los Martón (siglo XIV o XV) y las Casas Socotor y Menin, que son posteriores, del siglo XIX.
Entre las visitas monumentales, una de las imprescindibles es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que está en la parte alta de la localidad, y que se levantó en el siglo XVI, por deseo de Juan de Lanuza, sobre los restos de una vieja ermita románica. Su torre fue utilizada como cárcel durante algún tiempo.
Pero, quizás, el lugar más fotogénico sea el conocido como ‘Puente del Paco’, que une las dos orillas del río Aguas Limpias, y por el que iba el ‘Camino real’. Fue construido en el siglo XVI con piedra de mampostería y tiene un solo arco. Si viajas con niños, debes contar con que querrán pasar un rato en el parquecito que hay a su lado. Si llevas merienda, incluso se puede improvisar un picnic en las mesas de esta zona.
Y si crees que después de tanto paseo necesitas un descanso, acércate al spa de Sallent de Gállego, se llama Aguas Limpias y ofrece distintas opciones para relajarse.
Estación de esquí de Aramón Formigal-Panticosa
Sallent de Gállego es una de las principales localidades cercanas a la estación de esquí de Formigal-Panticosa, una de las más grandes de España. Un dominio esquiable con 182 kilómetros y 147 pistas repartidas en dos sectores, Formigal y Panticosa. El sector Formigal, con cuatro valles y 143 kilómetros esquiables, es el principal y dista a apenas seis kilómetros de Sallent, continuando la carretera que conduce al Puerto de Portalet y a Francia.
Formigal es, sin duda, una de las mecas del esquí en España. Su amplitud, la calidad de su nieve y su famoso après-ski, la han convertido en toda una referencia para los amantes del mundo de la nieve.
Por su parte, el sector Panticosa está en la misma carretera pero en sentido contrario, en descenso del valle de Tena. Esta tradicional estación, con 39 kilómetros esquiables repartidos en dos valles, es un hermoso paraje de montaña mucho más tranquilo, con ibones y la posibilidad de bajar esquiando al mismo pueblo de Panticosa.
Restaurantes de Sallent de Gállego
Aunque apenas sobrepase los mil habitantes, Sallent de Gállego cuenta con buenos bares y restaurantes para satisfacer las necesidades de sus visitantes. Recordad que está muy cerca de la estación de esquí, por lo que el público está asegurado.
Te vamos a recomendar algunos establecimientos donde comer en Sallent de Gállego, aunque en el resto también te servirán un buen guiso de carne de jabalí o conejo, legumbres, setas o pescado de río.
Uno de nuestros favoritos es Casa Martón (Plaza del Valle de Tena, 6), un restaurante que han dejado espectacular tras su reciente reforma. Es un buen lugar para saborear carne o sus ricos huevos rotos con boletus y trufa. Otro que también está muy bien es el restaurante Tres Quiñones (Puente Gllego ante Tres Quiñones, e tambiy trufa siempre aciertas tambie en cualquiera de los de la poblaicpicnic en las mesas de laáállego állego, 11), cuyos asados de ternasco son memorables, pero deja espacio para los postres porque son caseros. Si sueles buscar menú del día, ofrecen uno asequible y generoso. Por último, en el Asador Casa Jaimico (Espadilla, 22) os espera comida casera, buenas carnes y un risotto con pato y boletus para chuparse los dedos. Y una referencia extra podría ser el restaurante Garmo Blanco, en la Plaza Valle de Tena, también de gran calidad.
Qué ver en los alrededores del pueblo
Sallent de Gállego es un buen punto desde el que emprender algunas visitas y excursiones. Las más obvias son las que conducen hasta los picos e ibones más próximos. Si te gusta andar, puedes seguir el GR11 que lleva hasta el Balneario de Panticosa, y así de paso te relajas un poco en este lugar tan afamado. Otra opción es hacer una caminata hasta el monte Pacino. Si quieres llegar a la cima cuenta con unas 2 horas de ida y algo menos de vuelta.
Y una propuesta más, que a los vecinos les gusta mucho, es el Camino Natural del Embalse de Lanuza, que tiene 3 kilómetros y llega hasta la cabecera del embalse. Comienza en la carretera A-136 de entrada a Sallent de Gállego, antes de cruzar el río, y luego sólo hay que seguir las indicaciones. Desde el punto final se ve Lanuza, donde todos los veranos se sitúa el escenario principal del festival de música Pirineos Sur. Se puede volver por el mismo sitio o seguir el contorno del embalse, lo que alarga un poco más el paseo.