La comida típica de Ibiza no es muy conocida más allá de la propia isla. Algo que no es una excepción en el archipiélago balear, pues también ocurre con la cocina de Menorca, con la de Formentera y, quizás, no tanto con la de Mallorca.

Con todas ellas, la cocina ibicenca comparte esencias, ingredientes y formas de preparación. Si bien, no olvidemos que el ancestral aislamiento, implícito a las islas, conlleva el desarrollo de particularidades propias. En el caso de Ibiza, esas singularidades culinarias son realmente suculentas.

A continuación detallamos algunos de los platos más representativos de la comida típica de Ibiza. Son tan solo sugerencias de platos que suelen encontrarse en la carta de la mayoría de sus restaurantes.

 

 

  1. Bullit y guisat de peix
  2. Sofrit pagès
  3. Borrida de ratjada
  4. Greixonera
  5. Flaó
  6. Orelletes
  7. Sal de Ibiza
  8. Frita de pulpo
  9. Ensalada payesa
  10. Arroz de matanza
  11. Cuinat

En el recetario popular, en cada casa y restaurante de la isla, siempre encontrarás alguna sorpresa heredada de la tradición, la memoria y la creatividad de cada familia.

Bullit y guisat de peix

Con algunas diferencias, en función de los ingredientes que aporte cada cocinera o cocinero, tanto el bullit como el guisat de peix son el equivalente ibicenco de la caldereta de pescado. Un plato que no solo forma parte de la comida típica de Ibiza, sino de buena parte de los pueblos del Mediterráneo.

 

 

Preparación que aprovecha los pescados y mariscos que llegan a las lonjas para sacarles la máxima sustancia, al cocerlos con patatas en una nutritiva salsa con aceite de oliva virgen extra, ajo, cebolla, perejil, azafrán, almendras…

Sobrasada
No dejes de probar la Sobrasada!

En el caso del bullit, la esencia de las diferentes especies marinas utilizadas se traslada al arroz. De esta forma, se convierte en uno de los platos más sofisticados de muchos restaurantes de la isla, sobre todo de los que se encuentran junto al mar.

Sofrit pagès

Este plato representativo de la comida típica de Ibiza es compartido con la vecina Formentera. El sofrit pagès es una preparación realmente contundente, que se toma en dos partes: por un lado la sopa, realizada a partir del caldo en el que han cocido todos los ingredientes y, por otro, el sofrit como tal.

Éste es un guiso que se elabora con carnes diversas (cordero, pollo…), embutidos locales (incluyendo sobrasada) y patatas, y que se adereza con especias como canela, clavo, azafrán y pimentón.

Después de tomar un plato de sofrit pagès (por supuesto, a mediodía), la siesta es prácticamente una obligación.

 

 

Borrida de ratjada

Es quizás, uno de los platos más particulares dentro de la comida típica de Ibiza. Aunque es cierto que no a todos gusta, sobre todo por la textura y el característico sabor de la raya (ratjada), un pescado cartilaginoso que se alimenta del limo de los fondos marinos.

La carne troceada de la raya (carente de espinas) se marina en sal y limón antes de hervirla durante unos minutos. Es la forma de “dominar” su intenso sabor y de mejorar su masticación.

Luego se guisa con una picada de ajo, perejil, pan tostado y pimentón, regado todo ello con aceite de oliva y huevo.

Greixonera

Este dulce tan representativo de la comida típica de Ibiza es también un buen ejemplo de la cocina de aprovechamiento. De hecho, la greixonera es una especie de pudín que reutiliza los sobrantes de ensaimada del día anterior.

Para ello, se mojan en leche, huevo, canela y ralladura de limón y luego se cocinan en el horno, al estilo de los no menos deliciosos flanes caseros.

Flaó

El flaó es la interpretación ibicenca de la típica tarta de queso. En este caso, a base de las variedades elaboradas con leche local (de oveja y/o cabra), aromatizado con unas hojas de hierbabuena y bañado en azúcar glass.

flaó ibiza
El típico flaó ibicenco, como postre o desayuno.

Orelletes

En su esencia, las orelletes son muy similares a las rosquillas fritas. De hecho, la masa (harina, huevo, azúcar, anís y algún otro licor) es casi la misma que la de éstas.

La particularidad es que, aunque ahora se pueden encontrar en muchas pastelerías y durante todo el año, las orelletes eran un detalle de los recién casados a sus invitados. Solían comerse después del banquete de bodas.

 

 

Sal de Ibiza

La sal es una de las bases de la comida típica de Ibiza. Y, desde luego, la que se produce en las salinas de la isla es de una indiscutible calidad. En la actualidad, la recolecta y comercializa la marca Sal de Ibiza, en diferentes formatos y variedades (fina, grano, flor de sal, granito…).

La zona de producción se restringe a los esteros situados en el Parque Natural de Ses Salines.

Frita de pulpo

pulpo ibiza
Frita de pulpo.

Este plato de la comida típica de Ibiza empezó siendo una de las tapas estrella de los bares. Pero ha evolucionado hasta convertirse en el plato principal de muchos restaurantes y hogares de la isla.

Requiere de una preparación laboriosa que necesita varias cocciones (cada ingrediente por su lado hasta llegar al encuentro final en la sartén), a base de pulpo, patatas, cebolletas, cebollas y pimientos de calidad.

Ensalada payesa

Nada que ver con las ligeras ensaladas a base de hojas: la ensalada payesa es un contundente primer plato elaborado a base de patatas cocidas, pimientos rojos asados, huevo duro, tomate y bacalao. Todo ello aderezado con sal de Ibiza y aceite de oliva virgen extra.

Como es fácilmente deducible, se trata de un plato habitual del verano. Aunque la realidad es que hay quien lo consume durante todo el año.

Arroz de matanza

Este plato típico de invierno (cuando se realizaba la matanza del cerdo) no es sino la interpretación más cárnica de los típicos arroces mediterráneos.

Aparte de distintas piezas del cerdo, este plato tan representativo de la comida típica de Ibiza, acepta también carnes de pollo, diferentes hortalizas y hasta alubias blancas.

arroz y marisco
Otro de los arroces estrella es el arroz y marisco.

Cuinat

Este plato de la comida típica de Ibiza lo es también de la cocina de vigilia (la de Cuaresma y Semana Santa). Un guiso que combina diferentes legumbres y hortalizas. Entre estas últimas, las collejas, una variedad de hierba silvestre que tiene otras muchas aplicaciones en cocina.

Una vez cocinados todos los ingredientes, de una forma bastante laboriosa, suelen aderezarse en el plato con aceite de oliva, sal, guindillas y un chorrito de limón.