Fue la última erupción del volcán Timanfaya, en el siglo XVIII, la culpable de que se empezaran a cultivar vinos en Lanzarote, la última de las Islas Canarias donde llegó la viticultura. Los agricultores descubrieron que la zona que quedó cubierta de rofe, es decir, de la arena gruesa volcánica, conservaba la humedad debajo de la capa negra, lo que permitía plantar vides que daban unos vinos muy característicos. Sobre todo de malvasía, la uva por excelencia en Lanzarote.

 

  1. Vinos de Lanzarote. Características
  2. Bodega Stratvs. Contexto y valor gastronómico
  3. Bodegas Grifo
  4. La Geria
  5. Bodegas Guiguan
  6. Bodegas La Florida
  7. Bodegas Rubicón
  8. Bodega Vulcano
  9. Bodegas Reymar

Vinos de Lanzarote. Características

Los vinos que se cosechan en esta isla no pueden escapar a la tierra volcánica en la que se crían, por lo que tienen una acidez y un sabor muy especial, con notas salinas por los vientos alisios típicos de la zona. Actualmente son 13 las bodegas adscritas a la Denominación de Origen y elaboran vinos blancos, rosados, tintos, dulces y espumosos.

La producción más grande es de vino blanco de malvasía, la uva más propia de esta zona, que tiene una textura aromática muy característica.

Aunque la mayoría de la producción se toma en la isla, hay pocos turistas que no salgan de Lanzarote sin una botella de vino en su maleta.

Bodega Stratvs. Contexto y valor gastronómico

Es una de las bodegas más importantes de la zona de La Geria y de las más visitadas tanto por su valor enológico como por su valor arquitectónico, ya que ha conseguido integrarse perfectamente en la naturaleza agreste que la rodea.

Cultiva sus cepas, algunas de más de 150 años de antigüedad, en pequeños cráteres excavados en la arena volcánica y con muros que tratan de proteger a la vid de los vientos alisios más fuertes y donde resulta increíble ver cómo brota el verde fuerte entre un paisaje hipnóticamente negro.

La bodega, en forma de iglesia y hecha de madera y piedra, es una de las más visitadas puesto que junto a la fuerza de sus vinos, muy ricos y variados, cuenta con un restaurante que se alimenta de las frutas y hortalizas de una finca cercana, la Uga, que cuenta también con animales propios de la tierra como la gallina campera negra, la cabra majorera o el cerdo negro canario.

Bodegas Grifo

Es la bodega más antigua de toda Canarias ya que lleva 248 años criando vino sin parar en una ladera que todavía conserva vides del siglo XIX. Estas tierras, ubicadas en la localidad de San Bartolomé, han pertenecido a tres familias diferentes que han conservado la tradición para elaborar un vino único con unas cepas vendimiadas a mano, una a una, con la calma que obliga un terreno agreste.

Además del lagar y la finca, cuenta con un museo que conserva todos estos años dedicados al vino y cómo vivían las familias en Lanzarote en esa época.

La bodega recibe cada año a 80.000 personas que recorren la finca, los edificios donde se cría el vino, el museo y hacen una cata muy especial, por lo que resulta una experiencia muy recomendada.

La Geria

Lo mejor de esta bodega es, sin duda, su ubicación, en plena zona vinícola y con vistas al volcán Timanfaya al fondo. La bodega fue construida en el siglo XIX y modernizada a finales del siglo XX por lo que es un lagar que combina la tradición en el cultivo de la vid con la tecnología más avanzada para su control de calidad.

Sus viñedos también están excavados en hoyos en la tierra negra, protegidos de los vientos, y cuenta con un programa de visitas para recorrer no sólo la plantación, sino también la bodega y realizar una cata. Se puede comer algo en su taberna, especializada en pinchos que maridan perfectamente con sus vinos de malvasía, y en platos típicos como cabra o cochino en adobo.

Bodegas Guiguan

Los responsables de esta bodega, situada en Tinajo, hablan de los vinos de la caldera milagrosa, gracias a la última erupción del Timanfaya, como hemos dicho. En Guiguan se ha querido mantener el cultivo tradicional, con una elaboración artesanal, que lucha contra los elementos. Tienen cepas de malvasía, listán negro y moscatel para elaborar tintos con mucha expresión y blancos potentes.

Sus caldos son fermentados en aceros y los tintos tienen un toque de roble americano. Famosos en la zona son también sus moscateles dulces y semidulces.

Bodegas La Florida

Aunque la construcción de la bodega es de la primera mitad del siglo XIX, la nueva marca de vinos que se comercializa en este lugar, Jameo, empezó a elaborarse en 2012, manteniendo la tradición vinícola de la tierra y sus costumbres. De hecho, Jameo son vinos de malvasía volcánica aunque también hay tinto y moscatel.

La finca, ubicada en San Bartolomé, ha conservado el lagar antiguo y ha crecido conservando la tradicional forma de construcción de Lanzarote. Además, cuenta con el drago más antiguo de toda la isla de Lanzarote, un atractivo extra para visitar este lugar.

De hecho, además del turismo enológico con visitas guiadas y una experiencia sensorial única, Bodegas La Florida cuenta con un espacio para eventos y bodas muy reclamado precisamente por casarse junto a este árbol centenario y mágico para los canarios.

Bodegas Rubicón

Estas bodegas que se asientan en una finca, el Cortijo de La Geria, llevan al menos desde el siglo XVI trabajando una de las vegas más fértiles de Lanzarote. De hecho, hasta la erupción del Timanfaya, en esta zona crecían frutales y cereales y en el cortijo estaba formado por varias casas que se vieron enterradas en la arena volcánica negra.

A partir del siglo XVIII, como otras fincas de la zona, vieron como el vino podía ser la salvación de la zona y se levantó hasta una casa señorial que marcó el renacer de estas tierras.

Hoy en día, están restauradas tanto la casa como las bodegas por lo que es uno de los lugares más mágicos del Parque Nacional de La Geria para contemplar cómo se hace un vino tradicional, manual y casi milagroso por cómo surgió.

Sus vinos, blancos, tintos, uno de autor, semidulce, rosado y dulce, han conseguido varios de los premios más importantes de la industria vinícola.

Además, cuenta con un restaurante muy interesante donde se elaboran distintos menús con lo mejor del mar y de la montaña, pero siempre siguiendo la tradición de la gastronomía canaria.

Bodega Vulcano

Esta empresa familiar nació con la intención de mantener la tradición de sus antepasados en el cultivo de la vid, pero también para impulsar el valor de los vinos jóvenes, que mantienen esa fuerza de la tierra pero con gran frescura.

Por eso, apostaron por un concepto de bodega boutique en la que se venden ediciones pequeñas de caldos realizados, principalmente, de malvasía volcánica, pero con una exquisita calidad.

Esta bodega vegana garantizada realiza una visita de sus viñedos en el municipio de Masdache que acaban con una cata de sus cuatro mejores vinos. Todo un regalo para el sentido del gusto, pero también para el resto de sentidos que se activan en una bodega diferente pero muy interesante.

Bodegas Reymar

Situada en el municipio de Tinajo, la tradición en la producción y elaboración del vino se debe al empeño de los hermanos Perdomo, que fundaron estas bodegas en 1995.

Dentro del Consejo Regulador de la Denominación de Origen, esta pequeña bodega, pero muy interesante, cría malvasía, moscatel y listán negra para obtener vinos semidulce, rosado, tinto joven y el blanco seco, uno de los más destacados de su portfolio.

Aunque la mayoría de su producción se queda en Lanzarote, también exportan una pequeña cantidad a otras islas.

Si pasas por Tinajo tienes que probar igualmente sus vinos dulces, una delicia según todos los expertos.