Lanzarote es uno de los primeros destinos de buceo que se barajan cuando se decide realizar una escapada para disfrutar de las profundidades del océano. Esta isla canaria cuenta con todos los ingredientes necesarios: aguas que permiten la visibilidad a más de 20 metros de profundidad, temperatura entre 18 y 25ºC y más de 100 puntos de inmersión. Y fuera del mar sus atractivos turísticos y su gastronomía también ayudan.
Tanto si eres un experto submarinista como si estás empezando a practicar este deporte, en Lanzarote te está esperando una naturaleza prodigiosa y decenas de centros de buceo donde recibir clases, alquilar el equipo o salir acompañado por expertos locales. Las inmersiones más demandadas se encuentran en Puerto del Carmen, donde se puede disfrutar de paisajes submarinos de lava volcánica, pecios, grutas y vida pelágica. Otras zonas donde bucear son playa Papagayo, en Playa Blanca; La Graciosa, en el archipiélago de Chinijo; y el Charco de San Ginés, en Arrecife.
Dónde bucear en Lanzarote: Puerto del Carmen
Hemos seleccionado las tres inmersiones más espectaculares de Lanzarote, aunque existen otras muchas que también deberías considerar. La más solicitada, Blue Hole, se realiza en Puerto del Carmen e incorpora una buena dosis de aventura. Este agujero azul es, en realidad, un túnel que conecta una zona somera de arena (por la que se entra nadando desde la costa) con las profundidades del océano. Mientras buceas podrás observar diversas especies que van desde caballitos de mar hasta tiburones ángel, mantas y preciosos corales naranjas.
Si además de peces, te hace ilusión ver gambas, auténticos enjambres de camarones, tienes que dirigirte a Playa Chica y bucear hasta los 40 metros de profundidad. Allí se encuentra la Cueva de las Gambas. Por su riqueza y singularidad, esta zona fue declarada Zona de Especial Conservación dentro de la Red Natura 2000. En esta inmersión, además de gambas, también podrás observar meros (que las acechan), un campo de anguilas jardineras, fulas blancas, fulas de tres colas y flabelinas.
Por último, la inmersión de La Catedral es muy deseada por sus paredes verticales, los bancos de arena, grutas e, incluso, un pecio. Se entra desde la playa y, después de atravesar un arenal con abundante vida marina, se llega a una cueva a unos 30 metros de profundidad. Presta atención porque por el camino verás, entre otros, jardineras, peces lagarto, peces araña, cangrejos, angelotes, chuchos y esponjas. Dos curiosidades en esta inmersión: la presencia de un mero, al que los buzos locales llaman Félix, y una rama de coral negro.
Sumergirse en Playa Blanca
La zona de Playa Blanca es el lugar favorito de los submarinistas menos avanzados, pero ofrece muchos atractivos que merecen la pena mencionar. La inmersión más habitual se suele realizar en la playa Papagayo, una ensenada espectacular de arena dorada y aguas esmeraldas. No olvides llevar el tubo y las gafas porque solo es necesario acercarse al arrecife practicando snorkel para ver pejeverdes, viejas y cangrejos arañas.
Otras opciones de buceo en Playa Blanca se encuentran en Las Coloradas, donde podrás disfrutar con la imagen de las rocas bajo el agua y multitud de peces; Punta Berruco, donde lo divertido está en localizar pequeñas cuevas y veriles; El Emisario, en la que se ven los grandes tubos de un emisario marino y la vida que se refugia alrededor; y la Playa Flamingo, donde su excelente visibilidad permite a los menos expertos gozar con decenas de especies marinas.
Buceo en La Graciosa
La Reserva Marina de La Graciosa e Islotes del Norte de Lanzarote es una de las mayores del continente europeo, con 707 km2. Los fondos de las islas volcánicas colaboran en la proliferación de biodiversidad a la que también contribuyen las aguas ricas en nutrientes. No es necesario esforzarse mucho para avistar delfines, ballenas, tortugas e, incluso, algún que otro escualo.
Dos inmersiones que debes apuntar en tu agenda son: Las Cañas, que permite bucear en un laberinto tallado de rocas y formado por arcos, columnas y cuevas donde los boquerones, bogas y roncadores juegan al escondite. Si las condiciones del mar no te permiten sumergirte en este lugar, siempre queda el plan B, que consiste en explorar bajo el mar los alrededores de Montaña Amarilla que presenta curiosas formaciones geológicas y una vida marina nada desdeñable.
Museo Atlántico
Si eres aficionado al buceo, la visita a un museo submarino situado a 12 metros de profundidad es perfecta para ti. El denominado Museo Atlántico es un original proyecto promovido por Jason deCaires Taylor para preservar, conservar y extender el conocimiento del medio marino. Este artista, que se caracteriza por su férrea defensa de los océanos, ha creado un arrecife artificial formado por una instalación compuesta por esculturas de hormigón de PH neutro.
La composición de las estatuas del Museo Submarino de Lanzarote, con el transcurso del tiempo, ayudará a aumentar la biomasa marina y facilitará la reproducción de las especies. Desde sus inicios en 2016, ya se puede comprobar que está logrando el objetivo, como demuestra la presencia de bancos de barracudas y sardinas, pulpos y tiburones ángel. Aunque este no sea un museo convencional cuenta igualmente con un circuito señalizado y acotado de 2.500 m2 donde los apneístas y buceadores pueden acercarse a gozar de las 12 instalaciones. Para visitarlo hay que dirigirse a la Bahía de las Coloradas, en la zona sur de Lanzarote.
Cómo visitar el Museo Submarino
Este museo submarino forma parte de los Centros de Arte y Cultura de Lanzarote y, como tal, trata de ayudar a un mejor entendimiento entre el ser humano y la naturaleza.
Si deseas conocer el Museo Atlántico debes solicitar la visita guiada en centros oficiales de buceo que cuenten con instructores formados por el autor de las obras. También es necesario que cuentes con una titulación que te acredite como buceador hasta 16 metros de profundidad.
Dónde dormir en Lanzarote
Entre las muchas opciones de alojamiento en Lanzarote destacamos tres hoteles con una especial vocación por el deporte y las actividades en contacto con el mar, incluido el buceo:
Barceló Lanzarote Royal Level. Los clientes de este hotel, un refugio de exclusividad dentro del complejo Barceló Lanzarote Active Resort, pueden sumergirse en los mejores puntos de la isla con la ayuda de los responsables de la escuela de buceo con la que trabaja este alojamiento. También pueden disfrutar con la práctica de otras actividades en el mar como surf, windsurf y kitesurf, además del golf, la piscina olímpica de diez calles que hay en el propio complejo o el centro ciclista profesional. Muy destacables son los servicios de gran clase que ofrece este hotel, además de sus 155 habitaciones amplias, luminosas y decoradas de una forma actual y muy atractiva.
Barceló Lanzarote Active Resort. Como el anterior, este alojamiento está muy enfocado en huéspedes amantes de todo tipo de deportes (comparte buena parte de las instalaciones deportivas y otros servicios) y en aquellas personas que buscan durante sus vacaciones el equilibrio entre el bienestar y la actividad. En total tiene 659 habitaciones, cuyo diseño y ocupación (entre uno y cinco huéspedes) se adapta a todo tipo de viajeros: parejas, familias, grupos de amigos o singles. Todos ellos pueden disfrutar aquí de una variada oferta gastronómica y de ocio, con entretenidas animaciones de día y artísticos espectáculos de noche.
Barceló Teguise Beach. Solo para adultos y sin descuidar el capítulo deportivo, este hotel tiene una filosofía algo más tranquila. Tanto en sus 305 habitaciones como en todos los espacios generales destaca su diseño, a base de un mobiliario actual y elegante que incluye numerosos detalles tecnológicos. No menos destacable resulta su Centro Wellness, donde se puede disfrutar de una amplia carta de rituales de relajación y belleza. También las dos piscinas y el gimnasio, lugar ideal donde prepararse para las inmersiones en los lugares más espectaculares de Lanzarote. Y no conviene olvidar la vanguardista oferta gastronómica que ofrecen los cinco bares y restaurantes de este hotel.
