La privilegiada climatología del archipiélago canario y el impactante paisaje volcánico de Lanzarote hacen que pasear en buggy por la isla resulte un plan magnífico. Por un lado, podrás adentrarte en áreas de la geografía insular a las que nunca llegarías en coche. Por el otro, y gracias a la velocidad que alcanzan dichos vehículos, podrás visitar un mayor número de atractivos turísticos en menos tiempo. Si eres de los que buscan un poco de adrenalina, ve calentando motores. Hermosos pueblos blancos, amenazantes volcanes, senderos que avanzan junto al océano Atlántico… Lanzarote te está esperando. ¿Te lo vas a perder?
Pero… ¿qué es exactamente un buggy?
Los buggies son vehículos diseñados para recorrer prácticamente cualquier tipo de terreno, incluyendo sectores de campo a través, zonas arenosas y todo tipo de playas. De ahí que sea tan habitual encontrarlos en zonas costeras y desérticas, escenarios que abundan en el territorio lanzaroteño.
El término de “buggy” (también se utilizan las denominaciones “bugi” e, incluso, “arenero”) es un diminutivo de la palabra inglesa bug, que significa insecto. De hecho, los primeros buggies se fabricaron empleando la base de los míticos coches Volkswagen Escarabajo.
Las principales características de estos vehículos son la ligereza de su chasis y el hecho de contar con una carrocería que carece de un techo rígido. Por otro lado, sus ruedas tienen un tamaño considerable, permitiendo de este modo actuar como todoterrenos. En cuanto a su velocidad, esta va en función del modelo escogido. Así, los buggies con motores de 250 centímetros cúbicos pueden alcanzar un máximo de 40 o 50 kilómetros por hora, mientras que los que disponen de un motor de 500 centímetros cúbicos llegan a los 70 u 80 km/h.
No obstante, su conducción resulta bastante sencilla, pues solo hay que controlar su volante, los pedales de aceleración y freno y sus dos marchas: hacia adelante y hacia atrás. Sin embargo, es imprescindible tener carnet de conducir para poder manejarlos. También hay empresas de la isla que ofrecen la posibilidad de realizar la ruta sin tener que conducir nosotros mismos, encargándose de ello uno de los guías. Se trata de una alternativa estupenda para quienes, pese a no disponer de carnet, deseen sentir la emoción de desplazarse en buggy por Lanzarote.
Si no estáis demasiado familiarizados con este tipo de vehículos e, incluso, los confundís con karts o con quads, conviene saber que los buggies poseen una velocidad superior a los karts, siendo más adecuados para explorar un entorno natural como el de Lanzarote. Frente a los quads, los buggies resultan más seguros, pues su centro de gravedad se halla más próximo al suelo, lo cual reduce en gran medida las posibilidades de volcar ante un giro muy forzado o un trompo. Por todo lo señalado, el buggy constituye la mejor alternativa para surcar los diferentes senderos y pistas de la isla de los volcanes.
Rutas en buggy por Lanzarote
En los últimos años, diferentes empresas han fomentado la conducción de buggies en Lanzarote. Así pues, la oferta actual incluye rutas para todos los gustos, desde las que transitan por bellos pueblos formados con casitas blancas —como Tías o Tahíche— hasta las que permiten contemplar algunas de las playas más hermosas de la región insular, como la de Papagayo o la de Famara, célebre esta última entre los surferos por sus grandes olas y por tener como telón de fondo el impactante Risco de Famara. Del mismo modo, otros itinerarios llevan al viajero hasta algunos de los puntos con más interés paisajístico de Lanzarote, como por ejemplo las plantaciones de vides de La Geria o el escenario volcánico de Timanfaya.
En cuanto a su duración, hay rutas exprés que no llegan siquiera a una hora. Sin embargo, aconsejamos optar por los itinerarios estándar, es decir, por los que tienen una duración de aproximadamente 3 horas, ya que así podremos explorar mejor las entrañas de la isla, sin excesivas prisas por regresar al punto de partida. Asimismo, algunas empresas ofrecen tours de hasta 5 horas, los cuales, si bien son más caros y ocupan buena parte de la jornada, permiten recorrer prácticamente la isla de sur a norte, experiencia con la que obtendremos un conocimiento del territorio isleño excepcional.
De igual manera, la oferta de itinerarios se adapta a diferentes niveles. Por tanto, quienes estén más habituados a la conducción de buggies podrán seleccionar rutas de mayor complejidad. Sin embargo, los que no hayan manejado nunca uno de estos vehículos no tiene por qué preocuparse, pues podrán optar por una ruta adaptada a su nivel, siendo frecuente comenzarlas por carreteras asfaltadas para, una vez alcanzada cierta soltura, ingresar en caminos de tierra algo más complejos. En cualquier caso, las empresas disponen de guías que acompañan a los viajeros durante la ruta y que ofrecen las indicaciones básicas de conducción al inicio de la actividad. Estos, además, conocen perfectamente el territorio y señalan a los participantes en qué zonas se puede aumentar la velocidad y en cuáles se debe ser más cauto.
Si estás decidido a conducir un buggy en Lanzarote, te aconsejamos que lleves ropa cómoda, un calzado cerrado y gafas de sol. También conviene meter en la mochila un pañuelo para cubrirnos la cara, ya que la isla posee zonas con mucha arena, y el polvo levantado por los vehículos que van por delante, o simplemente por el viento, puede resultar bastante molesto. En el caso de realizar dicha actividad en temporada invernal, es más que recomendable llevar ropa de abrigo, pues, aunque parezca mentira en pleno archipiélago canario, la velocidad y el hecho de que la estructura del buggy sea abierta pueden hacer que pasemos bastante frío.
Tanto si viajas con amigos o en pareja, desplazarse en buggy por Lanzarote es un plan perfecto para descubrir paisajes que quedarán grabados en tus retinas por mucho tiempo. ¡Vive una experiencia cargada de adrenalina!
Dónde dormir en Lanzarote
Entre los hoteles que mejor entienden a aquellos viajeros que quieren vivir sus vacaciones en la isla de una forma activa está Barceló Lanzarote Active Resort. Se encuentra en Costa Teguise, localidad “en el medio” de la isla, por lo que permite llegar a prácticamente cualquier lugar en menos de media hora de coche. Con 659 amplias y luminosas habitaciones de diferentes tipologías y capacidades (entre uno y cinco huéspedes), este alojamiento resulta ideal para aquellas personas que quieran encontrar un equilibrio entre el ejercicio y el bienestar durante sus vacaciones. Así, a las instalaciones deportivas (piscinas, incluida una olímpica de diez calles; centro ciclista profesional; circuito para carreras que rodea todo el complejo; gimnasio de unos 500 metros cuadrados con todo tipo de máquinas y aparatos…) añade el aliciente de disfrutar de una variada gastronomía en sus ocho bares y restaurantes. También se pueden disfrutar aquí de otras atractivas opciones de ocio, como animaciones y espectáculos nocturnos.
Dentro de este mismo resort, y especialmente pensado para aquellas personas que buscan un mayor nivel de privacidad y servicios de alto nivel, está el Hotel Barceló Lanzarote Royal Level. Los huéspedes de este alojamiento pueden disfrutar aquí de instalaciones y accesos exclusivos solo para ellos. Por ejemplo, el buffet Royal Level Asana, que ofrece showcookings temáticos durante las cenas a base de cocina española e internacional. Muy destacables son las 155 habitaciones, cómodas, amplias, luminosas y con un moderno diseño que incluye tecnologías a la última. Estas se dividen en tres categorías diferentes: Junior Suite Deluxe, Deluxe Vista Mar y Junior Suite Deluxe Vista Mar.
Por su parte, y en la misma localidad de Costa Teguise, el Hotel Barceló Teguise Beach es un alojamiento solo para adultos junto al mar. Un hotel lleno de detalles tan atractivos como las bañeras de hidromasaje, interiores o exteriores, que hay en buena parte de sus 305 habitaciones. Todas ellas tienen una decoración elegante y moderna, inspirada en la arquitectura local. No menos recomendable es la oferta gastronómica de sus bares y restaurantes, vanguardista y con influencias locales, nacionales e internacionales. Entre ellos, B-Lounge Cocktail Bar, Breeze (Gastro Pool Bar), Champs Sports Bar y Atlantic Buffet. Y conviene destacar el Centro Wellness, además de las dos piscinas exteriores y el completo gimnasio del hotel.