Los Jameos del Agua es el primer Centro de Arte, Cultura y Turismo creado por César Manrique en Lanzarote. La gran creatividad de este artista y la pasión por su tierra le llevaron a crear una serie de singulares espacios arquitectónicos a partir de los elementos que la naturaleza generosamente le brindaba.

En esta atracción, Manrique se fijó en el túnel volcánico que se había originado tras la erupción del Volcán de la Corona y eligió los segmentos más cercanos a la costa para crear los Jameos del Agua. Este túnel, que tiene más de seis kilómetros de longitud, se prolonga desde el mismo cráter del volcán hasta el mar, introduciéndose bajo el océano un kilómetro y medio (a esta última franja se la conoce como Túnel de la Atlántida). No es habitual que este tipo de túneles sea tan extenso, de hecho, este es uno de los más largos del mundo.

  1. Pasear por el interior de una maravilla geológica
  2. Los cangrejos ciegos de los Jameos del Agua
  3. Restaurante dentro de los Jameos
  4. Otras visitas en Lanzarote

Lo primero que nos llama la atención cuando escuchamos hablar de los Jameos del Agua es su curioso nombre. La palabra ‘jameo’ (un vocablo aborigen) designa, en realidad, la oquedad producida por el hundimiento del techo de un tubo formado por lava volcánica y ‘del agua’ hace referencia a un lago interior, creado por la filtración de este elemento al hallarse por debajo del nivel del mar. En esta instalación, que tiene el particular sello de Manrique, se pueden ver al menos tres jameos: el Jameo Chico, por el que accede al interior, el Grande y el Redondo.

Pasear por el interior de una maravilla geológica

Aunque inicialmente, en 1966, los Jameos del Agua fueron concebidos como sala de espectáculos, actualmente representan una de las propuestas más interesantes de Lanzarote. Para admirar de forma conveniente este conjunto conviene tener en cuenta que su fondo es el de una formación geológica, pero que la gran creatividad de César Manrique es la que ha hecho que hoy día se pueda disfrutar como una atracción más de Lanzarote.

Un recorrido pausado por los Jameos del Agua no lleva más de una hora, quizás un poco más teniendo en cuenta que existen multitud de rincones fotogénicos donde es difícil no sucumbir a la tentación de un selfi. Las familias con niños deben tener en cuenta que no podrán entrar con las sillas de paseo. Si son pequeños es mejor que utilicen una mochila portabebés con la que los padres pueden moverse con mayor libertad.

En el recorrido por los Jameos del Agua encontraréis espacios y rincones impactantes como un lago natural con aguas transparentes y una bóveda de cañón, que recuerda a la nave de una catedral, con un agujero en la parte superior por donde entra un impresionante haz de luz de forma cenital.

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Cueva en los Jameos del Agua

Si se cruza el lago de forma lateral por una pasarela se llega al Jameo Grande, donde se abre un impresionante jardín en el que la vegetación se muestra de forma exultante. Las palmeras, los cactus y las higueras parecen custodiar la piscina blanca de formas onduladas que preside el lugar. El verde de las plantas, el níveo de la piscina, el azul del agua y el negro de la roca volcánica forman uno de los conjuntos más hermosos de los Jameos del Agua. Este espacio es uno de los que nos lleva a pensar que la intervención humana consigue a veces embellecer aún más a la naturaleza.

Si se continúa el recorrido más allá del Jameo Grande, encontraréis un sorprendente auditorio integrado en el interior de una gruta volcánica. Es un lugar privilegiado por sus características geológicas y condiciones acústicas. Una vez más, Manrique ha logrado aprovechar lo que la naturaleza le ofrece para brindar un servicio al ser humano.

Los cangrejos ciegos de los Jameos del Agua

Además de la importancia turística de los Jameos del Agua en Lanzarote, este centro también es considerado de una especial relevancia a nivel ecológico. El motivo es que en este lugar vive una especie endémica de cangrejos. Su nombre científico es Munidopsis polymorpha y son pequeños –apenas alcanzan un centímetro–, albinos y ciegos. Estos pequeños artrópodos son muy sensibles a los cambios y les afecta el ruido, la luz y, también, el óxido, por lo que está prohibido tirar monedas al agua. La tentación de pedir deseos suele ser muy fuerte pero, en este caso, mejor controlarla.

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Los cangrejos ciegos de los Jameos del Agua

Restaurante dentro de los Jameos

A la visita a los Jameos del Agua se puede añadir una experiencia gastronómica única por el lugar en el que te encontrarás. No sólo se trata de disfrutar de los sabores canarios sino de hacerlo dentro de un centro de arte y naturaleza. El restaurante se sitúa en el interior del tubo volcánico, con la roca desnuda casi tocando la terraza.

Allí podrás desde tomar algo rápido a media mañana, como un bocadillo de jamón, hasta degustar la carta completa en las ‘Noches de Jameos’ con menús Clásicos, Premium o Vegano, acompañados de los mejores vinos. Te mereces vivir una experiencia como esta.

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Restaurante dentro de los Jameos

Otras visitas en Lanzarote

Los Jameos del Agua forman parte del conjunto de Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote. Otros centros de extraordinaria belleza que merece la pena visitar son las Montañas del Fuego, la Cueva de los Verdes, el Jardín de los Cactus, el Monumento al Campesino y el Mirador del Río.

También es muy recomendable el Museo Atlántico, un proyecto del artista Jason de Caires Taylor. Se encuentra situado a 12 metros de profundidad, en la Bahía de las Coloradas, y abarca una superficie de 2.500 m2.

Bonos de entradas (CACT Lanzarote)

Lo más aconsejable cuando se visita Lanzarote por primera vez es adquirir el bono de entradas que permite el acceso a varios centros de arte, cultura y turismo (CACT), ya que es una manera de ahorrar y también de admirar en conjunto estos espacios artísticos. Si la entrada de adultos a los Jameos del Agua es de 10 euros, si se adquiere un bono de tres espacios sólo se paga 23,50 €, si es con cuatro visitas, 29 euros; y si es con seis, sólo 35 euros. Este último incluye: Jameos del Agua, Cueva de los Verdes, Mirador del Río, Jardín de Cactus, Montañas del Fuego y MIAC Castillo de San José.

Los menores también cuentan con descuentos y pueden acogerse a bonos a buen precio. Consulta en la web oficial todas las opciones posibles.

Montaña del Fuego

En la naturaleza más desolada, César Manrique supo encontrar una belleza abrumadora. La sequedad y el calor de la tierra se convirtieron en sus aliados para crear el proyecto de las Montañas del Fuego- Timanfaya. En este lugar, el visitante puede comprobar de primera mano la temperatura del aliento terrestre. Además de disfrutar de la sinfonía de ocres y rojizos del paisaje también es un excelente lugar donde degustar la cocina isleña. En el Islote Hilario se sitúa el restaurante El Diablo, con su maravilloso mirador, desde donde se puede iniciar la Ruta de los Volcanes.

Cueva de los Verdes

La naturaleza en la Cueva de los Verdes es la protagonista absoluta, en ningún momento el artista Jesús Soto quiso restarle ni un ápice de atención. Esta gruta cargada de leyendas y de mitos incluso fue el escondite de la población durante los ataques piratas de los siglos XVI y XVII. Su valor no fue reconocido hasta el siglo XIX cuando científicos europeos se comenzaron a interesar por esta curiosa formación volcánica. Sin embargo, para los turistas ha sido una desconocida hasta los años 60 cuando se produjo la intervención de Soto. Este artista iluminó con destreza sus rincones más sorprendentes y hoy día es uno de los lugares imprescindibles para asistir a espectáculos y conciertos en Lanzarote.

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Cueva de los Verdes

Monumento al Campesino

La Casa-Museo del Campesino es otra de las grandes obras de César Manrique. Está situada en el municipio de San Bartolomé y representa un homenaje a todos los agricultores de la isla que han debido enfrentarse a las dificultades de un terreno volcánico y a un clima poco propicio para las plantaciones. En este espacio se puede visitar una vivienda tradicional con su cuarto para guardar aperos, una cantina, un restaurante con una bonita terraza al aire libre, y el monumento a la Fecundidad. Sin duda, es una visita que hay que incluir en un plan de viaje a Lanzarote.

Mirador del Río

Sorprendente por las vistas y por la propia obra arquitectónica, el Mirador del Río es uno de los lugares imprescindibles de la isla. Se encuentra ubicado a unos 400 metros de altitud, en el Risco de Famara, e integra –como es habitual en las creaciones de César Manrique– el arte y la naturaleza. Si te fijas desde el exterior apenas se percibe en el entorno y desde dentro la sensación es la de estar en un bunker como un privilegiado observador del río con sus salinas rojizas, el agreste paisaje y, al fondo, la isla de La Graciosa. Cuenta con una cafetería, así que date el gustazo de gozar del momento tomando el aperitivo o comiendo en este lugar.

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Mirador del Río

Jardín de Cactus

El Jardín de Cactus es un espacio idóneo para los amantes de las plantas, ya que cuenta con 4.500 ejemplares de 450 especies de cactus procedentes de todos los continentes. Tan sorprendente es pasear por los senderos admirando sus formas y siluetas como reflexionar sobre el lugar donde se sitúa, en una antigua rofera (cantera), y donde Manrique supo crear esta belleza. Admirar el entorno paisajístico, con un molino de millo presidiendo el lugar, mientras se degusta la rica cocina lanzaroteña en su bar de tapas es otro de los placeres que depara el Jardín de Cactus.

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Jardín de Cactus