Así es, la posibilidad de disfrutar de unos días de playa en un entorno natural único lleva a muchos a decantarse por Lanzarote como destino vacacional. No es de extrañar, ya que la isla dispone de grandes atractivos turísticos, sobresaliendo entre todos ellos su atípico paisaje esculpido a base de erupciones volcánicas.

Si estás decidido a visitar Lanzarote en pareja, presta atención a las siguientes propuestas. ¡Tranquilo! No todas son sugerencias edulcoradas, hemos recogido alternativas aptas para todos los gustos y, por supuesto, para todos los tipos de parejas.

Los mejores planes románticos en Lanzarote

Una visita a la isla de La Graciosa. Somos conscientes, os habíamos prometido planes para disfrutar de Lanzarote en pareja y lo primero que hacemos es invitaros a abandonar la isla… Pero es que La Graciosa, considera la octava isla canaria, es un lugar ideal para encontrar la tan deseada calma que no hallamos en el día a día. Además, en ella podréis tomar el sol y bañaros en algunas de las playas más solitarias de la región. Para ello, debéis dirigiros hasta puerto de Órzola —al norte de Lanzarote— y tomar allí un barco. Tras aproximadamente media hora de navegación, llegaréis al pueblo pesquero de Caleta de Sebo, pudiendo entonces alquilar una bicicleta y recorrer los rincones más bellos de La Graciosa, como por ejemplo la playa de Las Conchas, al norte, o la playa de la Montaña Amarilla, en el sur. La magia de esta isla radica en la posibilidad de adentrarse en zonas desérticas (no hay en ella carreteras asfaltadas). Además, vale la pena recrearse en el escenario que la rodea, deteniendo nuestra mirada en los islotes aledaños, como Alegranza o Montaña Clara, los cuales integran —al igual que La Graciosa— el parque natural del Archipiélago Chinijo.

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Pareja saltando al agua en Lanzarote.

Playas para dejar a un lado las preocupaciones:

  • Los Caletones. A solo 10 minutos en coche de Órzola, entre esta localidad y Punta Mujeres, se encuentran Los Caletones, un conjunto de pequeñas calas que llama la atención por la existencia en las mismas de rocas volcánicas que emergen como pequeños montículos, tanto en la arena blanca como en el propio mar.
  • Playa de Papagayo. Situada al sur, en el otro extremo de la isla, la playa del Papagayo es una opción estupenda para parejas que busquen un momento de relajación. Se trata de una playa virgen integrada en el parque natural de Los Ajaches. La ausencia de edificios en las inmediaciones garantiza una menor afluencia de visitantes y, por tanto, un baño tranquilo en el océano Atlántico.
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Pareja paseando en playa de Lanzarote

¿Quién dijo que no se podía practicar deporte en pareja? En efecto, hacer deporte en pareja es una práctica muy saludable y cada vez más frecuente. Sin embargo, estando de vacaciones y en un destino tan atractivo como Lanzarote, quizás sea el momento oportuno para aparcar el running o el pádel por unos días y decantarnos por alguna disciplina menos habitual:

  • Surf o kitesurf en la playa de Famara. Célebre por sus olas, los surferos deben señalar esta playa en el mapa de Lanzarote, pues se trata del espacio idóneo para ambas modalidades deportivas. Además, sus casi 6 kilómetros de extensión dan para relajarse posteriormente dando un agradable paseo entre el mar y la imponente silueta del Risco de Famara. Quienes lo deseen pueden cerrar un plan perfecto comiendo en el restaurante El Risco, donde recuperarán fuerzas mientras degustan su pescado fresco, una paella o las tradicionales papas arrugadas con mojo.
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Pareja entrando en el agua para hacer Surf.
  • Senderismo en la Caldera Blanca. Esta ruta de aproximadamente 10 kilómetros es estupenda para las parejas que quieran adentrarse en el paisaje volcánico de la isla, ya que conduce a la cima del cráter más amplio y profundo de Lanzarote. La agradable caminata se realiza por una senda flanqueada a ambos lados por un mar de lava, garantizándonos unas panorámicas espectaculares al alcanzar la cumbre de la Caldera Blanca.
  • Submarinismo en el Museo Atlántico. El museo ideado por el artista británico Jason deCaires Taylor está formado por una serie de composiciones escultóricas sumergidas en el mar a más de 10 metros de profundidad. Sin duda, las parejas aficionadas a las inmersiones quedarán fascinadas por esta original combinación de arte y deporte acuático. Además, la atípica propuesta museística responde a un discurso ecologista que acompaña toda la obra del británico. Si quieres conocer más sobre este tema, te invitamos a leer nuestro post sobre el Museo Atlántico.

Dos opciones para una cena romántica:

  • Los Jameos del Agua (Calle de Jameos del Agua, s/n. Tel. 928 848 020). Las dos propuestas de restaurantes que te ofrecemos están integradas en famosas intervenciones del artista lanzaroteño más célebre: César Manrique. La primera se encuentra en el corazón de los Jameos del Agua, una cueva formada por la erupción del volcán de La Corona. Allí, además de contemplar el sensacional paisaje, podréis degustar platos deliciosos como los pulpitos a la plancha con mojo verde o el conejo en salmorejo cocinado a baja temperatura.
  • Balagué (Calle de los Loros, 2. Tel. 928 845 665). Por su parte, el restaurante Balagué se halla en las instalaciones de Lagomar, la que fuera durante un corto lapso de tiempo vivienda del actor egipcio Omar Sharif. En la actualidad, Lagomar acoge una galería de arte, un bar y un restaurante. La belleza del conjunto arquitectónico y natural —se localiza en una cantera de lava volcánica— nos asegura que, reservando una mesa en la terraza o en su comedor interior, gozaremos de una velada mágica. Por otro lado, sus propuestas culinarias están basadas en el producto local, siendo muestra de ello su ensalada con queso fresco de Teguise o los raviolis de piña canaria, uno de sus postres más originales.

Si os habéis quedado con ganas de más, siempre podréis tomar un café en el Mirador del Río o contemplar cómo el Atlántico explota en uno de los rincones más impactantes de la isla: Los Hervideros.

No lo dudéis, ¡visitar Lanzarote en pareja es un acierto asegurado!

Hoteles para disfrutar de Lanzarote en pareja

Sin duda, uno de los mejores alojamientos para parejas en Lanzarote es el Hotel Barceló Teguise Beach, solo para adultos y situado en la zona central, por lo que resulta ideal como punto de partida desde donde visitar los lugares más espectaculares y disfrutar de las actividades para dos que ofrece la isla. Aparte de la gran y escenográfica piscina de este alojamiento, rodeada de hamacas, sombrillas y vegetación, las parejas pueden elegir entre la amplia carta de tratamientos y rituales de relajación y belleza que imparten en el Centro Wellness. Luego tienen la opción de disfrutar de un cóctel y continuar con una cena romántica en el bar o restaurante que prefieran de entre los cuatro que hay en este hotel: B-Lounge, el gastro pool bar Breeze, Champs Sports Bar o el buffet Atlantic. Éste ofrece platos inspirados en la vanguardia de la gastronomía. Conviene destacar que buena parte de las 305 habitaciones, luminosas, amplias y modernas, tienen bañeras de hidromasaje, que pueden estar tanto en la terraza como en el interior del dormitorio.

Por su parte, Barceló Lanzarote Active Resort es un hotel muy recomendable para parejas. Pero también para familias, grupos de amigos e, incluso, singles. Para todo ellos hay algún tipo de habitación, de entre las 659 habitaciones de las que dispone este gran complejo. Es un alojamiento ideal para aquellas parejas que aman las actividades y el deporte, que aquí podrán encontrar instalaciones como un circuito de track que rodea todo el resort, una piscina olímpica de diez calles (entre otras), un centro ciclista profesional y un gimnasio que, en sus casi 500 metros cuadrados de superficie, ofrece modernos aparatos y máquinas de fitness. Esto sin olvidar el capítulo de la gastronomía, con ocho bares y restaurantes para todos los gustos y momentos del día.

Algo más íntimo resulta el Hotel Barceló Lanzarote Royal Level, diseñado y construido como un refugio de privacidad, instalaciones y atenciones de primera clase, pero sin salir del recinto del anterior resort. Es decir, un auténtico hotel dentro de otro, con accesos solo para sus huéspedes y la posibilidad de disfrutar de servicios únicos como la infinity pool y el pool bar, perfecto entorno éste para tomar una copa o un cóctel con vistas al mar. O el restaurante buffet Royal Level Assana, que sirve un cuidada selección de platos nacionales e internacionales, algunos de ellos elaborados en directo por el equipo de cocina de este alojamiento.