Cuenta la leyenda que, en 1427, la virgen se le apareció a un pastor al norte de las nubosas cumbres del risco de Famara, al norte de Lanzarote. Aquel milagro forjó la historia de la Virgen de las Nieves, en honor de quien se construyó una pequeña ermita en este lugar, el más alto de la isla, a casi 650 metros sobre el nivel del mar. Pese a que los piratas la quemarían en el siglo XVI y el templo pasaría más de cien años en ruinas hasta que fuera reconstruido, en 1724 el cabildo insular nombró a la Virgen de las Nieves patrona de Lanzarote, pues desde sus orígenes el lugar se había convertido en centro de peregrinación de los agricultores de los alrededores -Teguise, Los Valles, Malpaso, Haría…-, quienes acudían a pedir lluvia para sus cultivos. Aún hoy, cada 5 de agosto los vecinos suben en romería desde el Casco Histórico de Teguise para celebrar la fiesta de la patrona.
Protegida por muros blancos y rodeada de palmeras, la ermita que se levanta hoy en día en lo alto del risco de Famara data de 1966, cuando el arquitecto lanzaroteño Enrique Spínola González se encargó de demoler lo que quedaba del viejo templo de origen mudéjar y construir uno nuevo que mantiene en su entrada el aljibe original. Por su elevada ubicación, el mirador de la Ermita de las Nieves es un balcón privilegiado desde el que se divisan unas vistas espectaculares de la costa occidental de Lanzarote, destacando la famosa Playa de Famara, y del cercano Archipiélago Chinijo.
La virgen de las calamidades
Los conejeros han tenido desde hace siglos una gran devoción por la Virgen de las Nieves, a la que han acudido especialmente en épocas de saqueos, hambrunas y escasez de lluvias. Debido a estas calamidades, aunque era tradición bajar en procesión la imagen a Teguise cada cuatro años, se realizaba casi todos.
Desde 1802, la bajada de la virgen tuvo una periodicidad quinquenal. Aquel año, los vecinos llevaron con toda solemnidad a la virgen en su sillón hasta la ermita de San José, en Teguise, de donde partía una procesión por el pueblo. Incluso se sacaron varios cañones del almacén de municiones y se dispararon en honor a la patrona. La tradición de “la bajada” a Teguise perduró hasta 1936. En la actualidad, los vecinos acuden en romería a la ermita y sacan a la virgen en procesión alrededor del templo, cuya explanada se llena de carrozas y grupos folclóricos.
Unas vistas mágicas de Lanzarote
Siempre que la niebla y los habituales fuertes vientos lo permiten, el mirador de la Ermita de las Nieves ofrece una de las mejores panorámicas que pueden verse en Lanzarote. Desde el punto más alto de la isla, el visitante toma conciencia del lugar único en el que se encuentra, rodeado de océano por todas partes. La panorámica es especialmente bella en los amaneceres y atardeceres, cuando se adivinan al fondo las siluetas de los volcanes, los contornos de las islas de La Graciosa y Montaña Clara…Por la noche, el mirador es un lugar ideal para la observación estelar.
Dónde dormir cerca del Mirador de la Ermita de las Nieves
Te mostramos a continuación tres de las mejores opciones de alojamiento en la isla de Lanzarote. Todas ellas pueden ser un buen punto de partida para visitar el Mirador de la Ermita de las Nieves:
Barceló Lanzarote Active Resort. Este gran complejo es la unión, reformada y actualizada, de lo que fueron los hoteles Occidental Lanzarote Mar y Occidental Lanzarote Playa. Se encuentra en Costa Teguise, junto al mar, en la zona central de la isla, por lo que desde aquí es bastante fácil llegar a la mayor parte de los atractivos turístico de Lanzarote, incluido el Mirador de la Ermita de las Nieves, que está a algo menos de media hora de coche. Se trata de una alojamiento ideal para aquellas personas (parejas, familias, grupos de amigos o singles) que prefieran unas vacaciones activas. Así, entre las muchas instalaciones del resort, destaca su piscina olímpica con diez calles, el centro ciclista profesional, el circuito para track que recorre el perímetro del complejo y un gimnasio de unos 500 metros cuadrados muy bien equipado. Para disfrutar del sol y el agua, el mar está a dos pasos y también están el resto de piscinas. Conviene poner en valor tanto el variado capítulo de la gastronomía (con ocho bares y restaurantes), como las 659 habitaciones del resort (para entre una y cinco personas), que son luminosas, amplias y decoradas de una forma muy moderna y práctica.
Hotel Barceló Lanzarote Royal Level. Este hotel supone un refugio de exclusividad y de servicios de clase superior dentro del mismo complejo del Barceló Lanzarote Active Resort. De hecho, está concebido como un hotel dentro de otro hotel. Por eso sus huéspedes tienen una entrada y espacios diferenciados a los del resto de los clientes del resort. Entre los selectos servicios que se pueden disfrutar aquí destaca la oferta gastronómica, con el buffet Royal Level Assana, que ofrece a los comensales una cuidada selección de platos nacionales e internacionales. También las piscinas, una de ellas de tipo infinity, así como el pool bar, en el que los clientes pueden relajarse tomando una copa al más puro estilo chill out.
Hotel Barceló Teguise Beach. También situado en la localidad de Costa Teguise, este es un hotel solo para adultos. La decoración que caracteriza sus 305 habitaciones (la mayoría de ellas equipadas con bañera de hidromasaje exterior o interior) está inspirada en la arquitectura local. Como los hoteles anteriormente citados, aquí se ha realizado una gran apuesta por las actividades deportivas, pero también por el bienestar. De hecho, entre los servicios más llamativos, destaca el Centro Wellness, que ofrece una amplia lista de rituales y tratamientos antiestrés, energizantes, de cuidado corporal y de belleza. Y no menos recomendable es la gastronomía de vanguardia que se puede degustar en sus cuatro bares y restaurantes.