El primer museo submarino de Europa se encuentra en las aguas de la costa sur de Lanzarote. Se trata de un ambicioso proyecto que lleva el sello del artista británico Jason deCaires Taylor, conocido por desarrollar intervenciones impactantes como esta, las cuales invitan a reflexionar sobre la forma en la que utilizamos los recursos naturales del planeta.
- La singular propuesta del Museo submarino de Lanzarote
- Jason deCaires Taylor, un artista cautivado por el mar
La singular propuesta del Museo submarino de Lanzarote
La ejecución de este Museo Atlántico responde no tanto a una idea puramente estética de sumergir grupos escultóricos en el océano, sino más bien al compromiso de Jason deCaires Taylor por conservar el medio marino e intervenir positivamente en él. Esta atípica institución cultural se encuentra en la localidad insular de Playa Blanca (en el municipio de Yaiza), sumergida a unos 12 metros de la superficie en la bahía de Las Coloradas. La elección de este emplazamiento se debe a las características del suelo marino, ocupando el museo una extensión de 2.500 m2 de terreno arenoso. El objetivo del artista británico no era otro sino generar un arrecife artificial de grandes dimensiones.
Los 12 grupos escultóricos están realizados en hormigón de pH neutro, persiguiéndose de esta manera que, pasado el tiempo, se incremente la biomasa marina y se facilite la reproducción de especies. En efecto, ya se están viendo los primeros resultados, ya que las primeras instalaciones tuvieron lugar en 2016 y en la actualidad se han incrementado tanto el índice de biodiversidad como el número de especies en la zona. De hecho, hoy en día se pueden apreciar en el museo bancos de barracudas y sardinas, pulpos, esponjas marinas y ejemplares de tiburón ángel, entre otros animales.
Los grupos escultóricos poseen títulos evocadores, como Jardín Híbrido, Desconectado, Inmoral o La Balsa de la Lampedusa, estando algunas de las obras inspiradas en los habitantes de la isla de Lanzarote. Asimismo, en ellas late una de las obsesiones de Jason deCaires Taylor, la respetuosa interacción entre el ser humano y el medio natural.
El Museo Atlántico dispone de un itinerario preestablecido. En el mismo, el visitante descubrirá imágenes tan sugerentes como una valla que trata de conseguir un imposible, ponerle límites al océano, una pareja haciéndose un selfi, dos hombres de negocios balanceándose de forma despreocupada en un columpio infantil o el impactante remolino humano que cierra el recorrido.
Adentrarse en el museo submarino de Lanzarote es ahondar en un diálogo entre arte y naturaleza que posee una gran vigencia en la isla, sobre todo a raíz del legado de César Manrique, su artista más célebre. Basta con visitar intervenciones tan espectaculares como el Mirador del Río, el Jardín de Cactus o la casa-museo Lagomar para entender este binomio, casi obsesivo en Lanzarote, que forman naturaleza y arte.
Por otro lado, el Museo Atlántico presenta una forma totalmente desacostumbrada de aproximarse al arte y a la tipología arquitectónica más frecuente en las instituciones museísticas. Al visitarlo, se descubre un contraste mágico entre la quietud de las formas escultóricas —bellas e inertes—, y el movimiento y la vida que emanan de los peces y algas que rodean las estatuas. Al mismo tiempo, podríamos definir las obras de arte ejecutadas y sumergidas por Jason deCaires Taylor como obras abiertas, pues el escenario en el que se hallan es totalmente cambiante, al igual que las propias esculturas, adosándose en ellas elementos muy variados, como algas o, incluso, estrellas de mar. En definitiva, con independencia de las veces que un espectador recorra el museo, la perspectiva visual de este nunca será la misma.
Jason deCaires Taylor, un artista cautivado por el mar
El Museo Atlántico de Lanzarote no puede comprenderse en plenitud sin aproximarnos a la figura de su ideólogo, Jayson deCaires Taylor, a quien la revista Foreign Policy definió como “el Jacques Cousteau del mundo del arte”. Taylor nació en 1974 en el condado de Kent, Reino Unido, y se formó en el London Institute of Arts, donde se graduó en 1998 con la calificación BA honorífica en escultura. Sin embargo, posteriormente trabajaría como instructor de buceo, deporte que ha practicado por más de 20 años.
Así pues, en el recorrido vital de Jayson de Caires Taylor encontramos dos pasiones evidentes, el mar y el arte, las cuales ha sabido aunar, obteniendo de esta aleación varios premios de fotografía submarina. Su labor creativa, insistimos, no se centra exclusivamente en la vertiente estética del arte, existiendo en todas sus obras un profundo discurso ecológico que busca transmitir al espectador su compromiso con la preservación del medio ambiente. Su carrera constituye, en resumen, un alegato artístico que defiende la interacción positiva entre el ser humano y el mar.
Esta filosofía se refleja claramente en algunas de sus intervenciones más emblemáticas, como, por ejemplo, la creación del primer parque subacuático de esculturas del mundo, establecido en el país antillano de Granada en 2006, así como en la fundación del Museo Subacuático de Arte (MUSA) de Cancún. Durante el verano de 2014, Taylor introdujo en las aguas de Nasáu (capital de las Bahamas) la escultura más grande que se ha sumergido hasta la fecha, el Ocean Atlas, una obra de 5 metros de altura que pesa más de 60 toneladas.
Sin duda, bucear entre los grupos escultóricos del Museo Atlántico de Lanzarote es una de las experiencias más especiales que se pueden vivir en la isla. Si eres un apasionado de las inmersiones, ¡no lo dudes, disfruta del universo creativo de Jason deCaires Taylor!
Hoteles desde los que explorar el Museo Atlántico
Quienes quieran prolongar la experiencia submarina que supone visitar el Museo Atlántico de Lanzarote, pueden hacerlo a través de la escuela de buceo con a que trabaja el hotel Barceló Lanzarote Royal Level. Los clientes de este exclusivo alojamiento también tienen la posibilidad de disfrutar de otras actividades como windsurf, golf e, incluso, un parque acuático, aparte de de las muchas atenciones de primera clase que ofrece este hotel tanto en las confortables habitaciones como en sus espacios generales. Todo ello decorado con un diseño moderno y muy elegante.
Este hotel está concebido como un reducto de privacidad y un refugio dentro del complejo del
Barceló Lanzarote Active Resort, éste también muy enfocado a un público activo y amante de todo tipo de deportes, pero también con un gusto estético actual y práctico. El resort, con 659 habitaciones de diferentes tipologías y tamaños, es ideal para aquellas personas (parejas, grupos o singles) que buscan en sus vacaciones un equilibrio entre el bienestar y el deporte, al tiempo que disfrutar de una variada oferta gastronómica y de ocio. Incluidos, entretenidos y artísticos espectáculos de día y de noche.
Algo más tranquilo, pero sin descuidar el capítulo deportivo, es el hotel Barceló Teguise Beach, solo para huéspedes a partir de 18 años. Un aspecto muy destacado en este alojamiento es el diseño, con un mobiliario muy actual y muchos detalles tecnológicos. También muy recomendables son su Centro Wellness, sus dos piscinas y el gimnasio, además de la oferta gastronómica de vanguardia que sirven en sus cinco bares y restaurantes.