Por lo general, la comida típica de León resulta bastante contundente y proteica. Es fácil comprender por qué cuando se viene aquí en invierno. Pero la gastronomía local es también muy diversa en ingredientes y, desde luego, muy sabia en combinaciones de sabor.

Una cocina muy casera que, no obstante, ha encontrado en bares y restaurantes (vincular a URL Dónde comer en León?) algunos de sus principales templos. Y también ciertos aires de renovación, creando platos algo menos calóricos pero sin renunciar a esos sabores que hacen tan apetitosa la comida típica de León. A continuación te mostramos las recetas más populares.

  1. Cocido Maragato
  2. Morcilla de León
  3. Cecina
  4. Sopa Castellana
  5. Tortilla guisada
  6. Sopa de truchas
  7. Migas al pastor
  8. Botillo
  9. Bacalao al ajo arriero
  10. Postres típicos de León
  11. Dónde alojarse en León

 

Cocido maragato

Esta es, quizás, la comida típica de León más conocida fuera de la provincia. Esta preparación, la estrella de las casas y restaurantes de la comarca de La Maragatería, es la versión local del cocido castellano y su peculiaridad es que los vuelcos se toman en orden inverso. Primero las carnes, luego los garbanzos con las verduras y finalmente la sopa.

Morcilla de León

La principal diferencia de este emblema de la comida típica de León es que, en lugar de llevar arroz (como la morcilla de Burgos), su ingrediente fundamental es la cebolla. Aparte de la sangre de cerdo, claro. Al tener una menor consistencia que su vecina burgalesa, la forma de cocinarla también es distinta. Por lo general, se hace a la plancha, aunque también está deliciosa en empanadas, croquetas o como aderezo de los guisos de invierno.

Cecina

Junto con la morcilla, la cecina es la chacina más representativa de la comida típica leonesa. Esta carne de vacuno curada al frío seco de las sierras de León es una auténtica delicia y “competencia” de los buenos jamones ibéricos. En los últimos años, además, se ha experimentado con razas vacunas (como el wagyu), con infiltraciones grasas que la hacen aún más suculenta. Por lo general se toma tal cual se corta, a veces aderezada con una gotas de aceite de oliva virgen extra.

Sopa castellana

De todas las preparaciones de la comida típica de León, quizás ésta sea la más sencilla, económica y popular. Con aceite de oliva, ajo, jamón o chorizo, pimentón, pan, huevo y agua, en muy pocos minutos se elabora una sopa tan reconstituyente como sabrosa. Forma parte de los menús de los restaurantes de diario en invierno y suele ser el primer plato de muchos hogares leoneses y el resto de la región.

Tortilla guisada

Este es uno de esos platos representativos de la tradicional cocina de aprovechamiento. La clave está en la tortilla de patata, que debe estar hecha de uno o dos días antes. Luego se cocina unos cinco minutos en una salsa hecha a partir de un sofrito de ajo, cebolla, pimientos, pimentón y unas rodajas de chorizo. Lo interesante es servir los trozos de tortilla con una generosa ración de salsa, para luego mojar pan.

Sopa de truchas

Durante largos siglos, el único pescado que podían comer los leoneses, aparte del bacalao salado, eran las truchas que habitan en los ríos serranos. Así que esta receta de la cocina típica de León es bastante antigua. La sopa en la que cuecen los trozos de trucha se elabora a partir de un sofrito de cebolla, laurel y berza, al que se agrega un majado de ajo y pimentón y, al final de la cocción, trozos de pan. Hecha en cazuela de barro y al calor del fuego de leña, es un plato realmente delicioso.

Migas al pastor

Más que específicamente leonesas, las migas al pastor son un plato de la España interior y tiene todo que ver con la Mesta, la trashumancia y la importancia de la ganadería ovina para la economía del país en tiempos pasados. Se trata de pan desmigado, aderezado en la sartén con aceite de oliva, ajo, chorizo, panceta y unas gotas de agua. Y sí, es un plato tan contundente como parece, pero también irresistible.

Botillo

El botillo es un preparado cárnico a base de diferentes despieces del cerdo condimentados con pimentón y metidos dentro de un trozo de intestino del propio animal, a modo de embutido. Además, es el guiso que se prepara con la cocción de ese embutido. Es típico del Bierzo y la comarca de Laciana y se suele acompañar con patatas cocidas, chorizo, grelos o repollo.

Bacalao al ajo arriero

El nombre de este plato tiene su origen en los arrieros, es decir, los conductores de carretas, que se cree fueron los primeros en elaborarlo. Se trata de trozos de bacalao frito en aceite, en el cual se fríen luego ajos laminados y un poco de pimentón. Con esa salsa se riega el pescado y se sirve tal cual en la mesa.

Postres típicos de León

León y su provincia tienen una gran afición por los dulces, algo comprensible teniendo en cuenta los rigores del clima. Muchos de ellos tienen su origen en su pasado musulmán y judío, y posteriormente en los conventos donde las cocineras conversas acabaron al servicio de las damas de la nobleza cristiana. Otros se basan en los diferentes productos agrícolas que aquí se recogen, por ejemplo las castañas y la miel. Estos son algunos de los postres y dulces más conocidos de la comida típica de León:

Mantecadas de Astorga

son unos bizcochitos cocidos al horno en papelillos, igual que las magdalenas. El “secreto” de su éxito es que en la composición hay mantequilla clarificada, lo que las hace deliciosas.

Nicanores de Boñar

lo cierto es que, a excepción de la familia que los elabora desde 1880, nadie sabe la receta exacta de estos hojaldres a base de harina, mantequilla y azúcar glas que son realmente golosos.

Imperiales de La Bañeza

son parecidos a los sobaos, aunque bastante más ligeros y, además, saben a almendra, que es su ingrediente diferenciador.

Canelas de León

se llaman así tanto por la especia que aromatiza este dulce como por la confitería donde comenzaron a venderse. Se trata de una masa de hojaldre frita, rellena de crema pastelera y espolvoreada con azúcar glas.

Hojaldres de Astorga

también conocidos como mielitos, este dulce con forma de cuadrado se puede encontrar en muchos otros lugares del país. Y son perfectos tanto para cerrar una comida, para la merienda o para un picoteo entre horas.

Besitos de La Bañeza

a estos dulces típicos en muchos lugares se los conoce también como coquitos. Y, de hecho, es el coco rallado, junto con el huevo y el azúcar, el que les da sentido y sabor.

Amarguillos de Sahagún:

se trata de unas pastas secas, doradas al horno y coronadas con una almendra y suponen uno de los más claros exponentes de la repostería de convento en León.

Dónde alojarse en León

Por estar en pleno Camino de Santiago, León siempre ha sido una ciudad muy acogedora, con muchos alojamientos, algunos de ellos con mucha historia. Pero los tiempos cambian y los viajeros buscan en los hoteles comodidades que les hagan sentirse como en casa. Eso es lo que ofrecen los establecimientos que recomendamos a continuación.

Hotel Barceló León Conde Luna.

En pleno centro de la ciudad, a solo cinco minutos a pie de la Catedral y muy cerca de la zona de bares y restaurantes, es un hotel bastante moderno. En total, tiene 136 habitaciones, decoradas con diseño actual, equipadas con las últimas tecnologías y muy luminosas. Destaca el capítulo gastronómico, con dos restaurantes que son una auténtica referencia en la ciudad. Por un lado, Casa Mando, especializado en cocina tradicional leonesa. Por otro, Nimú Azotea, con una propuesta más creativa y situado en la última planta del edificio, desde donde se disfruta de espectaculares vistas.

Hotel Occidental León Alfonso VI.

También muy céntrico, este hotel sorprende por su arquitectura. Sobre todo la cúpula que corona la recepción y que se eleva hasta la octava planta del edificio, así como los corredores abiertos que comunican las habitaciones. En total son 62, todas ellas muy confortables y decoradas con un estilo clásico, aunque con algunos detalles de diseño actual. Aquí conviene no perderse el reconstituyente desayuno.