Quizás menos conocidas que las de otras ciudades, las Murallas de León constituyen uno de los principales patrimonios históricos que atesora esta ciudad del noroeste de España. Varios tramos de la antigua cerca todavía quedan en pie, lo que nos permite conocer de cerca un poco más sobre la historia del León romano y medieval e imaginarnos cómo sería aquella ciudad amurallada siglos atrás.
Las Murallas de León delimitan lo que es el casco antiguo de la ciudad. Debido a su origen romano, están consideradas las más antiguas de España y fueron declaradas Monumento Histórico Artístico en 1931.
En este artículo vamos a repasar la historia y qué puedes ver en las Murallas de León.
Historia de las Murallas de León
La Muralla de León que ha llegado hasta nuestros días combina tramos de la muralla romana, del siglo I, con la muralla medieval, del siglo XIV. La infraestructura fue adaptándose y modificándose con el avance de los tiempos y la evolución de la ciudad, conservándose hoy importantes tramos que marcan los límites del casco histórico de León.
¿Cómo surge la primera muralla? Los orígenes de León están en el campamento militar romano que la Legio VI estableció en este lugar en torno al año 29 a.C., a orillas del río Bernesga, en la calzada que comunicaba Caesar Augusta (la actual Zaragoza) y Asturica Augusta (Astorga).
Con la consolidación del campamento y la llegada de una segunda Legio, la primitiva empalizada de madera evolucionó hacia una muralla de piedra fechada en torno al año 74 d.C. Entonces, la cerca contaba con torres defensivas y medía en torno a los dos metros de grosor, recrecida más adelante hasta los seis metros y con un foso.
Entre los siglos III y IV, la muralla sería reforzada nuevamente con sucesivas torres semicirculares de 8,25 metros de diámetro, espesores de siete metros y una altura que alcanzaba los 12 metros en algunos tramos. Los tramos actuales de la muralla romana pertenecen a esta reforma.
La muralla permanecería en pie pese al abandono que sufrió la ciudad en el siglo VIII. La fundación del Reino de León a principios del siglo X, que fijaría la capital en la ciudad, sirvió para repoblar y expandir la vieja urbe, y sería el inicio de su esplendor medieval.
Eran siglos de prosperidad comercial y crecimiento demográfico, con hitos como la construcción de la nueva catedral gótica. En 1324 se decide levantar un nuevo tramo de muralla que incluya al núcleo asentado extramuros, al este de la ciudad. Sería la parte hoy considerada como muralla medieval y que completa el conjunto defensivo de León.
Tramos conservados para visitar
Afortunadamente, la Muralla de León llega a nuestros días en relativo buen estado, con buena parte de los tramos y puertas en pie. En los últimos años se han recuperado varios trozos que han permitido incorporar nuevos metros de muralla para el disfrute de los leoneses y sus visitantes.
Estos son los tramos mejor conservados de las Murallas de León:
- Avenida de los Cubos: es uno de los mejor conservados. Parte de la Catedral y gira por la calle Carreras hasta la Era del Moro, y conforma un total de 650 metros de muralla romana del siglo III. Allí se encuentra la única puerta principal que queda, la Puerta Castillo, así como otras dos secundarias.
- Calle Ramón y Cajal, entre la calle Abadía y San Isidoro: este bello tramo de muralla romana, de 115 metros, está muy bien conservado y cuenta con restos de la muralla del siglo I junto a la escalera que accede a la plaza de San Isidoro.
- Jardín del Cid: es un tramo corto de muralla romana pero se permite subir al adarve.
- Calle Serradores: son unos 100 metros de muralla romana oculta tras los actuales edificios.
- Calle Caño Badillo: junto al tramo de calle Serradores, algunos locales y edificios de la calle Caño Badillo tienen parte de la muralla medieval en sus paredes interiores.
- Calle de las Cercas: se conserva un notable tramo de muralla medieval, de unos 530 metros, con un paseo interior entre muros almenados al que se puede acceder.
- Avenida de la Independencia: alrededor de 130 metros de muralla medieval con almenas.
Ruta del León Romano
El legado romano de León puede conocerse más a fondo en la llamada Ruta del León Romano, ya sea por tu propia cuenta siguiendo las chanclas de bronce que verás en el suelo, o en una de las visitas guiadas que organiza el Ayuntamiento.
La primera parada de la visita es en el Centro de Interpretación del León Romano, donde podrás acercarte a los orígenes de la ciudad, con las dos legiones que establecieron su campamento aquí y los diferentes hallazgos sobre el León Romano.
La ruta recorre los principales hitos del patrimonio romano de la ciudad en los que podrás encontrar una serie de paneles informativos con la historia de estas ruinas.
