Este pueblo de la frontera de León con Asturias, lleno de casonas de piedra y de un aire puro, lleva siglos siendo el guardián de una reserva de la biosfera donde viven en paz dos de las especies más protegidas de nuestro país: el oso pardo y el urogallo del Cantábrico. Pero no es el único tesoro que podemos descubrir en un pueblo que, como Fuenteovejuna, ha conseguido unir a sus vecinos para mantener vivas las tradiciones más antiguas de León, y encima hacerlo de forma rentable.

 

 

  1. Historia
  2. Qué ver
  3. Reserva de la Biosfera de Laciana
  4. Lechería la Popular
  5. Lacianart
  6. Dónde alojarse en León

Historia

Muy cerca del casco urbano de este pueblo se encuentran los orígenes de los primeros pobladores de la Laciana. En el castro de Las Muelas se han encontrado restos de la Edad del Hierro y de los primeros astures que llenaron estas tierras con su ganadería y agricultura de subsistencia. 

Con la llegada de los romanos, la zona fue elegida por su valor minero, y Sosas de Laciana y los alrededores fueron un centro de organización administrativa para la salida y el control de los metales hacia Roma.

La propia Iglesia de San Andrés, la más antigua de la localidad y una joya del románico, guarda construcciones del siglo VIII, en la época visigoda, que hablan ya de un asentamiento en la zona urbana de Sosa más grande y organizado en ese tiempo.

El pueblo, ubicado en un valle con un entorno natural increíble, se estructura con callejuelas estrechas y grandes casonas de piedra. 

Qué ver

La mayor joya de Sosa de Laciana es la iglesia de San Andrés, de apariencia románica y construida entre los siglos X y XI, que guarda uno de los tesoros arqueológicos de este pueblo en su exterior: tumbas antropomorfas medievales del siglo VIII. 

Dentro del templo, que se puede visitar, hay tres retablos barrocos del siglo XVIII que son una de las obras más mimadas por sus vecinos. 

Otros edificios religiosos que merecen la pena ser visitados son la capilla de San Juan y la de San Roque. 

Pero no nos podemos perder la riqueza en tradiciones y costumbres que sigue viva en las calles y entre los vecinos de Sosa de Laciana. Paseando por sus calles se pueden ver lavaderos, hórreos, molinos, potros y hasta la única lechería hidráulica que sigue funcionando en España.

Muy cerca del centro urbano están dos de los castros más importantes: el de Las Muelas y el de La Zamora, que conservan restos de época antigua.

Reserva de la Biosfera de Laciana

Sosa de Laciana está en mitad de una zona considerada Reserva de la Biosfera gracias a sus bosques y sus valles de difícil acceso, donde se ha conseguido la supervivencia de dos de las especies más protegidas en España: el urogallo cantábrico y el oso pardo.

En sus más de 3.500 hectáreas de reserva viven robles, hayas, fresnos, avellanos, salgueros, capudres, abedules, acebos y tejos que conforman parajes increíbles y muy boscosos.

Además hay una parte de matorrales muy importante donde crecen hierbas muy usadas y desde antiguo en León, como el orégano, la manzanilla, la verónica o el narciso, uno de los más populares por su belleza. 

Otros animales que también reinan entre estos bosques son la liebre, la perdiz, el desmán ibérico, la nutria, el lobo, el corzo, el rebeco, el jabalí y los tritones. Por sus cielos es fácil ver lechuzas, carboneros, águilas, milanos y cigüeñas.

Lechería la Popular

Sólo por visitar la Lechería La Popular merece la pena llegar hasta Sosa de Laciana. Se trata de la única hidráulica tradicional que sigue trabajando en España y que fabrica de forma tradicional una mantequilla pura de vaca, sin nada extra añadido.

De sus paredes, que entraron en funcionamiento en 1920, salían los productos que luego se vendían en Madrid, en la calle de Alcalá, en la famosa tienda de Mantequerías Leonesas. Se hacía con la leche de una raza autóctona muy rica en grasa que es perfecta para crear este derivado. 

Fueron los miembros de la familia Sierra-Pambley los pioneros en este negocio que aún guarda el libro de cuentas con las entradas de cuánto le pagaban a un ganadero por su leche y las cajas originales donde se metía esta mantequilla.

Además de visitar el propio establecimiento, los regentes de La Popular han creado una ruta que recorre algunos de los lugares más importantes de Sosa de Laciana como una casa tsacianiega, la fuente de La Pantietsa, la capilla y la fuente de San Juan, el mirador La Curuela o su famosa iglesia de San Andrés.

Lacianart

Este proyecto nace del impulso de varios artistas locales que vieron la oportunidad de poner en valor este bello rincón de León con sus exposiciones, charlas y eventos y acercar el arte, en mayúsculas, a zonas con menos accesos de la España rural. 

En cada edición se crea un agenda específica en la que se apuesta por montar un espacio para la creación y la conexión con Laciana, con toda la comarca, siempre a través de las distintas expresiones artísticas. 

Esta iniciativa cultural busca en todo momento que el público que participa conecte con un entorno único y apuesta por asomar la obra de artistas emergentes o que tienen una relación especial con la zona de Laciana a través de la pintura. escultura, música o fotografía. Además, siempre se tienen en cuenta también a los más pequeños para que tengan su espacio en Lacianart.

Dónde alojarse en León

Una de las mejores opciones para alojarse en la capital de esta provincia es el Barceló León Conde Luna, situado en su centro histórico. A menos de una hora y media de Sosa de Laciana, este coqueto hotel permite visitar León a pie puesto que está cerca de sus principales atracciones turísticas. 

Sus 136 habitaciones están completamente equipadas para cualquier tipo de huésped, desde parejas a los que viajan con amigos o con toda la familia. 

En su interior alberga dos de los restaurantes más emblemáticos de toda la ciudad, el Nimú Azotea, situado en la décima planta y con unas vistas increíbles, y el Casa Mando. Además, cuenta con un servicio de desayuno buffet cada día para todos los que lo soliciten.

*Fotografías cedidas por al Oficina Municipal de Turismo de Villablino