Lo mejor de Ponzano, la calle más de moda entre los foodies de Madrid, es que no es nueva. Ni mucho menos. Bastante antes de que la calle se convirtiera en una referencia gastronómica de la capital, Ponzano ya era conocida por los vecinos del barrio por su bares. Locales a los que venían a tomar el aperitivo de diario o de fin de semana.

Estamos hablando de bares “de toda la vida” que se caracterizaban por una considerable calidad en sus menús y en sus tapas. Sobre todo, porque no hay que perder de vista que Chamberí, el barrio donde se encuentra la Calle Ponzano, es uno de los más caros del Centro de Madrid.

A los locales tradicionales se han sumado en los últimos años un buen número de gastrobares y restaurantes, que han aupado la oferta culinaria de la calle hasta niveles increíbles. Así, todos ellos han transformado el barrio hasta convertirlo en uno de los más atractivos y más de moda de la ciudad. Ya no solo a la hora del aperitivo, sino en cualquier momento y día de la semana.

  1. Taberna Alipio Ramos
  2. Claxon bar taberna
  3. Sala de Despiece
  4. La Contraseña
  5. El invernadero
  6. Fide
  7. Arima Basque Gastronomy
  8. El Doble
  9. La Gastro Salvaje

A continuación, seleccionamos algunos y lo que conviene pedir en ellos:

Taberna Alipio Ramos

Es uno de los clásicos de la Calle Ponzano. Esta taberna, inaugurada en 1916, es el lugar ideal para tomar una cerveza, un vino o un vermú. Eso sí, la bebida siempre viene acompañada de dos tapas, que nunca hace falta pedir.

Son célebres sus tortillas de patata y siguen sirviendo menú de mediodía los días laborables. Uno de los emblemas de la casa es que aquí no hay nada cocinado, todo se hace en el momento de pedirlo.

Ponzano, 30.

 

 

Claxon bar taberna

Es el primero de Ponzano, no por antigüedad o por calidad (que también la tiene), sino porque es el que abre más temprano. Tanto, que es el lugar ideal para tomarse un café o un aperitivo muy mañanero cuando todos los demás locales aún duermen.

En la barra destacan pinchos como el torrezno cocinado a baja temperatura durante ocho horas. También merece la pena probar el bacalao en tempura y el crujiente de morcilla y puerro.

Ponzano, 21.

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Amigos cenando en la Calle Ponzano

Sala de Despiece

Se trata de uno de los locales estrella de la Calle Ponzano. Por lo general, siempre atestado de comensales que vienen a disfrutar tanto de los productos fresquísimos y casi sin manipular que aquí se sirven, como del ambiente y la fórmula. Esta consiste en que se hace el pedido, se cogen los cubiertos (que cuelgan del techo), se sienta en una de las mesas corridas, y a disfrutar del espectáculo de los platos circulando por el local.

El diseño de este restaurante, muy dinámico y divertido, lo ha realizado el estudio OhLab, responsable de muchos de los locales de restauración de más éxito en los últimos tiempos.

Ponzano, 11.

La Contraseña

Impacta el interiorismo, cuidado, elegante, intimista y, al tiempo, clásico de este local. Aquí se viene tanto a tomar el aperitivo como a disfrutar de una comida o un cena “de sentado”.

Tanto en la barra como en la sala, las cartas ofrecen productos de temporada con elaboraciones de siempre  y algunas agradables sorpresas. Por ejemplo, los huevos 63º con migas extremeñas, el bao de calamares con mahonesa de aguacate y lima, las croquetas caseras de carabineros o el jamón de bellota con pan sardo y tomate.

Ponzano, 6.

 

 

El invernadero

Quien está detrás de este restaurante es Rodrigo de la Calle, sin duda uno de los grandes gurús de la cocina con verduras en nuestro país. Una apuesta por el producto de la huerta que le ha hecho acreedor de una estrella en la edición de 2019 de la Guía Michelin.

Tres opciones de menú, en función de los gustos y el creciente apetito de los comensales: Vegetalia, que define como una inmersión en el mundo de la “gastrobotica”; Verde, ideal para veganos y vegetarianos; y Rojo, que junto a las verduras incluye algunos platos de carne.

Ponzano, 85.

Fide

Probablemente es uno de los lugares de Madrid donde mejor “tiran” las cañas de cerveza. Y fiel a esa tradición cervecera, aquí lo que se sirven son tapas y aperitivos de taberna de siempre y sin demasiada elaboración.

Desde chacinas ibéricas, a latas de conserva, como berberechos, mejillones o ventresca de atún y algunos mariscos frescos cocidos. Por supuesto, no faltan los boquerones ni las anchoas.

Ponzano, 8.

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Amigos tomando una copa en la Calle Ponzano

Arima Basque Gastronomy

Arima es el nombre de su joven propietaria y chef, que decidió traer hasta la Calle Ponzano los sabores de su tierra: Donosti (San Sebastián). Tan interesante como el comedor, es su vocación por los vermús, con una carta específica de 20 variedades y diferentes procedencias nacionales e internacionales. Y luego, también están los cócteles.

De la carta destacan propuestas como la croqueta de trufa, el falso risotto de boletus, la morcilla de Beasain, la carrillera de ternera o el txangurro donostiarra.

Ponzano, 51.

 

 

El Doble

Otro de los locales de la calle ideales para tomar una cerveza bien tirada. Aquí, de acuerdo con el nombre del local, la ponen doble. Para acompañar a esta bebida están las deliciosas patatas fritas a la inglesa, las gambas cocidas y unas lonchas de jamón o lomo.

El local mantiene su estética de toda la vida, lo que, lejos de restarle encanto, le suma autenticidad.

Ponzano, 58.

La Gastro Salvaje

Esta es la propuesta más “canalla” del chef Chema Soler, responsable del restaurante La Gastro de Chema (y anteriormente de La Gastrocroquetería). En este local lo que pretende es ofrecer una divertida fusión entre las cocinas mexicana, española y asiática, en un estilo muy street food.

Así, junto a los habituales tacos mexicanos se pueden degustar platos como la fideuá en costra, el tartar de corvina salvaje a la bilbaína sobre crema de queso y tomate seco, o la paletilla de cordero a baja temperatura con teriyaki de tamarindo.

Ponzano, 93.