Cercedilla es la puerta de entrada de multitud de excursiones por el Parque Natural de la Sierra de Guadarrama. Rodeada de los Siete Picos, cuya altura ronda los 2.000 metros, recorrer su territorio es adentrarse en el corazón de un pueblo serrano del que sale la calzada romana más antigua de Madrid.
La calzada romana es de la época de Vespasiano en el s I d.C. y supone el mayor vestigio romano de la Comunidad de Madrid, y el mejor conservado, junto con los cuatro puentes: el del Molino, el de la Venta, el de En medio y el del Descalzo, donde comienzan los restos visibles de la calzada. Se puede recorrer en una excursión de ascenso, para lo que es necesario buen calzado debido a lo desgaste de las piedras.
Por esta ruta de la Fuenfría, con una de las mayores concentraciones de pino silvestre del macizo central, han cruzado tanto reyes camino de La Granja, como salteadores, pero también personajes ilustres de la literatura española como el Buscón de Quevedo, que paso una noche en la venta de Cercedilla camino de Segovia. De aquí era el Rinconete de Cervantes. No en vano, Cercedilla ha tenido vecinos ilustres como Luis Rosales, Joaquín Sorolla y el primero de ellos, el Arcipreste de Hita.
- Qué ver en Cercedilla
- El tren de la Naturaleza
- El valle de la Fuenfría y la calzada romana
- Aventura entre pinos
- Cuna del esquí
Qué ver en Cercedilla
Su condición de pueblo serrano lo convierte en una localidad de calles estrechas y sinuosas. Su plaza Mayor está arropada por el ayuntamiento y el edificio de las antiguas escuelas con un campanil en su parte superior. Un paseo por sus calles os hará descubrir la característica arquitectura de las villas de verano del pueblo con sus tejados de pizarra y construcciones relevantes del finales del siglo XIX como las colonias de veraneo, la estación de ferrocarril, la fábrica de la luz, el Sanatorio de la Fuenfría y la plaza de toros. La localidad disfruta de una animada vida cultural gracias a la conversión de algunos edificios para uso cultural, como el antiguo matadero o el que ahora ocupa la sala Joaquín Sorolla.
La iglesia de San Sebastián en la parte alta del casco antiguo, data de finales del siglo XII y es una muestra del Románico tardío. La pila de gajos de la capilla bautismal y la parte inferior de la torre son sus elementos más antiguos.
El tren de la Naturaleza
A Cercedilla se puede llegar en tren cuya estación es punto de encuentro de excursionistas y jóvenes que llegan para recorrer la Sierra de Guadarrama.
Durante los meses de verano se organiza una actividad denominada el Tren de la Naturaleza, que se inicia en un antiguo vagón de un tren eléctrico habilitado como sala de proyecciones en la estación de Cercedilla. Una vez introducidos en la importancia del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, se realiza el trayecto de cuarenta minutos, pasando por Navacerrada y Los Cotos en un tren de vía estrecha con el apoyo de un guía. Al llegar a Cotos se hace una ruta senderista guiada para reconocer algunas especies de fauna y flora.
Pero el tren C9 que va desde Cercedilla a Cotos funciona todo el año, aunque sin los guías a bordo que van explicando el entorno. Es un recorrido muy atractivo que atrae a muchos visitantes, por lo que conviene que compres el billete con antelación para asegurarte una plaza y atravesar la montaña disfrutando del maravilloso paisaje desde el tren. Económicamente, si vas desde Madrid, te interesará comprar un abono turístico de un día, pero, no obstante, debes pasar por taquilla para reservar la plaza o no podrás subir.
El valle de la Fuenfría y la calzada romana
El valle de la Fuenfría que sale al norte de la localidad de Cercedilla., fue una histórica vía de comunicación con la meseta y ahora es uno de los parajes más bonitos de la sierra madrileña, rodeado de pino silvestre con altas copas que sirven de morada a ardillas, corzos y jabalíes. Durante una ruta también podrás encontrar otras especies de árboles como robles, chopos, acebos, retama, tejo, serbal, enebro o brezo. Punto de referencia de senderistas y amantes de la bicicleta de montaña, el puente romano del Descalzo es el comienzo de la calzada romana que parte de las Dehesas de Cercedilla, una zona de recreo con mesas de picnic y pradera.
Carretera de la República para unos, o pista forestal de los campamentos para otros, la realidad es que tiene perfectamente señalizados varios caminos que recorren el valle como el camino Puricelli, la propia calzada romana, la subida al pico de Majalasna, los miradores, la Calle Alta o el tramo del GR-10. Una forma de recorrerlo es conocer las 12 fuentes que van surgiendo a lo largo del recorrido.
Aventura entre pinos
En la mismas Dehesa de Cercedilla se encuentra uno de los mayores circuitos de aventura y tirolinas de la Comunidad de Madrid, con más de 105 juegos en 6 circuitos diferenciados. Si es tu primera vez, podrás practicar primero en una de las tres zonas de iniciación con la supervisión de los monitores. Los niños, a partir de 6 años, tienen circuitos adaptados y para los más valientes, cuentan con un circuito X-TREM y el Monkey Jump que supone un salto al vacío desde 12 metros de altura.
Cuna del esquí
La familia Fernández Ochoa es de Cercedilla, por lo que no es extraño que desde 2009 el Consejo Superior de Deportes decidiera instalar en la localidad el Museo del Esquí Paquito Fernández Ochoa. Aquí podrás ver todos los trofeos del único español en conseguir una Medalla de Oro en esquí en unas olimpiadas de invierno (1972), así como la evolución del esquí a través de objetos históricos. La visita al museo es gratuita los sábados y domingos.