Situado en el corazón de Madrid, entre las calles Gran Vía, Fuencarral, San Bernardo y Carranza, Malasaña emerge como un barrio con gran personalidad que ha sabido reinventarse sin perder su alma castiza.

Malasaña es el lugar indicado para ir de tapas, descubrir comercios alternativos, iniciar una noche de fiesta o tomar una cerveza al sol en alguna de sus agradables terrazas.

¿Te animas a descubrirlo?

  1. Qué ver en Malasaña
  2. Dónde comer en Malasaña
  3. Salir de copas por Malasaña
  4. Dónde alojarse en el Centro de Madrid

Qué ver en Malasaña

Deconstruyendo el barrio de Malasaña

Emplazado entre los barrios de Chueca y Conde Duque, limitando al sur con la Gran Vía, Malasaña representa una explosión de vida en el centro de la capital.

Fachadas del barrio de Chueca

Su nombre, asignado en los ochenta (anteriormente era conocido como barrio de las Maravillas), hace honor a Manuela Malasaña, una bordadora fallecida a los 17 años durante los sucesos relativos al levantamiento popular contra los franceses del 2 de mayo de 1808. Algunos cronistas indican que Manuela Malasaña se unió a la defensa del Parque de Artillería de Monteleón, localizado por aquel entonces en la actual plaza del Dos de Mayo, donde hoy se puede contemplar la puerta de dicho cuartel —único elemento conservado del mismo—, así como la escultura de Antonio Solá que homenajea a Daoíz y Velarde, los dos oficiales que dirigieron al pueblo en el alzamiento.

La plaza del Dos de Mayo es unos de los centro neurálgicos de Malasaña y, como tal, es frecuentada por madrileños y foráneos de todas las edades. Además, acoge puntualmente mercadillos alternativos como el Malamarket, donde se congregan ilustradores, artesanos y vendedores de productos de segunda mano.

El otro punto clave del barrio es la calle del Pez, la que fuera antiguamente un importante foco de actividad comercial hasta que la Gran Vía acabó imponiendo su preponderancia. En la actualidad, sin embargo, sigue siendo uno de los rincones con más vida de Malasaña y, de hecho, cuenta con sus propias fiestas populares. Las mismas se celebran en torno al 13 de junio, festividad de San Antonio, y se desarrollan también por las calles aledañas.

Tiendas alternativas en Malasaña

Si estás buscando comercios que se alejen de lo convencional, has llegado al lugar indicado. Aquí encontrarás tiendas de ropa vintage, como Retro City (Corredera Alta de San Pablo, 6); establecimientos para amantes de la cultura pop, como Popland (Manuela Malasaña, 24); e incluso tiendas donde la ropa se vende al peso. ¿No nos crees? Pásate entonces por Flamingo Vintage Kilo, en el número 1 de la calle Espíritu Santo. Los hipster también disfrutarán en Malasaña, pues hay barberías que ofrecen afeitados según los cánones de la vieja escuela, con toallas calientes incluidas. Nos referimos a los “cortes y afeitados finos” que promociona Malayerba (plaza del Dos de Mayo, 3). Y cerramos este pequeño recorrido por algunos de los comercios más singulares de Malasaña con Viva Bicicletas (plaza del Dos de Mayo, 6), una tienda que, aunque a simple vista parezca un taller de bicis convencional, es un referente para aficionados, pues organiza conferencias y salidas grupales.

Los Grafitis de Malasaña

Te darás cuenta nada más ingresar al barrio: los grafiteros encuentran lienzos en prácticamente cualquier elemento urbano, ya sean persianas, paredes, contenedores… No es de extrañar, Malasaña es un hervidero de artistas y cada vez aumenta más el número de galerías y asociaciones culturales que se instalan en sus calles. Además, en el barrio se potencia el arte del grafiti, hasta el punto de contar con su propio certamen: Pinta Malasaña.

La gran oferta de teatros de Malasaña

El distrito congrega salas clásicas, como los teatros Lara, Maravillas o Luchana, pero también propuestas más innovadoras, como la de Microteatro, un espacio en el que se desarrollan obras de 15 minutos para 15 espectadores. ¿Te animas?

Iglesia de San Antonio de los Alemanes

Este templo, que se construyó a principios del siglo XVII, fue un ofrecimiento del rey Felipe II, junto con el hospital contiguo (ya desaparecido), a los peregrinos portugueses que pasaban por Madrid. Es muy llamativa su planta en forma de elipse y también el hecho de que los muros interiores estén completamente pintados al fresco.

Mercados en Malasaña

El barrio está lleno de tiendas de moda y complementos, a cada cual más original. Algunas de ellas se concentran en el concept store La Galería de Malasaña (San Joaquín, 7). Muy interesantes son las propuestas en joyería del Mercado de la Plata (Fuencarral, 52). Y, aunque se trate más de un centro gastronómico que de un mercado al uso, siempre es agradable visitar el Mercado de San Ildefonso

Museo de Historia de Madrid

Tras una de las fachadas barrocas más espectaculares de Madrid, obra de Pedro de Ribera, se encuentra este museo, que ocupa lo que fue el Real Hospicio de San Fernando. Está dedicado a mostrar los principales hechos históricos ocurridos en la ciudad a través de documentos, objetos de uso cotidiano y decorativo, maquetas, pinturas, tapices y fotografías.

Dónde comer en Malasaña

Restaurantes en Malasaña

El repertorio de establecimientos gastronómicos del barrio incluye propuestas alternativas muy suculentas, especialmente para veggies. Así, podrás degustar pizas artesanales y muy digestivas en Pizzi & Dixie (San Vicente Ferrer, 16), donde también se elaboran sabrosas especialidades como el ceviche vegetal con mango, aguacate y shitake. Si te van los planes originales —y espirituales—, anímate y prueba el menú vegetariano que brinda diariamente la Asociación Hare Krisna de Madrid (Espíritu Santo, 19), la cual ofrece platos de lo más saludables a cambio de un donativo. Destacamos también el popular restaurante María Castaña (Corredera Baja de San Pablo, 12), un establecimiento que cuida su estética y proporciona tapas tan apetitosas como las croquetas de calabaza y jamón. Por último, el Carmencita Bar (San Vicente Ferrer, 51) es el espacio ideal para regalarse un brunch, disponiendo también de opciones de menús con hamburguesa o ensalada.

De tapas por Malasaña

Si, más que almorzar o cenar, prefieres ir de tapas por Malasaña, puedes dirigirte a alguna de las terrazas de la plaza de Juan Pujol o de la ya citada plaza del Dos de Mayo. La distancia entre ambas es de aproximadamente 200 metros y, cuando el tiempo acompaña, se está muy a gusto en ellas. De ahí que cueste encontrar un mesa. También puedes callejear y adentrarte en bares como la Taberna La Lirio (Espíritu Santo, 30), donde se dispensan tapas andaluzas caseras, o Madrid Madrid (Fuencarral, 85), célebre por sus huevos rotos de corral con jamón.

Salir de copas por Malasaña

¿Has terminado de cenar y te apetece una copa? No hay problema, Malasaña también es conocido por su fiesta. No es casual, aquí surgió el movimiento contracultural más relevante de la historia de España: la movida madrileña. De hecho, aún puedes asomarte a algunos de sus míticos garitos, como El Penta (calle de la Palma, 4) o el Tupper Ware (Corredera Alta de San Pablo, 26). No obstante, hay locales para todos los gustos. Así pues, los que prefieran un ambiente más sofisticado pueden dejarse caer por el 1862 Dry Bar (calle del Pez, 27) y los más alternativos, por el Kikeller (Corredera Alta de San Pablo, 17), una curiosa combinación entre tienda de decoración, galería de arte y bar de copas.

Malasaña es el lugar donde todo puede suceder. ¡Descúbrelo por ti mismo!