El Mercado de San Ildefonso se encuentra en un lugar realmente estratégico. En plena Calle Fuencarral, una de las más comerciales de Madrid. Así pues, es un propuesta irresistible para aquellos que quieran descansar y coger fuerzas, estén o no de compras.

Un mercado que nació hace muy pocos años con la intención de traer a Madrid el concepto de street food que triunfa en buena parte de las ciudades de Asia, Londres o Nueva York. Eso sí, a cubierto de las inclemencias y con un espacio realmente agradable. Y eso que, sobre todo durante los fines de semana, suele estar atestado de comensales dispuestos a disfrutar de sabores llegados de todo el mundo.

 

 

 

  1. Cómo es el Mercado de San Ildefonso
  2. Cocina internacional
  3. Cocina nacional
  4. Otras propuestas muy originales

Cómo es el Mercado de San Ildefonso

Sorprende mucho el Mercado de San Ildefonso. De hecho, cuando se ve su estrecha fachada, semejante a la de muchos otros bares de la zona, es difícil adivinar el cosmos de sabores (y la amplitud del espacio) que espera a quien traspase sus puertas.

 

 

En total más de 20 puestos de cocina de todo tipo, distribuidos en cuatro niveles. Y a lo largo y alto de este espacio, numerosas mesas, barras y taburetes en los que disfrutar con comodidad de los platos sugeridos en esos puestos.

Eso sí, a diferencia del resto de mercados gastronómicos surgidos en Madrid en los últimos años, como el Mercado de San Miguel o el de San Antón, aquí no hay puestos de comida no elaborada. Es decir, en todos los puestos se ofrecen platos cocinados.

Además, unos de los aspectos más atractivos del Mercado de San Ildefonso es la existencia de dos patios (o terrazas) que, sobre todo en verano, se convierten en uno de los entornos más agradables de la capital. Estos espacios permanecen abiertos todo el año (se puede fumar en ellos) y están decorados con numerosas plantas y equipados con bancos corridos, mesas altas y taburetes en los que comer y beber.

Cocina internacional

Son numerosas las propuestas de cocina de otros países que pueden encontrar los visitantes del Mercado de San Ildefonso. Desde las socorridas hamburguesas a propuestas que bien podrían degustarse en cualquier mercado asiático. Entre los puestos más interesantes están:

  • La Arepera: cocina venezolana presentada dentro de las tradicionales arepas, a base de harina de maíz, por lo que son ideales para celíacos. También ofrecen platos de pollo, pescado y tequeños venezolanos de queso, queso con guayaba y chocolate.
  • Akma: lo que ofrecen en este puesto es una interesante fusión entre la cocina japonesa y coreana, con prevalencia de la segunda. Sabores muy intensos que no suelen dejar indiferente a nadie.
  • Xin Chao Viet Nam: cocina vietnamita muy auténtica. También muy especiada y sin renunciar al toque picante que caracteriza a muchos de los platos de ese país asiático.
  • Paco’s Tacos: comida mexicana muy fácil de comer y, desde luego, irresistible. Junto a los tacos, también sirven nachos, guacamole y burritos con diversos rellenos.
  • Gyoza Bar: técnicas orientales a partir de ingredientes muy españoles. Eso es lo que ofrecen en este puesto, donde se pueden degustar dim sums, rollitos, pad thai, arroces y alguna que otra sorpresa.
  • Cultura Café: todo tipo de delicatesen llegadas de los países más diversos. Desde cafés y chocolates a quesos con denominación de origen o confituras de frutas. Con varios de ellos se rellenan los crêpes caseros que sirven en este café gourmet.

 

 

Cocina nacional

No desmerece el capítulo de la gastronomía nacional en el Mercado de San Ildefonso. Algunas de las propuestas más suculentas y divertidas son:

  • La Parrilla: es el lugar ideal para los más carnívoros. Aquí pueden degustar desde embutidos ibéricos a carnes selectas cocinadas a la parrilla de carbón.
  • Pincholand: este puesto responde al concepto del pincho (o tapa) moderno en España. Es decir, cualquier combinación vale siempre que esté buena y tenga éxito entre los comensales.
  • La boutique del ibérico: por ibérico no solo entienden los productos derivados del cerdo de esa raza, sino también otros alimentos nacionales de calidad y sabor. Por ejemplo, deliciosos y variados quesos.
  • La del pulpo: como es obvio, ese gasterópodo es la estrella de los platos de este puesto. Pero no solo: aquí también tienen algunas notables muestras de la industria conservera de pescados y mariscos del país. ¡Y también hay ostras!
  • Granja Malasaña: aquí se viene a comer huevos. Eso sí, ¡qué huevos! De gallinas criadas en semilibertad y aderezados con los ingredientes más suculentos (como la trufa) y en las preparaciones más diversas. Por supuesto, también en tortilla de patatas.
  • Jaleo croquetas bar: no podía faltar un puesto de croquetas en un ambiente así. Las que fríen en este puesto son artesanales, al estilo “receta de la abuela” y las hay con rellenos clásicos y otros no tanto. Por ejemplo, las de boletus, las de langostinos y trufa o las de queso gorgonzola.

 

 

Otras propuestas muy originales

Uno de los capítulos más atractivos del Mercado de San Ildefonso son los bares, en los que degustar desde cervezas del mundo a una variada selección de vinos y licores de varios países. En este sentido, destaca Divinus, despacho de vinos, con una bodega a la que cada mes se incorporan nuevas etiquetas. Algunas realmente sorprendentes y originales. Tras la barra, sus camareros están encantados de asesorar a los comensales de otros puestos sobre los mejores maridajes.

Pero también resultan muy destacables los siguientes puestos:

  • Barra de la primera planta: no solo es el bar más grande del Mercado de San Ildefonso, también es el que tiene una mayor variedad de bebidas. Desde refrescos y cervezas a una amplia carta de whiskies, ginebras y rones con los que elaborar cócteles y combinados.
  • Barra Beer Experience: situada en la planta baja, como se deduce por su nombre la especialidad es la cerveza. Las hay llegadas de varios países, pero también venden etiquetas nacionales.
  • Guettes: su propuesta son bocadillos, que preparan con los ingredientes más diversos. Eso sí, siempre con pan artesanal y sabores muy gourmet.