El Museo Arqueológico Nacional, también conocido como MAN, es el espacio más privilegiado de Madrid para conocer la historia desde las antiguas civilizaciones hasta prácticamente nuestros días. Es una visita obligada en la agenda de todos los viajeros curiosos e interesados por la cultura. Su ubicación en un edificio singular del céntrico barrio de Salamanca, también lo hace muy recomendable desde un punto de vista arquitectónico. Merece la pena que reserves una mañana o una tarde para conocer el contenido de su colección de forma pormenorizada.

 

 

 

 

 

  1. El Museo Arqueológico Nacional de Madrid: un proyecto real
  2. Cómo se organiza el MAN
  3. La Dama de Elche y otras piezas imprescindibles del Museo Arqueológico
  4. Visitar el MAN con niños

El Museo Arqueológico Nacional de Madrid: un proyecto real

El Museo Arqueológico Nacional fue fundado por Isabel II hace más de un siglo, exactamente en 1867. En aquel momento la tendencia de otros museos europeos era reunir la historia del mundo y de sus naciones en un solo lugar. Esa toma de conciencia les lleva a proteger numerosas piezas arqueológicas que estaban en peligro debido a guerras, invasiones y desamortizaciones. Pero no solo se trataba de proteger, también se mostraba interés en el estudio de dichos objetos y en la exposición posterior al público con fines didácticos.

 

 

La sede elegida desde un primer momento es la actual, el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales. Como se precisaron más de treinta años para terminar este edificio, la colección de arqueología tuvo que pasar provisionalmente (entre 1867 y 1893) por el Casino de la Reina, una finca que se encontraba en la glorieta de Embajadores. Dicha finca la había recibido Isabel de Braganza como un obsequio por parte del Ayuntamiento en 1817.

Como todos los edificios históricos a lo largo de su trayectoria, ha precisado de diversas reformas para actualizar las instalaciones y adecuarlas a las nuevas tendencias museográficas. Tras la última gran renovación, que tuvo lugar entre 2008 y 2013, se han incorporado todas las novedades relacionadas con la investigación arqueológica y el conocimiento de la historia.

Los espacios actualmente se distribuyen de una forma más racional, se ha incorporado la tecnología más actual, se ha dotado de mayor seguridad el museo y también se ha cuidado que el visitante pueda tener una experiencia más completa durante la visita.

Cómo se organiza el MAN

El orden que se establece en el recorrido por el Museo Arqueológico Nacional es cronológico. Emplea un discurso expositivo secuencial que comienza en los inicios de la humanidad y abarca hasta el siglo XIX, coincidiendo con la época de creación del museo. La muestra se halla estructurada en tres espacios principales que acogen distinto contenido: ‘Arqueología y patrimonio’, que recoge conceptos básicos; ‘España, lugar de encuentros culturales’; y ‘De gabinete a museo’, que habla de la institución y las colecciones de las culturas mediterráneas.

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Museo Arqueológico Nacional de Madrid

Para que te ubiques cuando acudas y no te pierdas entre sus numerosas salas, toma nota de la distribución:

  • Planta Baja. Prehistoria, Arqueología y Patrimonio, cafetería, tienda, salas de actividades.
  • Entreplanta. Cuenta con un espacio dedicado a la moneda. Se profundiza en su función desde el siglo VI a.C. hasta el siglo XXI. Está considerada la mejor de España en este ámbito y una de las más destacadas a nivel mundial.
  • Planta Primera. Hispania Romana, Protohistoria, Mundo Medieval: Al Ándalus, y Antigüedad Tardía.
  • Planta Segunda. Edad Moderna, Mundo Medieval y Reinos Cristianos, Grecia, El Nilo: Egipto y Nubia, Oriente Próximo y la Historia del Museo.

De todos modos, no te agobies porque el MAN cuenta con una útil aplicación móvil que indica la ubicación y objetos presentes en las diversas salas.

 

 

La Dama de Elche y otras piezas imprescindibles del Museo Arqueológico

El recorrido que denominan en el museo como ‘Imprescindibles’ incluye 14 obras, pero ninguna se puede comparar con la expectación que despierta La Dama de Elche, una escultura íbera sobre cuyo origen se han escrito ríos de tinta. Algunos historiadores aseguran que este busto disponía de un cuerpo sedente. Otros que la cavidad que tiene en la parte posterior podía contener reliquias. Y, también, hay varias teorías sobre quien podía ser esta misteriosa dama, no se sabe si era una reina, una diosa o una difunta. Lo único que tenemos claro es que es una escultura que no debes perderte en tu visita.

En este conjunto de piezas básicas también se encuentra el Bote de Zamora, una caja realizada en marfil y tallada con figuras de árboles, flores, hojas, palomas, cervatillos, etc. con un extraordinario detalle. Este tipo de botes era realizado por artesanos andalusíes en el siglo X para la familia califal, que los usaba para guardar joyas o perfumes. A los cristianos les gustó tanto este tipo de objetos que pronto comenzaron a emplearlos para guardar reliquias en las catedrales. No te pierdas tampoco las piezas expuestas del Tesoro de Guarrazar, un extraordinario ejemplo de orfebrería visigoda. Dicho ajuar se compone de seis coronas y cinco cruces de oro con piedras preciosas, perlas y cristal tallado. La pieza más llamativa es la corona de Recesvinto, en la que podrás observar como las letras colgantes de oro forman su nombre.

En el apartado de esculturas destacan dos figuras. La primera es la Estatua de Livia, que representa a la esposa del emperador Augusto con una túnica doble y que exhibe una expresión agradable y serena. La segunda estatua es la de Harsomtus-Em-Hat, que corresponde a un sacerdote al servicio de los dioses. Otras piezas de interés son: el bifaz del Manzanares (un hacha de mano), la estela de Solana de Cabañas, el estandarte de Pollentia, el crucifijo de marfil de Don Fernando y Doña Sancha, y el dinos de Tetis y Peleo.

Además de la colección permanente, en el Museo Arqueológico de Madrid se organizan interesantes muestras temporales durante todo el año. Por este motivo, conviene estar atento a las novedades que se indican en su página web. Existen también una serie de itinerarios temáticos que permiten descubrir temas específicos que te pueden interesar: la Arqueología de la muerte, el Museo en femenino, un Itinerario musical y los Diseños para el futuro.

Visitar el MAN con niños

Los niños no solo son bienvenidos al Museo Arqueológico Nacional sino que disponen de una amplia oferta de actividades para aprovechar aún mejor la visita. Algunos de los talleres, además, están diseñados para que los pequeños participen y se diviertan junto a sus familias. Otro modo de aprender es jugando con los tableros que el museo pone a disposición del público y que suelen estar ambientados en una época determinada.