La atracción por los trenes se produce tanto entre los niños como en los adultos, por lo que el Museo del Ferrocarril es una propuesta que se adapta al gusto de los visitantes de todas las edades. Su ubicación no podría ser más idónea ya que se sitúa en la antigua estación de Delicias, en un céntrico barrio de la capital. La apariencia de esta estación ferroviaria se debe a su momento de creación, en el año 1880, cuando la arquitectura industrial se situaba en uno de sus momentos álgidos.

La visita al Museo del Ferrocarril te resultará sumamente didáctica ya que podrás conocer de primera mano la realidad ferroviaria desde el pasado hasta el presente. La transmisión de este conocimiento, la investigación sobre los ferrocarriles y la vocación de servicio son los valores que sustentan este popular museo madrileño.

 

  1. Una visita al Museo del Ferrocarril
  2. Cómo nace este museo
  3. Una estación con historia
  4. El Museo con niños en el fin de semana
  5. El Mercado de Motores

Una visita al Museo del Ferrocarril

Como comentaremos más adelante, el Museo del Ferrocarril también acoge el Mercado de Motores, pero si tu visita no coincide con el fin de semana en que tiene lugar, no te preocupes porque tampoco te vas a aburrir. Si te decimos que comiences visitando las exposiciones no es probable que sigas nuestro consejo porque es difícil no sucumbir a la tentación de recorrer la nave central. Allí se sitúan numerosas locomotoras y vagones de viajeros. Camina por los andenes fijándote en los detalles de estas máquinas centenarias, en algunas podrás subir e, incluso, en una de ellas tendrás la oportunidad de comer o tomar un café en un vagón de época.

 

 

El paseo entre los trenes te servirá no solo para disfrutar de la estética industrial sino para comprender la evolución de este medio de comunicación. En más de un siglo de tren en España se puede observar el paso de la tracción a vapor a la eléctrica y al diésel. Con la lección aprendida, puedes entrar a las salas adyacentes donde las exposiciones se han organizado de una forma temática. Una de ellas está dedicada a los antiguos relojes que se encontraban en las estaciones, otra está centrada en el modelismo (es la favorita de los niños) y una tercera explica los elementos de la infraestructura ferroviaria. En total se exhiben 6.300 piezas, muchas de ellas procedentes de donaciones particulares.

Cómo nace este museo

Aunque existen espacios de diversas temáticas, siempre llama la atención de qué modo surge la idea de crear algunos museos. En esta ocasión, al igual que sucedió con otros museos dedicados al ferrocarril en Europa, el proyecto vino impulsado por la celebración de los centenarios de líneas ferroviarias. Comenzaron en Inglaterra, donde se celebraba en 1925 la línea de Stockton a Darlington, y cinco años después le tocó a la de Liverpool-Manchester. En territorio español tuvimos que esperar a 1948 para festejar la línea Barcelona-Mataró. Como en otros grandes acontecimientos, los aniversarios venían acompañados de exposiciones que mostraban elementos históricos claves en esas líneas. De ese modo, las reliquias que se expusieron en la celebración del Barcelona-Mataró alentó la idea de crear un espacio fijo que fuese la casa del Museo del Ferrocarril Español.

El entusiasmo no era suficiente sino que había que buscar la sede idónea. Entre tanto, fueron sucediendo otros centenarios de grandes líneas como la de Madrid-Irún y Madrid-Zaragoza. Un lugar provisional que cumplió la función de primer Museo del Ferrocarril fue el Palacio de Fernán Núñez, donde se reunieron maquetas, grabados y objetos relacionados con el tema. Allí se ubicó entre 1967 y 1980, fecha en la que tras declarar Monumento Histórico Artístico a la estación de Delicias, se comienzan a trasladar trenes y objetos a la nueva sede.

 

 

Una estación con historia

La estación de Delicias fue diseñada como comienzo de la línea de ferrocarril entre Madrid y Ciudad Real. Ejerció como tal entre 1880 y 1969, cuando cerró al tráfico de viajeros y dos años después lo haría también a las mercancías. Como curiosidad se puede señalar que a la inauguración de la estación acudieron Alfonso XII y María Cristina, los reyes de España en aquel momento.

El Museo con niños en el fin de semana

El Museo Ferrocarril también organiza diversas actividades para los más jóvenes y para las familias. La programación de los fines de semana ha sido concebida para el desarrollo de visitas que acerquen el mundo del tren a los visitantes. Para ello, se organizan talleres, proyección de películas y puesta en escena de obras de teatro. Incluso se ofrece la posibilidad a niños de entre 4 y 12 años de celebrar el cumpleaños en el museo, en el que se incluye una visita guiada y un taller.

Otras actividades que suscitan interés son la Feria del Coleccionismo, donde se reúnen vendedores de toda España que ofrecen sus juguetes antiguos a los visitantes. También se organiza el Mercado del Modelismo donde aficionados y veteranos tienen la oportunidad de intercambiar impresiones y obtener asesoramiento tanto en el coleccionismo ferroviario como en el modelismo general.

El Mercado de Motores

El segundo fin de semana del mes, el Museo del Ferrocarril se transforma en un gran mercado que recuerda a los mercadillos vintages de ciudades como Londres. Durante dos días, el denominado Mercado de Motores se sitúa en el marco de la estación de Delicias para ofrecer al visitante puestos de diseño, gourmet, mobiliario y de moda. Además de comprar algún capricho, la jornada se puede completar con música en directo, comiendo en alguna de las food trucks situadas al aire libre o realizando alguna actividad.

Junto al Museo del Ferrocarril se sitúa el Museo de Ciencia y Tecnología, por lo que puede ser una magnífica oportunidad para conocer algunas de sus más de 500 piezas expuestas. Esta institución pretende recuperar, conservar y difundir la historia de la ciencia a través del patrimonio científico y tecnológico.