Si te apasionan los minerales, las rocas y los fósiles, el Museo Geominero es tu destino. Este centro depende del Instituto Geológico y Minero de España, se halla en un fastuoso edificio de la calle de Ríos Rosas de Madrid y alberga las colecciones de este género de España y sus antiguas colonias, así como piezas de yacimientos importantes de otras partes del mundo. Hasta 1989, año en el que recibió su nombre actual, era conocido como Museo Geológico Nacional.
Sólo por entrar al monumental edificio que lo alberga, merece la pena visitar el Museo Geominero. El público accede a la sala principal a través de una impresionante escalera de mármol de Macael iluminada por una gran vidriera, la más grande del inmueble si exceptuamos la de la sala central. En esta escalera podrás ver el escudo de Segunda República española, que no fue modificado durante el franquismo, y los retratos de especialistas en la Geología, junto a numerosas vitrinas con fósiles.
La sala principal es una inmensa nave diáfana, de 19 metros de altura y más de 700 metros cuadrados, con esquinas redondeadas y con balconadas que sirven de espacios de exposición y almacenaje, a las que se accede mediante escaleras de caracol.
En el centro de la vidriera principal, se halla el escudo real de España y junto a él, los de las provincias que contaban, cuando se terminó el edificio, con Jefatura de Minas: Guadalajara, Córdoba, Ciudad Real, Jaén, Bilbao, Barcelona, San Sebastián, Oviedo, Badajoz, León, Sevilla, Murcia, Almería y Madrid.
Historia del Museo Geominero
El patrimonio geológico, mineralógico y paleontológico que custodia el Museo Geominero tiene su origen en el material que se recogió mientras se elaboraba el mapa geológico de España, unos trabajos que comenzaron en 1849, tras la creación de una comisión para formar la Carta Geológica de Madrid y la general del Reino. En un principio, las colecciones se alojaron en el palacio del Duque de San Pedro, hasta que pasaron definitivamente a este edificio que diseñó el arquitecto Francisco Javier de Luque para el Instituto Geológico y Minero, cuyas obras empezaron en 1921.
La espectacular sala principal del museo fue inaugurada por el rey Alfonso XIII el 24 de mayo de 1926 con motivo del XIV Congreso Geológico Internacional, ya que sirvió de salón de actos para aquel acontecimiento. Y el edificio se dio por terminado en 1927.
En 1989, después de unas importantes obras de restauración, el museo fue reinaugurado por el rey Juan Carlos I y recibió ya el nombre oficial de Museo Geominero.
Las colecciones expuestas
Las 12 colecciones en que se dividen los fondos del Museo Geominero están ordenadas por temas. Son las siguientes:
- Sistemática mineral
- Recursos minerales
- Minerales de las comunidades autónomas
- Gemas
- Rocas
- Rocas especiales
- Rocas históricas
- Flora e invertebrados fósiles españoles
- Vertebrados fósiles
- Fósiles extranjeros
- Paleontología sistemática de invertebrados
- Otros ejemplares de especial relevancia
Además, en la sala central se expone una reproducción de parte del yacimiento plioceno de Las Higueruelas (Ciudad Real), con restos originales del mastodonte Anancus arvernensis, y también se pueden ver varias vitrinas con fósiles y minerales únicos, bien por su forma o por su estado de conservación. Y en el acceso al museo se pueden contemplar varios espacios con instrumentos antiguos.
Actividades o talleres en el museo
Como uno de los objetivos del Museo Geominero es difundir la riqueza del patrimonio geológico, paleontológico y mineralógico de España, se organizan periódicamente actividades y talleres abiertos al público en general, con opciones para adultos y niños.
Hay talleres de fin de semana para aprender a reconocer fósiles, minerales y rocas a partir de características fácilmente observables, y talleres de Navidad de tres días de duración para niños de 6 y 7 años. En este caso, se trabaja con dinosaurios y los pequeños se quedan con la boca abierta cuando escuchan las curiosidades de estos reptiles fósiles que se extinguieron hace 65 millones de años. Aprenden detalles de su alimentación, su tamaño, su dentición y formas de locomoción, y después entran en contacto con la réplica de un cráneo de Tyrannosaurus rex.
Además, todos los veranos, el Museo convoca unos talleres para escolares de entre 9 y 12 años, que duran dos semanas, los meses de julio y agosto, con el fin de estimular el interés y la curiosidad de los niños por las ciencias de la Tierra, a través de experiencias sencillas. Hay un bloque de contenidos sobre Minerales, Rocas y Fósiles, y otro centrado en la Tierra, donde exploran las aguas subterráneas y la minería.
Y con motivo de la Semana de la Ciencia, el Museo Geominero se vuelca en ofrecer interesantes actividades y talleres para todas las edades.