Pese a lo que diga aquella canción de los 80, Madrid sí tiene playa. Y 14 kilómetros de ellas, ni más ni menos. Son las playas del Pantano de San Juan, un embalse a 70 kilómetros al suroeste de Madrid que cada fin de semana, sobre todo en verano, se llena de madrileños y turistas ansiosos por refrescarse o practicar deportes acuáticos en esta enorme extensión de agua dulce de 650 hectáreas de superficie. No tienen muchos más sitios donde ir: es el único de la Comunidad de Madrid donde están permitidas estas actividades. Construido en 1955, durante el franquismo, el pantano recoge las aguas de los ríos Alberche y Cofio para abastecer de agua y electricidad al suroeste de la Comunidad de Madrid. Está enclavado entre los municipios de San Martín de Valdeiglesias, El Tiemblo, Cebreros y Pelayos de la Presa, y sus orillas están llenas de restaurantes, chiringuitos y merenderos perfectos para pasar un refrescante día en el que olvidarse de la rutina.
- Un paraíso del baño y los deportes acuáticos en Madrid
- Las calas de la Lancha de San Yelmo y el Cerro de San Esteban
- Los tesoros que oculta el agua
- Qué hacer en el Pantano de San Juan
- Dónde comer en el Pantano de San Juan
- Qué puedes ver cerca del Pantano de San Juan
Un paraíso del baño y los deportes acuáticos en Madrid
La Playa Virgen de la Nueva es una de las más populares para el baño, quizá porque en mayo de 2018 se convirtió en la primera playa con bandera azul que logra la Comunidad de Madrid. Aquí ondea orgullosa desde entonces, como un alivio al eterno complejo de ser de secano de los madrileños. Pero no solo de bañarse vive el pantano: además de chiringuitos y merenderos, aquí también encontramos dos clubes de actividades que nos ofrecen un poco de adrenalina. En Yucalcari Aventura y Wakea Experience podremos practicar desde actividades terrestres como la escalada y el tiro con arco, hasta deportes acuáticos como el kayak, el wakeboard, muy de moda en los últimos años, y el flyboard, con el que literalmente volaremos sobre el pantano gracias a unos chorros de agua a presión. El Club Ocio y Aventura también te propone que practiques boat party, wake board, sky acuático, flyboard, paraguas y paddle surf.
La zona conocida como El Muro, a la que se accede desde Pelayos de la Presa, es la otra gran área de recreo del embalse, donde se ubican el veterano Real Club Náutico de Madrid –desde 1961-, un embarcadero e incluso un cámping para aquellos que se decidan a hacer noche en el pantano.
Junto al agua también encontramos chiringuitos y restaurantes como Vicente Buen Comer, el Merendero La Playa y el Mesón La Playa Pantano de San Juan. Nuestra recomendación, sin embargo, es el Mesón del Puerto, junto a la carretera M-501, famoso en la región por su chuletón de carne de Ávila.
Las calas de la Lancha de San Yelmo y el Cerro de San Esteban
Quienes busquen un lugar más remoto y tranquilo para descansar, la Lancha del Yelmo, en la orilla opuesta, les ofrecerá tras una agradable caminata un reguero de escondidas calas de planchas de granito que llegan hasta el agua y suelen ser un remanso de paz. Incluso cuenta con una cala nudista para los más atrevidos. Muchos escaladores también acuden a la Lancha del Yelmo para trepar por sus riscos de granito, y es que los alrededores del pantano cuentan con decenas de vías de escalada equipadas.
Quienes prefieran hacer algo de senderismo, deben subir al Cerro de San Esteban, acomodado al sureste del pantano, cerca de El Muro. Se trata de una subida empinada pero corta entre pinares que va desvelando unas vistas cada vez más espectaculares del entorno. La cumbre constituye uno de los mejores miradores del Pantano de San Juan y el paisaje circundante.
Los tesoros que oculta el agua
Más allá de lo que ofrece en su superficie, el embalse esconde bajo sus aguas varios edificios históricos que pertenecieron a San Martín de Valdeiglesias. Con su construcción en 1955, las aguas anegaron para siempre un puente medieval de 126 metros de longitud que antaño unía los dos márgenes del río. También quedaron sumergidos algunos molinos y la antigua ermita de la Virgen de la Nueva, adonde los devotos de San Martín de la Vega acudían en peregrinación cada Semana Santa, en una romería conocida como Los Ranchos que se remonta a 1499, cuando comenzó a celebrarse para que la Virgen acabara con la peste. Desde 1955, los fieles acuden a la nueva ermita de la Virgen de la Nueva, levantada junto al embalse para sustituir a la original.
Qué hacer en el Pantano de San Juan
Además de los deportes acuáticos que tanta aceptación tienen en el Pantano de San Juan, hay muchas otras alternativas para disfrutar en su entorno.
Parque Aventura Amazonia
Una opción para pasarlo de cine es acudir al parque Aventura Amazonia. Se trata del segundo mayor parque de aventura de Madrid y uno de los cinco más grandes de España. Está en Pelayos de la Presa y aquí vas a encontrar exactamente 99 juegos en los árboles y 25 tirolinas. Lo pasarás genial, tanto si vas con tu pareja o con amigos o con los niños. Existen en total seis circuitos de aventura: MiniKids, Kids, Explorador, Jungla, Aventura y Deportivo. Y otros tres circuitos de iniciación. Ah… y una supertirolina de 255 metros, la más larga de España entre árboles. Todo un desafío para personas con ganas de disfrutar y reír.
Monasterio Santa María la Real de Valdeiglesias
Si echas de menos visitar algún monumento interesante, puedes dirigir tus pasos hasta el Monasterio Santa María la Real de Valdeiglesias. Está en Pelayos de la Presa y su estado es más bien ruinoso, pero siempre podrás imaginar el esplendor que tuvo la orden cisterciense, que lo mandó construir en el siglo XII. La sillería del coro de su iglesia, del siglo XVI, se encuentra, en la actualidad, en la catedral de Murcia.
Museo Adolfo Suárez y la Transición
Si quieres echar un vistazo a la historia reciente de España, puedes acercarte hasta el Museo Adolfo Suárez y la Transición, un centro que rinde homenaje, desde 2009, al líder político en su localidad natal de Cebreros. Como curiosidad, hay que decir que se levantó sobre las ruinas de la primera iglesia de Cebreros, la iglesia Vieja, que fue construida en la segunda mitad del siglo XIV. El objetivo de este museo es ser un centro de referencia para el estudio y la difusión de la Transición y la figura de Adolfo Suárez.
Picnics
El Pantano de San Juan es uno de los más queridos lugares en los que disfrutar de un picnic o una comilona campestre en la Comunidad de Madrid. Son muchas las familias y grupos de amigos que se juntan aquí para celebrar todo tipo de festejos al aire libre, con el aliciente de poder bañarse (cuando hace buen tiempo) y estar en todo momento rodeados de naturaleza.
Uno de los puntos más frecuentados y populares para el picnic en el Pantano de San Juan es la denominada playa del Muro. Por su parte, la playa del llamado Embalse de Picadas cuenta también con una zona de merendero, donde podrás comer en bancos y mesas entre pinares.
Respecto a esta cuestión conviene advertir de la necesidad de respeto al medio ambiente y de limpieza del entorno en que tenga lugar el picnic.
Exploración natural
Aunque el pantano, como tal, sea una obra humana, es fuente también de una rica biodiversidad. Así, si eres amante de la naturaleza disfrutarás con la contemplación de las muchas especies animales y vegetales que viven en el entorno del pantano que lo hacen directamente en él.
De estas últimas destaca la presencia de peces como barbos, carpas, bogas, lucios y lucio percas. El pantano es punto habitual de avituallamiento de numerosas aves migratorias y el hábitat permanente de varias especies de ánades. También en los bosques cercanos habitan colonias de jabalís, ciervos y numerosos conejos.
Los cielos también los sobrevuelan imponentes rapaces, incluidas varias especies de águilas (como la real), de búhos reales, de gavilanes y autillos.
Y, por supuesto, el entorno del pantano destaca por la abundancia de pinares piñoneros y de otras especies de flora esteparia y de media montaña. Y bajo las aguas habitan varias especies de algas de agua dulce.
Dónde comer en el Pantano de San Juan
Existe un área recreativa, conocida popularmente como El Muro, que cuenta con muchas plazas de aparcamiento y numerosos restaurantes y chiringuitos.
Junto al agua encontramos locales como Vicente Buen Comer, el Merendero La Playa (ambos, en San Martín de Valdeiglesias) y el Mesón La Playa Pantano San Juan (Pelayos de la Presa). Nuestra recomendación, sin embargo, es el Mesón del Puerto, en San Martín de Valdeiglesias, junto a la carretera M-501, famoso en la región por su chuletón de carne de Ávila.
Otras alternativas para disfrutar de una agradable comida en el Pantano de San Juan son las siguientes:
- La Martuka Restaurante & Chill Out (Carretera del Pantano, 3. Pelayos de la Presa). Situado junto a la playa de El Muro, este establecimiento abre todos los días del año y presume de recuperar la cocina de las abuelas con productos de calidad y preferentemente autóctonos. La especialidad de la casa son las paellas, pero el conejo al ajillo tampoco está nada mal.
- Restaurante Monasterio (Carretera del Pantano, 5. Pelayos de la Presa). También aquí se sienten orgullosos de sus paellas, pero su carta se amplía con propuestas como las croquetas, patatas con mojo, “braviolis” (bravas y ali olis) y varios platos de carne. Las vistas sobre el pantano de San Juan son excelentes.
- Restaurante Eneldo Nature (Avenida Madrid, 42. San Martín de Valdeiglesias). Este restaurante y tienda de vinos es un local familiar de San Martín de Valdeiglesias. Selecciona las mejores carnes de Ávila y Guadarrama y por eso su producto estrella es la parrilla, en la que utiliza sarmientos locales que aportan aroma a los platos. Si tienes ocasión, prueba el capón relleno con salsa de higos. Además, tiene un interesante menú con varias opciones por menos de 20 euros.
Qué puedes ver cerca del Pantano de San Juan
Si quieres alargar la jornada en el Pantano de San Juan con algunas visitas en los alrededores tienes muchas opciones interesantes. Te enumeramos cinco de ellas:
Pelayos de la Presa
Ya os hemos hablado de esta zona de recreo, pero debes tenerla en mente para realizar también actividades de aventura, rutas y excursiones. Allí se encuentra el parque temático Aventura Amazonia, ideal para pasar una tarde muy entretenida en familia.
San Martín de Valdeiglesias
En esta población, a solo 5 kilómetros del embalse de San Juan, se pueden hacer un par de visitas muy singulares: conocer las bodegas Don Álvaro de Luna, integrada en la DO Vinos de Madrid, y visitar el castillo de la Coracera. Esta fortaleza, según cuentan mandada construir por Don Álvaro de Luna, se encuentra bastante bien conservada. Allí residió algún tiempo la reina Isabel la Católica cuando fue proclamada heredera de la Corona de Castilla. Sólo se puede visitar de viernes a domingo, así que tenlo en cuenta al organizar la escapada.
El Bosque Encantado
Este espacio, también en el término municipal de San Martín de Valdeiglesias, merece un lugar especial. Allí encontrarás un parque temático-jardín botánico con más de 300 esculturas realizadas a partir de árboles y arbustos. Si recuerdas la película ‘Eduardo Manostijeras’ te puedes hacer una idea. Es un lugar mágico para visitarlo en familia, ya que los niños disfrutarán con las grandes esculturas de dragones, animales de la selva, bailarinas de ballet o carrozas reales tiradas por caballos.
El Tiemblo
La población de El Tiemblo se sitúa a unos 18 kilómetros del Pantano de San Juan, y guarda cuatro visitas muy llamativas. Entre ellas, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo gótico isabelino, y el curioso Horno de las Tinajas, único en la provincia de Ávila. Y a las afueras, otros dos lugares magníficos que justifican el paseo: el monasterio de los Jerónimos, del siglo XIV, y los Toros de Guisando, cuatro esculturas del siglo III a.C. situadas a los pies del monte Guisando.
Cadalso de los Vidrios y el palacio de Villena
A unos 20 kilómetros del embalse de San Juan se ubica la interesante población de Cadalso de los Vidrios, que conserva en su casco urbano algunos monumentos imprescindibles como el palacio de Villena (o palacio del marqués de Villena), un edificio construido entre los siglos XIV y XV por Don Álvaro de Luna, uno de los favoritos del rey castellano Juan II. Tanto el palacio como los jardines fueron declarados Bienes de Interés Cultural.
Ermita de la Virgen de la Nueva
Perteneciente al término de San Martín de Valdeiglesias y en medio de un gran pinar a las faldas del cerro Almodón, la ermita de la Virgen de la Nueva se construyó en 1956. A efectos formales es la sustitución del templo original, de los siglos XIII-XIV, que quedó sumergido bajo las aguas del propio pantano de San Juan al cerrarse las compuertas. La imagen titular, la Virgen de la Nueva, es objeto de una romería que tiene lugar el Lunes de Pascua, cuando se traslada desde la iglesia del pueblo hasta la ermita durante unas horas.
Monasterio de San Jerónimo de Guisando
Se trata de una evocadora construcción, hoy en ruinas, situada en el municipio abulense de El Tiemblo. A apenas 1 kilómetro del monumento íbero de los Toros de Guisando, se levantó a finales del siglo XIV. Aunque los muros que hoy quedan en pie son los de una reforma acometida en el siglo XVI tras un gran incendio que lo devastó. El rey Felipe II se alojó varias veces en él durante las obras de construcción del monasterio y palacio de San Lorenzo del Escorial.