El Parque Forestal de Valdebebas-Felipe VI forma parte de uno de los nuevos áreas residenciales diseñados para la zona norte de Madrid: Valdebebas. Situado entre los barrios de Barajas y Hortaleza, y muy cerca del Aeropuerto de Barajas-Adolfo Suárez, está todavía en desarrollo, aunque está previsto que se convierta en una de las zonas más modernas y con más equipamientos públicos de la capital. Aquí se encuentran, por ejemplo, la Ciudad de la Justicia o la Ciudad Deportiva del Real Madrid.
Pues bien, integrado dentro de este gran barrio se halla el Parque Forestal de Valdebebas-Felipe VI, un gran corazón verde en el que se recrean cinco ecosistemas autóctonos del interior de la península Ibérica: Sistema Ibérico, Montes de Toledo, Sistema Central, La Alcarria y La Mancha. Tiene nada menos que 340 hectáreas de extensión, que representa más o menos la mitad del barrio de Valdebebas y que, gestionado y diseñado por el Ayuntamiento de Madrid, está abierto al público desde marzo de 2015. Se trata del segundo parque público de Madrid en extensión, sólo superado por la Casa de Campo. Para hacernos una idea, basta decir que es como cuatro veces la superficie del Parque del Retiro.
- Más de 300.000 árboles y cinco ecosistemas
- El “Central Park” de Valdebebas
- Los toboganes del Parque Forestal
Más de 300.000 árboles y cinco ecosistemas
Desarrollado sobre unas antiguas escombreras, el parque está concebido como si fuera la imagen de un gigantesco árbol (sólo se percibe desde las alturas) y reproduce diferentes tipos de bosque. En total, hay 310.000 árboles y 317.000 arbustos, además de un entorno fluvial, un arboreto con cinco islas vegetales, zonas agrícolas, merenderos, un laberinto, un manantial natural, un humedal y hasta un bosque plantado por los ciudadanos. Todo un planazo para disfrutar, y gratis.
Al tratarse de un parque relativamente nuevo, aquí prima lo ecosostenible, por lo que está conectado a la red de agua regenerada de Madrid y cuenta con tres embalses de 88.000 metros cúbicos de agua también regenerada que dan servicio al sistema de riego y al circuito de agua.
No podía faltar tampoco un carril bici deportivo, que en este caso abarca todo el perímetro del parque, ni una extensa red de senderos peatonales, a los que se suma una vía pecuaria que atraviesa el parque de norte a sur y que tiene conexión con la red regional de cañadas reales en dirección norte.
Además, las zonas residenciales están directamente relacionadas con el Parque Forestal a través de los llamados “conectores verdes”, unas franjas ajardinadas que conducen hasta este gran pulmón verde del norte de la ciudad. Se trata de amplios bulevares ajardinados de unos 30 metros de anchura que constituyen un recurso muy útil para integrar el parque dentro de la trama urbana y acercarlo así a menos de 150 metros de los edificios. De este modo, el acceso al parque se puede hacer a pie o en bicicleta desde el lugar de residencia o de trabajo. Y, como es lógico, estas zonas están dotadas de mobiliario urbano, como bancos, mesas, papeleras, aparcabicis y fuentes de agua potable.
El “Central Park” de Valdebebas
Hay quien dice que el Parque Forestal Felipe VI es como el “Central Park” de Valdebebas. En cualquier caso, es un espacio muy apetecible para disfrutar a solas, en familia o con amigos. Hay que disfrutar de su “Laberinto”, una gran estructura de madera en espiral ascendente que está diseñada como un mirador, uno de los tres de que consta el parque y que también son plataformas idóneas para la observación de aves.
Y es que el Parque Forestal Valdebebas-Felipe VI se ha convertido en refugio de numerosas especies de fauna silvestre, sobre todo de avifauna (aves, patos, rapaces…) y también de liebres, conejos, topos, zorros y multitud de anfibios y reptiles.
Resulta muy agradable contemplar el pequeño río artificial que discurre en dirección sur-norte por esta gran extensión verde de Madrid. Y también hay que deleitarse con la serie de terrazas ajardinadas que descienden en cascada hacia el río artificial y con el campo abierto que invita a realizar toda clase de actividades, como “running”, juegos de pelota, rutas en bicicleta y hasta paseos ecuestres.
Los toboganes del Parque Forestal
Uno de los espacios más visitados del parque, especialmente por los jóvenes, es la zona de recreo en la que se encuentran los toboganes, las tirolinas, los columpios y los juegos de agua. Hay tres grandes toboganes metálicos, con tramos de forma recta y en zig-zag, a los que se asciende mediante una hilera de tocones verticales de madera, un entorno de cuerdas y una red de color rojo.
Frente a los toboganes, y muy cerca de la zona de árboles, se encuentra una tirolina doble de 50 metros de longitud que también hace las delicias de pequeños y no tan pequeños. Y lo mismo sucede con los juegos de agua, una serie de fuentes con canales de granito por los que circula el agua y que tiene numerosos mecanismos de acción para que los niños puedan manipular el curso de la corriente. Además, entre los canales hay zonas con arena destinadas a los niños de más corta edad.
Uno de los espacios más emotivos del parque es el Bosque de los Ciudadanos, ya que han sido los propios vecinos los que han plantado los árboles con sus propias manos. En total, 3.500 árboles de los más de 300.000 de que consta el parque.